Jean Baptiste Isabey

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la relevancia que detentó Jean Baptiste Isabey en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras estuvo en este mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Jean Baptiste Isabey, sino que posiblemente produjo una huella mucho más profunda de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Jean Baptiste Isabey de forma personal.Jean Baptiste Isabey ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Vida y Biografía de Jean Baptiste Isabey

(Nancy, 1767-París, 1855) Pintor francés que cobró celebridad por sus retratos de Napoleón y Josefina, tal como por sus geniales miniaturas. Comenzó sus estudios de pintura en Nancy, donde entró en el taller de Jean Girardet y más tarde en el de Claudot.

Animado por el ámbito cultural de la ciudad más importante, en 1785 se trasladó a París, donde estudió bajo la tutela del enorme pintor neoclásico francés Jacques-Louis David. De este profesor asimiló las primordiales peculiaridades del neoclasicismo. Su éxito fue inmediato y próximamente empezó a recibir pedidos de María Antonieta, mujer de Luis XVI, y del resto de su corte, lo que incrementó su popularidad como retratista.

En 1789, al reventar la Revolución Francesa, Isabey subsistió a los avatares políticos que hubiesen podido conllevarle sus relaciones con la monarquía y la aristocracia, y gracias más que nada a su profesor David, su éxito continuó al recibir el encargo de retratar a los integrantes de la Convención. Durante el intérvalo de tiempo de la Convención fue entre las figuras mucho más importantes del panorama cultural de la ciudad más importante, donde frecuentaba los salones de tendencia de madame Tallien, madame Récamier, madame Staël y más que nada el de madame Bonaparte.

Simultaneó su actividad pictórica con muchas otras, siempre y en todo momento matizadas por su relación con los Bonaparte. Fue instructor de dibujo de las hijas de los Beauharnais, Hortensia y Eugenia. Pero quizás lo mucho más impresionante de sus ocupaciones extrapictóricas fue su compromiso en la organización de la coronación de Napoleón (retratada por Jacques-Louis David) y de varias fiestas dadas por el emperador y su consorte Josefina. Para llenar esta liturgia, el emperador le encargó asimismo la realización de treinta y 2 pinturas (el día de hoy preservadas en el Louvre, París) en las que se magnificaba la coronación.

En esta tarea contó con la inestimable asistencia de su profesor, David, que tenía experiencia en exactamente el mismo campo, en tanto que había ordenado multitud de actos públicos a lo largo del periodo de tiempo innovador. Por todo ello, en 1804 fue nombrado pintor de gabinete del emperador y después primer pintor de cámara de la emperatriz Josefina. También desempeñó los cargos de Maestro de Ceremonia y Relaciones Exteriores, relacionado con las ocupaciones lúdicas de la corte. De entonces data su obra Napoleón en Malmaison (Museo Nacional de Versalles), su mucho más celebre retrato del emperador.

También trabajó la cerámica como ilustrador desde 1809, en el momento en que fue llamado para trabajar en la manufactura de la cerámica de Sèvres. Sobre este material efectuó proyectos como la Mesa de los Mariscales (Museo de la Malmaison). Sus colaboraciones con la factoría de Sèvres prosiguieron a lo largo del reinado de Luis Felipe, e inclusive llegó a regentar el estudio de los artistas que trabajaban para la factoría.

Movido para retratar a la familia del emperador en Viena a lo largo del año 1812, el ministro de éste, Talleyrand, lo nombró pintor oficial del Congreso de Viena, donde continuó hasta el momento en que en 1815 regresó a París. Siempre relacionado a los avatares de la política francesa de la primera mitad del XIX francés, Isabey se trasladó a Londres a lo largo de la Restauración, donde efectuó varios retratos. Regresó a París en 1820 siendo nombrado por Luis XVIII pintor de cámara y solicitado de espectáculos, cargos que había desempeñado para la Casa Real. Hasta su fallecimiento en 1855 sus servicios fueron retribuidos con varias distinciones, entre ellas su puesto de conservador de los Reales Museos a lo largo del reinado de Luis Felipe o el título concedido por Carlos X como Oficial de la Legión de Honor, tal como el cargo de pintor de gabinete.

El aspecto multidisciplinar de la obra de Jean-Baptiste Isabey sorprende aún mucho más si se se refiere a su faceta de caricaturista de los individuos a los que retrataba, trabajos que más allá de que procuró que quedaran en el anonimato, tuvieron una relevancia definitiva en la obra de pintores como Goya. Por su taller pasaron como acólitos Clara Montalba, Boilly y su hijo, Eugène Isabey (1803-1886) quien se dedicó a la pintura histórica y participó en la Expedición de Argel de 1830 como dibujante.

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