La historia de las civilizaciones la narran aquellas mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado queel mundo, de una forma u otra,avance.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la importancia que tuvo Jesús Lara en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo mientras permaneció en el mundo fue decisivo no sólo para quienes trataron a Jesús Lara, sino que a lo mejor dejó una huella mucho más profunda de lo que logremosconcebir en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Jesús Lara personalmente.Jesús Lara ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
(Villa Rivero, 1898 - Cochabamba, 1980) Narrador y ensayista boliviano que resaltó por su narrativa indigenista y su tarea en defensa de los indígenas del valle de Cochabamba y del pueblo quechua, cuya literatura y tradiciones recogió.
Tras la Guerra del Chaco, que encaró a Bolivia y Paraguay, publicó Repete. Diario de un hombre que fue a la Guerra del Chaco (1937), obra testimonial que apuntaba como causantes del enfrentamiento a los intereses de tipo económico de las considerables compañías británicas y estadounidenses. Su ideario antiimperialista lo aproximaría transcurrido un tiempo a los marxistas y al movimiento guerrillero del Che Guevara.
Seis años después dio a la imprenta Surumi (1943), grupo de seis cuentos centrados en la vida del indio quechua del valle de Cochabamba. Le prosiguieron otras cinco narraciones de signo indigenista: Yanakuna (1952), Yawarninchij. Nuestra sangre (1959), Sinchikay. El valor. Novela quechua (1962), Llalliypacha. Tiempo de vencer (1965) y Sujnapura (1971). A través de la lectura de estas novelas su puede continuar la situación del indio del valle de Cochabamba antes y tras la histórica reforma agraria del 2 de agosto de 1953.
En su faceta de ensayista, estudió intensamente la civilización y tradiciones de los incas y otros pueblos indígenas en títulos como El Tawantinsuyu. Origen, organización política, económica y popular (1966), La cultura de los incas. La religión, los entendimientos, las artes (1966), y también Inkallajta. Inkarakay (1967), ensayos en que denunció las injusticias históricas sufridas por los indígenas.
La defensa de su etnia y el intento de revalorizar su cultura impulsó a Jesús Lara a ocuparse asimismo de la lengua y la literatura quechuas en sus ensayos y estudios filológicos: La poesía quechua (1944), La literatura de los quechuas. Ensayo y antología (1961), Leyendas quechuas (1963), Mitos, leyendas y cuentos de los quechuas. Antología (1973) y Queshwataki. Coplas quechuas (1975). La preparación de estas proyectos, tal como la de la llamada La literatura de los incas (1966-1967), implicó una muy valiosa tarea de salve y catalogación de un extendido corpus literario quechua.
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Evidentemente conocer profundamente a Jesús Lara es algo que está reservado a pocas personas, y que pretender reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Jesús Lara es una suerte de enigmaque a lo mejor logremos reconstruir si cooperamos juntos.
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de un ser como Jesús Lara, que detentó su significación en una época concreta, es vital procurar mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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