Jane Goodall

La historia de la civilización está escrita por aquellos hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado queel mundo, de un modo u otro,progrese.

Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Jane Goodall es uno de esos seres humanos cuya vida, en efecto, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Jane Goodall es comprender más sobre época determinada de la historia del ser humano.

Vida y Biografía de Jane Goodall

(Londres, 1934) Zoóloga y antropóloga británica. Jane Goodall nació en Londres el 3 de abril de 1934, y medró en la ciudad de Bournemouth (costa sur de Inglaterra). En su segundo aniversario, su padre le obsequió un chimpancé de juguete llamado Jubilee, del que Jane se encariñó desde el primer instante y que hoy en día, varios años después, prosigue sentado en una silla en su casa de Inglaterra.

A los 4 años sintió enorme curiosidad por comprender por dónde salían los huevos de la gallina, lo que la llevó a pasar múltiples horas «estudiando» el tema en un gallinero. Aunque la desaparición de la pequeña a lo largo de esas horas había alarmado a la familia, que aun informó a la policía, su madre, Vanne, siendo consciente de la excitación de la pequeña por el hallazgo que terminaba de llevar a cabo, se sentó a percibir con paciencia la fantástica historia de de qué manera pone una gallina un huevo, en vez de reñirla.

Las lecturas preferidas de Jane a lo largo de su niñez fueron los libros sobre la vida de los animales, como El libro de la selva de Rudyard Kipling, lo que indudablemente contribuyó a que a los diez años ahora soñase con proceder a África, vivir entre los animales y redactar sobre ellos. Este sueño terminaría por cumplirse en buena medida merced al acompañamiento de su madre, que, como recuerda exactamente la misma Jane, le había enseñado que si enserio se quiere algo, se trabaja duro para lograrlo, se aprovechan las ocasiones que se muestran y si uno no se rinde, por último está el sendero que dejará realizar situación los sueños.

En 1957, con veintitrés años recién cumplidos, tras estudiar secretariado y trabajar en una compañía de reportajes en Inglaterra, y merced a la convidación de una amiga para moverse a Nairobi, ha podido viajar a África, más allá de que antes, para costearse el pasaje, trabajó múltiples meses de camarera.

Relación con Louis Leakey

En Kenia entró en contacto con el popular antropólogo Louis Leakey (1903-1972) y, si bien no tenía la capacitación académica correcta, tras expresarle su interés por el estudio de los animales, fue contratada como asistente, y viajó con él y su mujer (la arqueóloga Mary Leakey) a la garganta de Olduvai en pos de fósiles de homínidos.

Más tarde, Leakey le ofreció la oportunidad de estudiar los chimpancés en su ámbito natural, en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania. Allí se trasladó en el mes de julio de 1960, acompañada a lo largo de tres meses por su madre, frente a las reservas de las autoridades británicas de dejar que una mujer joven viviera sola con animales salvajes.

Se empezaban de este modo sus estudios sobre los chimpancés, que le dejaron, entre otras muchas cosas, ver en el mes de octubre de ese año por primera vez que estos animales edifican y usan herramientas para atrapar termitas que pertenecen a su dieta. De este modo pasó a ser parte del conjunto de estudiosos, prácticamente todos mujeres, que con el acompañamiento de Leakey han contribuido al avance en el estudio de los enormes primates (Birute Galdikas con los orangutanes en Borneo, Diane Fossey con los gorilas de los volcanes Virunga y Jane Goodall con los chimpancés en Tanzania).

En 1964 se casó con el barón Hugo van Lawick, fotógrafo de la National Geographic Society, de quien se divorciaría en 1974. Con Lawick, creador de las imágenes mucho más reconocidas de la antropóloga, tendría en 1967 su único hijo, Hugo Eric Louis, Grub. En 1975 contrajo segundas nupcias con Derek Bryceson, directivo de los Parques Nacionales de Tanzania y parlamentario británico (fallecido de cáncer en 1980), con cuya asistencia aseguró la pervivencia del Parque Nacional de Gombe.

