La historia de las civilizaciones está escrita por aquellas personas quea lo largo del tiempo, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho queel género humano, de un modo u otro,prospere.
Las biografías y las vidas de personas que, como Jean Giraudoux, atraen nuestro interés, deben servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Jean Giraudoux, el motivo por qué Jean Giraudoux vivió del modo en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.
(Bellac, 1882 - París, 1944) Novelista y dramaturgo francés que creó una manera de drama impresionista, espeso y literario, en el que se destaca el artículo. Hijo de un preceptor, de ascendencia campesina, fue un óptimo estudiante de letras tradicionales. Llegó a París en 1900 y también ingresó en la Escuela habitual superior, donde se interesó por la civilización germánica.
Entre 1905 y 1907 trabajó como preceptor en una familia de la aristocracia alemana, lo que le dejó reforzar sus estudios. Recorrió Austria, Hungría y también Italia y trabó amistad con Paul Morand y Frank Wedekind. Fue becado a Harvard y al regresar a Francia conoció al joven editor Grasset, quien en 1909 publicó su primer volumen de cuentos, Provinciales. Elogiado por André Gide en la Nouvelle Revue Française, publicó poco después las tres novelas de La escuela de los indiferentes (1911), que describían su intinerario intelectual y sentimental.
La novela Simón el patético, que empezó a publicarse en un periódico en 1914, al reventar la Primera Guerra Mundial, se encontraba inspirada en una bien difícil relación cariñosa. Incorporado adelante, padeció usuales hospitalizaciones siendo herido en combate, a lo largo de las que escribió cuentos de guerra (En Alsace; Cinq Soirs, Cinq Réveils). Otras proyectos brindaron cuenta de sus vivencias bélicas, como es la situacion de Lectures pour une ombre (1917) y Amica America (1918). En Adorable Clío (1920) ha dicho adiós a la contienda, tal como ha dicho adiós a la niñez en el relato Nuit à Châteauroux (1919).
Instalado en París, Jean Giraudoux siguió su trayectoria diplomática, que había empezado una década atrás, pero ello no le impidió consagrarse a la escritura. Las novelas siguientes se ubican a medio sendero entre el planeta real y el simbólico: Susana y el Pacífico (1921), Sigfrido (1922), Prière sur la tour Eiffel (1923), Juliette au pays des hommes (1924), Bella (1926), Églantine (1927).
A los 45 años Giraudoux empezó su trayectoria de creador dramático, preparando una versión teatral de Sigfrido, obra que se representó en 1927 y que marcó un jalón en la historia del teatro francés. En colaboración con el actor y directivo Louis Jouvet llevó a escena exitosamente 12 proyectos amplias y 4 en un acto. Entre ellas podemos destacar Amphitryon 38 (1929), Judith (1931), Intermezzo (1933), Tessa (1934), La guerra de Troya no va a suceder (1935), Èlectre (1937), Supplément au voyage de Cook (1935), L´Impromptu de París (1937) y Ondina (1939). Todas ellas forman parte a un "teatro literario", en el que la palabra disfruta de supremacía.
Pero no abandonó la novela. En 1930, publicó Aventures de Jérôme Bardini; en 1934, Combat avec lange; en 1936, La mentirosa. Su última novela fue Choix des élues (1939). Nombrado inspector general de puestos diplomáticos y consulares en 1934, visitó el Cercano Oriente y Europa oriental (1935), América (1936 y 1939) y dio la vuelta al planeta en 1937-1938. Publicó productos periodísticos englobando las áreas mucho más distintas: política, deportes, urbanística, ecología. Durante la Segunda Guerra Mundial continuó en Francia y escribió y publicó por entregas L´Apollon de Marsac (obra construída en Río, en 1942), Sodoma y Gomorra (1943) y La desquiciada de Chaillot (póstuma, 1945), que fue un éxito de posguerra.
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