Jeremy Bentham

Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Jeremy Bentham, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo básica para que seamos capaces de poner en valor no sólo la existencia de Jeremy Bentham, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Jeremy Bentham, gentes a quienes de un modo u otro Jeremy Bentham influenció, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Jeremy Bentham.

Las biografías y las vidas de personas que, como Jeremy Bentham, atraen nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Jeremy Bentham, el motivo por qué Jeremy Bentham vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Jeremy Bentham

(Houndsditch, 1748 - Londres, 1832) Pensador inglés, padre del utilitarismo. Niño precoz de una familia acomodada, a los siete años leía ahora en el artículo original los tradicionales de la literatura francesa; a los trece ingresó en Oxford, y comenzó a ejercer como letrado a los 19 años.

Descubrió asimismo precozmente su carácter anticonformista llevado, por naturaleza, a la crítica de cuanto había sido legado por la tradición; suscribió, de hecho, los 39 productos de la Iglesia anglicana solo pues ello resultaba preciso para su admisión en el instituto, y no sin haber criticado antes su falta de correo con los dictámenes de la razón.

Su padre, procurador, le indujo a la abogacía; pero Bentham dejó prontísimo la profesión para ocuparse a la investigación científica pura de la jurisprudencia. Fruto de semejantes estudios fue el Fragmento sobre el gobierno (1777), que, ahora a su aparición, consiguió un enorme éxito y fue juzgado obra de algún creador popular. Tales trabajos iniciales, que atacaban el sistema legal y judicial inglés, le llevaron a la formulación de la doctrina utilitarista, plasmada en su obra primordial: Introducción a los principios de la ética y la legislación (1789).

En ella preconizaba que todo acto humano, regla o institución, han de ser juzgados según la herramienta que tienen, o sea, según el exitación o el padecimiento que generan en la gente. A partir de esa simplificación de un método tan viejo como el planeta, planteaba formalizar el análisis de las cuestiones políticas, sociales y económicas, sobre la base de medir la herramienta de cada acción o resolución. Así se fundamentaría una exclusiva ética, fundamentada en el goce de la vida y no en el sacrificio ni el padecimiento.

El propósito último de conseguir «la mayor felicidad para el mayor número» le aproximó a corrientes políticas progresistas y democráticas: la república que aparece de la Revolución Francesa le honró con el título de «ciudadano honorario» (1792), más allá de que Bentham discrepaba intensamente del racionalismo de Rousseau y consideraba absurdo el planteo iusnaturalista subyacente a la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.

Por ese momento Jeremy Bentham ahora había comenzado a viajar por Europa. Además del francés charlaba corrientemente el italiano, la lengua alemana y el ruso, y no ignoró el chino. En 1786 se dirigió a Rusia, donde tenía un hermano arquitecto, y allí emprendió el estudio de una reforma del régimen carcelario, entonces muy retrasado; pretendió además hacer una app práctica de sus ideas, y, a tal fin, planeó un edificio designado a ser la novedosa prisión modelo, emprendimiento que defendió por espacio de veinticinco años sin resultado preciso alguno. También en Rusia, país en el que continuó a lo largo de un par de años, escribió Defensa de la usura (1787), obra con la que deshizo varios prejuicios en relación a la cuestión.

Desde 1814 transformó su casa en centro de trueque intelectual y foco de un activo movimiento utilitarista. Entre sus amigos y seguidores mucho más próximos estaba James Mill, el que deseó realizar de su hijo, John Stuart Mill, el heredero de Bentham adelante del movimiento. Ambos fueron editores de esenciales proyectos de Bentham, quien tenía la práctica de redactar bastante, pero dejando la mayoría de los contenidos escritos inconclusos a fin de que los completaran sus editores.

El utilitarismo ejercitó su predominación sobre una generación de políticos británicos, representada por Robert Peel; asimismo puede señalarse la incidencia que tendría, con el tiempo, sobre las doctrinas subjetivas del valor que se obligaron en la teoría económica occidental desde la «revolución marginalista» (Léon Walras, Vilfredo Pareto, etcétera.). Bentham creó el University College de Londres, donde, por expreso deseo de el, está expuesto al público su esqueleto.

