Jeremy Irons

Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Jeremy Irons, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa fundamental para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Jeremy Irons, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Jeremy Irons, gentes a quienes de de una forma u otra Jeremy Irons influenció, y por supuesto, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Jeremy Irons.

Vida y Biografía de Jeremy Irons

(Cowes, 1948) Actor británico. Cursó sus estudios en el Sherbourne School, en Dorset, y empezó su relación con la escena matriculándose en el respetado Old Vic Theatre School. Durante un par de años se formó como estudiante y tras unió a la compañía de la escuela, donde se forjó en el teatro shakespeariano, pero asimismo en proyectos de autores contemporáneos. En 1971 se trasladó a Londres, donde haría su debut en el musical Godspell, interpretando al lado del actor y artista David Essex el papel de Juan el Bautista. A partir de entonces se realizó un hueco en el West End londinense, mientras que empezaba a manifestarse en televisión en series como The Pallisers (1974) o Love for Lydia (1978).

Su primera aparición en el cine fue en Nijinsky, una historia auténtica (1980), un largometraje de Herbert Ross apoyado en las contrariedades sentimentales y expertos del bailarín ruso Vaslav Nijinsky. Al año siguiente se generaría su despegue cinematográfico con La mujer del teniente francés (1981), adaptación de la novela de John Fowles apuntada por Karel Reisz. La historia, que da un giro en torno al rodaje de una película ambientada en el siglo XIX, fue un éxito de crítica y público y consiguió cinco nominaciones al Oscar, entre aquéllas que estaba la de Meryl Streep a la mejor actriz.

La consolidación de Irons como actor, sin embargo, llegaría, raramente, merced a la televisión; la serie Retorno a Brideshead (1981), fundamentada en la novela de Evelyn Waugh, le obsequió el personaje de Charles Ryder, que en un comienzo iba a interpretar su compañero en la serie, Anthony Andrews. Utilizando como trampolín Un amor de Swann (1984), adaptación de la novela homónima de Marcel Proust, Irons probó sus opciones en el drama; la cinta, una coproducción franco-alemana apuntada por Volker Schlöndorff, consiguió el BAFTA a la mejor película extranjera. Ello lo logró perfecto para interpretar al padre Gabriel en el largometraje de Roland Joffé La misión (1986), otro éxito en todo el mundo en el que le acompañaron Robert de Niro, Liam Neeson y la banda sonora de Ennio Morricone.

Inseparables (1988), de David Cronenberg, le dio la posibilidad, además de esto, de interpretar a 2 individuos gemelos que sostuvieron al espectador atento a las distintas personalidades; la historia se encontraba fundamentada en la vida real de los gemelos Steven y Cyril Marcus, que fueron hallados fallecidos en su apartamento de Manhattan, tras consumir un sinnúmero de barbitúricos. El hecho fue después recogido en la novela Twins, que escribieron Bari Wood y Jack Geasland, publicada en 1977. Irons consiguió por este papel el premio al mejor actor en el Fantasporto.

Tras este título se sucedieron otros de índole menor, tanto en el cine (Australia, 1989, de Jean-Jacques Andrieu), como en televisión (Danny, vencedor de todo el mundo, 1989, que protagonizó al lado de su hijo Samuel y su suegro, Cyril Cusack). El secreto Von Bülow (1990), de Barbet Schroeder, se fundamentó en la situacion real y en el libro que escribió el letrado de la defensa, Alan J. Dershowitz. El papel de Klaus von Bülow le dio a Irons el Oscar al mejor actor.

En la década de los noventa se le colgó la etiqueta de "el hombre atrayente que agradaba a las mujeres capaces". Sus selecciones se apoyaron en historias atípicas, especializándose no ahora solo en el drama, sino más bien en individuos atormentados. El instructor de El país del agua (1992), de Stephen Gyllenhaal, que tiene adversidades para tener relaciones con sus estudiantes y con su mujer; el integrante del Parlamento que se conquista con mucha pasión de la prometida de su hijo en Herida (1992, adaptación de la novela de Josephine Hart que dirigió Louis Malle); o el diplomático francés que en M. Butterfly (1993), de David Cronenberg, desmonta su historia por amor a una artista de ópera china que no es lo que semeja ser, hicieron de Irons un actor de metas y categoría en todo el mundo.

El actor no se ha privado en su trayectoria artística de seleccionar los guiones que le parecían mucho más atrayentes, con independencia del género o de las consecuencias. La propia M. Butterfly o Lolita (1997, versión de Adrian Lyne de la Lolita de Vladimir Nabokov) no estuvieron exentas de polémica. Por otro lado, tentó la animación prestando su voz al maligno Scar de El rey león (1994), de Roger Allers y Rob Minkoff; y se curtió en el gimnasio para encarnar a otro villano, el antagonista de Bruce Willis en La jungla de cristal III: la venganza (1995), de John McTiernam.

Sus trabajos bajo el mando de directivos de europa incluyeron La casa de los espíritus (1993), de Bille August (adaptación de la novela de Isabel Allende) o Belleza robada (1996), de Bernardo Bertolucci, indudablemente vehículo de lanzamiento para la actriz Liv Tyler. Por esta última Irons fue nominado al Golden Satellite como mejor actor. Otra joya exótica de su filmografía fue La caja china (1997), de Wayne Wang y con guion de Jean Claude Carrière, parábola de la separación de Hong Kong con Gran Bretaña y su devolución a la República de China, encarnada en los 2 individuos interpretados por Irons y la actriz china Gong Li. Sus títulos mucho más próximos al cine comercial en esta década fueron El hombre de la máscara de hierro (1998), de Randall Wallace (al lado de un reparto del mismo modo atrayente, conformado por John Malkovich, Gerard Depardieu, Gabriel Byrne o Leonardo DiCaprio); y Dragones y cárceles (2000), de Courtney Solomon, traducción cinematográfica del popular juego de papel.

El siglo XXI empezó siendo singularmente fructífero para el actor, que intervino en cinco títulos, entre ellos La máquina del tiempo (2002), adaptación de la novela de H. G. Wells, llevada a cabo por su bisnieto, Simon Wells, quien hasta hoy se había destinado a la animación; o Against the Current, donde da vida a Scott Fitzgerald. Y bajo el mando del realizador italiano Franco Zeffirelli compartió reparto con Fanny Ardant en Callas forever (2002), película que retrata el ocaso de los últimos tiempos de Maria Callas, la enorme estrella del bel canto.

Sus últimos trabajos fueron la coproducción europea Matilde (2004), la adaptación del drama de Shakespeare El comerciante de Venecia (2004), la romántica Conociendo a Julia (2004), donde compartía importancia con una magnífica Annette Bening; y la epopeya medieval de Ridley Scott El reino de los cielos (2005). En mayo de 2005 recibió el premio William Shakespeare (popularmente populares como "Will") por su trabajo en el teatro tradicional. Ese mismo año estrenó para el cine El comerciante de Venecia, que se resistía a ser llevada a la enorme pantalla (su visible antisemitismo no lo facilitaba) y que fue rodada por Michael Radford; en ella interpreta de manera convincente a Antonio, y se mide con un magnífico Al Pacino en el papel de Shylock. Jeremy Irons está casado con Sinéad Cusack, hija del actor Cyril Cusack, con quien tiene 2 hijos: Maximilian y Samuel.

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