Ya sea inspirando a otras personas o siendo una pieza esencial de la acción. Javier Marías es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Javier Marías es comprender más acerca de una época concreta de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la importancia que detentó Javier Marías en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo mientras estuvo en la tierra fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Javier Marías, sino que a caso dejó una señal mucho más vasta de lo que podamosfigurar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Javier Marías de modo personal.Javier Marías fue un ser humano que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Vida y Biografía de Javier Marías
(La capital de españa, 1951) Escritor español. La destacable perfección técnica con que realiza sus novelas, que se anotan en una línea de experimentación narrativa, es el aspecto propio de este creador traducido a muchas lenguas y que disfruta de unánime cree por la parte de la crítica europea. Sus proyectos reflejan de manera irónica, alejada y también introspectiva la perplejidad que crea el perpetuo contraste entre situación, fachada y memoria.
Hijo del pensador Julián Marías, se licenció en filosofía y letras; a lo largo de un par de años realizó su actividad enseñante como instructor de literatura de españa en la Universidad de Oxford y en el Wellesley College (Massachusetts). Ya desde sus primeros títulos se descubrió como entre las voces mucho más personales de la narrativa de españa actualmente. El creador, cuya voz es observable en sus proyectos, lleva a cabo individuos complejos y ocasiones dudosas, explorando delicadamente novedosas fórmulas literarias. Aunque el marco de sus novelas y cuentos es la vida diaria, son usuales las referencias culturalistas, en su mayor parte tomadas de las letras inglesas, de las que es enorme conocedor (consiguió el Premio Nacional de Traducción en 1979 por sus ediciones de Laurence Sterne, entre los autores mucho más complejos de esa lengua).
Publicó antes de los veinte años su primera y ahora madura novela, Los dominios del lobo (1971), llena de peripecias ambientadas en Estados Unidos, redactada en un estilo con agilidad periodístico que rendía homenaje tanto al admirado cine hollywoodiano de las décadas de 1950 y 1960 como a un olimpo privado de prosistas norteamericanos, entre ellos William Faulkner, Dashiell Hammet, Herman Melville y S. S. Van Dine. La novela formó entre los primeros rastros de la revuelta generacional de la década de 1970, que llevaría a un atrayente conjunto de prosistas y de versistas (populares con la denominación de "muy nuevos") a negar la tradición literaria de españa que se identificaba, más que nada, con el color local de múltiples etapas de realismo.
Javier Marías fue entre los máximos exponentes de esta novedosa inclinación estética que ubicaba su filiación cultural fuera del campo ibérico, oponiéndose directamente al pomposo amor por la patria que platicaba el régimen de Francisco Franco, pero asimismo a la literatura didáctica y componente de sus contrincantes. Con Travesía del horizonte (1973) experimentó una escritura desarrollada sobre los cánones de la novela eduardiana, exhibiendo la predominación de Joseph Conrad y de Henry James como provocador manifiesto artístico, que reclamaba para el hecho literario la primacía de una imaginación libre de las obligaciones testimoniales, tanto en la decisión de los temas como en los elementos expresivos.
Como otros muchos autores de su generación, semeja tener de español solo la lengua; sus ricas creaciones sintácticas y su léxico delicioso no tienen la posibilidad de prescindir, no obstante, del patrimonio de distinción formal que hunde sus raíces en el Siglo de Oro. El hecho de que el lenguaje se exprese en ocasiones por medio de los escritores mucho más de lo que están prestos a aceptar se revela en la original obra El monarca del tiempo (1978), que Javier Marías definió como "novela" pese a estar formada por tres narraciones, un ensayo literario y una pièce teatral, unificados por un sutil y polivalente análisis de las implicaciones temporales de la realidad, analizadas con razonamientos variadísimos, que toman como referencia desde un general napoleónico hasta el Julio César de Shakespeare, pasando por un ángel sobrehumano.
Con la novela El siglo (1983), considerada como entre los ejemplos de narrativa mucho más atrayentes del posfranquismo, Marías diluye el experimentalismo inicial para narrar las contrariedades que tienen como marco un país al que jamás se nombra, pero que una peculiar guerra civil deja detectar con España, pese a los poco probables panoramas de su geografía y de las polivalencias lingüísticas de los nombres de ciertos individuos. Con una prosa ora solemne, ora burlesca, que evoca los refinamientos estilísticos del barroco, en especial la lengua inglesa, la novela cuenta el parabólico destino de un ambiguo personaje, nacido no por al azar en 1900, que se identifica tortuosamente con los esplendores y las miserias de la España del siglo XX. Una historia de impulsos nobles y de selecciones ignominiosas, de pasiones trascendentales y juegos rudos, cruzada por un austero sentimiento de la desaparición que la convierte en un nuevo desengaño de nuestro tiempo, y que forma parte tanto a la tradición de españa como a la civilización de todo el mundo occidental.
El tono delicadamente irónico y reflexivo, tal como el persistente importancia del narrador en intrigas un poco nebulosas, vuelven a mostrarse en Todas las ánimas (premio Ciudad de Barcelona, 1989), evocación desmitificadora de los un par de años que pasó en la Universidad de Oxford. No obstante todos estos refulgentes antecedentes, Javier Marías no empezó a ser un escritor realmente habitual hasta Corazón tan blanco (1992), libro de composición circular que versa sobre los riesgos de saber en nuestro pasado corriendo el peligro de conocer lo que debería mantenerse oculto, y con el que consiguió el Premio de la Crítica.
Su siguiente novela, Mañana en la guerra piensa en mí (1995), cuenta un hecho sobrecogedor que tuvo secuelas indelebles en la vida del personaje primordial, un escritor de guiones de televisión y escritor llamado Víctor Francés. Con esta novela se afianzó el prestigio y la difusión de Javier Marías, en tanto que llovieron sobre él los premios de todo el mundo, entre aquéllos que se destaca el Rómulo Gallegos, que se le concedió ese año.
Más tarde publicó Negra espalda del tiempo (1998) y emprendió una amplia trilogía con Tu rostro mañana 1. Fiebre y lanza (2002), a la que prosiguió Tu rostro mañana 2. Baile y sueño, en 2004, y que se completó con Tu rostro mañana 3. Veneno y sombra y adiós (2007). También es creador de los libros de cuentos Mientras ellas duermen (1990) y Cuando fui mortal (1996), del volumen de ensayos Pasiones pasadas (1991), de la compilación de biografías Vidas escritas (1992) y de las recopilaciones de productos Literatura y espectro (1993), Vida del espectro (1995), Seré amado en el momento en que falte (1999), El trabajo de oír llover (2005) y Donde todo sucedió. Al escapar del cine (2005). De 2011 son el libro de literatura infantil Ven a procurarme y la novela Los enamoramientos. En 2006 fue escogido integrante de la Real Academia De españa.
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