Introducción a los principios de la ética y de la legislación

Esta obra primordial de Jeremy Bentham se abre con una fácil afirmación: "La naturaleza puso al género humano bajo el dominio de 2 dueños soberanos; el mal y el exitación; y a ellos solos corresponde apuntarnos lo que debemos o no debemos realizar". La base de la ciencia ética es de esta manera "el principio de la herramienta", o, explicado de otra forma, de la "mayor felicidad" del sujeto o de la red social. Las características establecidas experimentalmente como comprobables, como los bienestares propios de los sentidos o los de la riqueza, del poder, de la curiosidad, simpatía, antipatía, benevolencia del sujeto o de la sociedad, son de esta manera aprobados o desaprobados según la inclinación que detallan a acrecentar o reducir la alegría.

En el momento en que estudiamos la inclinación buena o mala de una acción comenzamos calculando el valor de todos y cada uno de los bienestares o dolores probables que aquella acción generaría en un individuo alguno; debemos, en consecuencia, calcular su intensidad y duración, certeza o indecisión; pero no tenemos que tener en cuenta ninguna supuesta diferencia de cualidad, ya que "a igualdad de exitación, un juguete vale tanto como una poesía". Seguidamente calculamos la inclinación de estas características primarias al venir consecutivas de sentimientos equivalentes u opuestos: entonces sumamos todos y cada uno de los bienestares y todos y cada uno de los dolores resultantes, para elegir sobre la inclinación buena o mala de la acción para un sujeto.

Este trámite deja formarse un término de la inclinación buena o mala de una acción para todos y cada uno de los individuos apasionados. De este modo, tanto la conducta privada como la legislación quedan fundados sobre una base experimental claramente amplia y extensa, fácil y clara. Pero este trámite no debe aplicarse exactamente en todo juicio sobre la moralidad de una acción, sino más bien ser "tenido presente", y cuanto mucho más nos aproximemos a él, tanto mucho más exacto va a ser nuestro juicio en relación al valor ético de una acción.

Suponiendo que alguna acción sea la mejor, aparece el inconveniente de de qué forma se forzará al sujeto a efectuarla. Aquí se muestran (como simple comprobación) las "sanciones" producidas por el curso ordinario de la naturaleza ("físicas"), por la acción de los jueces o jueces lícitos ("políticas") o por la acción de individuos de la red social por su espontáneo impulso ("morales o populares"), a las que van unidas las "religiosas".

La Introducción a los principios de la ética y la legislación se completa con unos episodios sobre la intención de las acciones, sus fundamentos y las disposiciones del que las efectúa, pero ni en esta ni en otras proyectos de Bentham encontramos la solución del inconveniente primordial: de qué forma reconciliar "la mayor felicidad del sujeto, sosprechada desde el instante de la acción hasta el término de la vida", con la aceptación del canon de la "mayor felicidad para el mayor número", ya que nuestro Bentham reconoce el hecho evidente de que el interés individual está de manera frecuente en enfrentamiento con el del resto hombres, de donde nace la necesidad de las sanciones. Sus acólitos procuraron colmar esta laguna de múltiples métodos, hasta el momento en que John Stuart Mill completó el utilitarismo de Bentham proclamando la incondicionada subordinación de la alegría privada a la pública, asegurándole de esta forma una gran popularidad.

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Indudablemente llegar a comprender a Jeremy Bentham es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Jeremy Bentham es una especie de puzzleque con bastante probabilidad logremos rehacer si contribuimos todos a la vez.

Por esta razón, si eres de aquellos que creen en que de forma colaborativa es posible hacer algo mejor, y detentas información en relación con la vida de Jeremy Bentham, o en relación con algún pormenor de su persona u creación que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.

Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son en todos los casos esenciales, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Jeremy Bentham, que detentó su importancia en un momento concreto de la historia, es vital intentar mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

Sin titubeos, contacta con nosotros para contarnos qué conocimientos posees sobre Jeremy Bentham. Estaremos complacidos de poder completar esta biografía con más información.