Joaquín Achúcarro Arisqueta

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que atesoró Joaquín Achúcarro Arisqueta en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Joaquín Achúcarro Arisqueta, sino que a caso produjo una huella mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Joaquín Achúcarro Arisqueta de forma personal.Joaquín Achúcarro Arisqueta ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Comprender lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Joaquín Achúcarro Arisqueta, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa básica para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Joaquín Achúcarro Arisqueta, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Joaquín Achúcarro Arisqueta, gentes a quienes de un modo u otro Joaquín Achúcarro Arisqueta influenció, y sin duda, conocer y descifrar cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Joaquín Achúcarro Arisqueta.

Las biografías y las vidas de personas que, como Joaquín Achúcarro Arisqueta, atraen nuestro interés, deben valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Joaquín Achúcarro Arisqueta, porqué Joaquín Achúcarro Arisqueta vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma implacable, la historia.

Vida y Biografía de Joaquín Achúcarro Arisqueta

(Bilbao, 1932) Pianista español. Recibió sus primeras enseñanzas de piano en el Conservatorio de Bilbao, donde estudió con los instructores Castrillo y Zubeldía. A los trece años comenzó como solista en un concierto de Mozart acompañado por la orquesta Filarmónica de su localidad natal. Más tarde se trasladó a Madrid para agrandar sus estudios musicales en el Conservatorio de esa localidad. En 1950 fue premiado con el Premio Masaveu. Posteriormente radicó en Siena, en cuya Accademia Chigiana prosiguió mejorando su técnica pianística con instructores de la talla de Guido Agosti. Allí consiguió el Premio dell´Accademia al mejor alumno y el título de Accademico ad Honorem.

Próximamente empezó a ganar concursos de todo el mundo, como el Marguerite Long de París, el Concurso Internacional de Ginebra y, en 1953, el certamen Viotti de Vercelli (Italia). En aquella temporada prosiguió tomando enseñanzas de piano en distintos conservatorios de europa como la Hochschüle de Sarrebrücken (Alemania). Pero fue en 1959, año en que ganó el premio de Liverpool, en el momento en que decidió arrancar su carrera como concertista.

Su victoria en el certamen inglés le permitió tocar acompañado por la London Symphony Orchestra en un exitoso concierto que le logró merecedor de la medalla Harriet Cohen al mejor debut del año. En 1992, el gobierno español le dio el Premio Nacional de Música en su pluralidad de interpretación, y 4 años después recibió a manos del Rey de España la Medalla de Oro de Bellas Artes. Es además de esto Comendador de la Orden de Isabel la Católica y integrante de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Achúcarro desarrolló una extendida carrera en todo el mundo tanto en recitales como acompañado por las mucho más esenciales orquestas, entre aquéllas que resaltan la New York Philharmonic, la Chicago Symphony, la London Symphony, la Orquesta Nacional de Francia, la de Santa Cecilia de Roma y la Orquesta Nacional de España. Asimismo, trabajó con directivos de la talla de Claudio Abbado, Riccardo Chailly, Zubin Mehta, Simon Rattle o Yehudi Menuhin.

De su extensísimo repertorio cabe refererir su predilección por los recitales para piano de Rachmaninov, más allá de que es también un enorme intérprete de los de Bartok, Albéniz, Beethoven, Brahms, Mozart y Tchaikowski. Su interés por la música de españa se deja ver en sus interpretaciones de Noches en los jardines de España de Manuel de Falla, en la Rapsodia Portuguesa de Ernesto Halffter o en la Rapsodia Española de Turina. Entre sus grabaciones resaltan la del Concierto para piano de Joaquín Rodrigo, efectuada para el sello SONY, y la de las Goyescas de Granados. En 1999 grabó para el sello Ensayo un disco de proyectos de Brahms. Llevó a cabo su tarea enseñante en la Southern Methodist University de Dallas (Texas), tal como en los tutoriales de verano de la Accademia Chigiana de Siena.

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