Comprender lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Jean Fautrier, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo esencial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la existencia de Jean Fautrier, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Jean Fautrier, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Jean Fautrier influenció, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Jean Fautrier.
Las biografías y las vidas de personas que, como Jean Fautrier, atraen nuestra curiosidad, deben servirnos en todo momento como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Jean Fautrier, el motivo por el cual Jean Fautrier vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(París, 1898 - Châtenay-Malabry, Francia, 1964) Pintor francés. Su personalidad original, con un arte liberado de las apariencias de lo real (El erial, Árboles nocturnos), quedó plasmada en las series Rehenes (1944), Objetos (1955) y Desnudos (1956), en la inclinación informalista. Fue enorme premio de la bienal de Venecia en 1960.
Jean Fautrier estudió en la Royal Academy de Londres y hacia 1923 presentó ahora su primera exposición. Por aquella época se dedicaba a la pintura figurativa en cuadros de panoramas y bodegones de sombrías tonalidades (Desvisto negro, Conejo colgado). A partir de 1925 (una década antes que Jackson Pollock y Mark Tobey) llegó a la mucho más completa abstracción en proyectos como El erial y Árboles nocturnos.
En 1928 efectuó una sucesión de litografías sobre el Infierno de Dante por encargo de Gallimard y Malraux, quienes las expusieron en 1933 en la Galería de la Nouvelle Revue Française. La serie da una visión de todo el mundo que mucho más adelante sería la base del llamado informalismo. Cultivó entonces la pintura al pastel y al temple, y en el momento en que volvió al óleo lo logró sobre papel listo antes con una materia rugosa, mostrándose de esta manera la serie Rehenes, que expuso en París tras la Segunda Guerra Mundial.
Efectuada a lo largo de la guerra mientras que se encontraba escondido en un sanatorio mental en Châtenay-Malabray, Jean Fautrier plasmó en la serie Rehenes su convulsión al percibir, desde su cobijo, las descargas de los fusilamientos de integrantes de la Resistencia; las lonas semejan formas coaguladas de densa materia, herida por huellas y también incisiones. Pionero y figura primordial del informalismo, en sus cuadros prevalecen las gamas de verdes y rosas, y sus títulos solamente mencionan, por norma general, a ninguna temática.
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