Trabajos de campo

Aunque los inicios de sus indagaciones fueron duros debido al rechazo inicial de la población de chimpancés, de a poco los animales se fueron habituando a la existencia de Jane y esta comenzó a conseguir los primeros desenlaces. A partir de 1964 formó un aparato con cuya asistencia compendió y procesó la información lograda hasta el momento, lo que dejó que el Gombe Stream Research Center se transformase en entre las estaciones de campo mucho más esenciales de todo el mundo para el estudio del accionar animal.

Un año después, en 1965, consiguió el doctorado honorario en etología por la Universidad de Cambridge (siendo entre las realmente pocas personas que lo alcanzó sin terminar la carrera), bajo la supervisión del instructor Robert Hinde, quien la animó a proseguir sus trabajos pese al escepticismo de todo el mundo científico. Dos años después fue nombrada directiva del Gombe Stream Research Center. Entre 1971-1975 fue maestra convidada de la Universidad de Stanford y, desde 1973, asimismo de la de Dar es Salaam (Tanzania).

En 1977 creó el centro que transporta su nombre, Jane Goodall Institute for Wildlife Research, Education and Conservation, cuyo propósito primordial es impulsar programas de conservación de la clase y optimización de las condiciones de vida de los chimpancés. En 1987, esta reconocida científica abandonó la realización de trabajos de campo y se instaló en la ciudad de Bornemouth, donde pasa los un par de meses por año que radica en Gran Bretaña, en tanto que, a sus prácticamente setenta años, dedica trescientos días por año a viajar por todo el planeta en defensa de los animales y de su confort, dando charlas sobre la destrucción del medioambiente y el calentamiento global.

Asimismo, pelea por hallar unas mejores condiciones de vida para los primates en los zoológicos de todo el planeta y contra el comercio ilegal y los ensayos con estos animales. Si todo prosigue como hasta la actualidad, asegura, en cien años los enormes primates por el momento no van a existir, si bien el día de hoy sepamos que el 98 % de nuestro génoma es idéntico al del chimpancé, o sea, que nos diferenciamos de ellos en tan solo un 2 %.

Una vida en defensa de los primates

Los sacrificios de Jane Goodall están totalmente justificados, puesto que las ciudades de estos primates han descendido de manera preocupante y continuada en las últimas décadas. Hoy en día se calcula que hay unos cien.000 chimpancés, 20.000 bonobos, 50.000 orangutanes, 120.000 gorilas de costa y de las tierras bajas y tan solo 600 gorilas de montaña. Los cazan para consumir su carne y para utilizar sus órganos como estimulantes sexuales y en preparados de medicina clásica.

Asimismo son apresados para engrosar las compilaciones de zoológicos y de coleccionistas privados y para ser útil de material vivo para ensayos científicos. Además, el desarrollo de las ciudades humanas y el incremento de la área del territorio destinada a la agricultura suponen una destrucción sistemática de su hábitat natural.

Los trabajos de campo de Jane Goodall han tolerado realizar varios descubrimientos relativos a los hábitos de los chimpancés, como la utilización y la fabricación de herramientas y la consiguiente transmisión de tradiciones que ello transporta aparejado, el omnivorismo de unos animales considerados a lo largo de años de forma exclusiva herbívoros, y el hallazgo, la observación y el estudio de hábitos de adopción, canibalismo, lugar de relaciones y composición popular.

Jane Goodall es autora de sobra de setenta productos, diez películas y varios libros (cinco particularmente infantiles), una producción muy larga y traducida a múltiples lenguajes. Entre sus proyectos publicadas en español se puede destacar En la senda del hombre. Vida y prácticas de los chimpancés (1986), Los chimpancés de Gombe (1986), A través de la ventana. Treinta años aprendiendo a los chimpancés (1994) y Gracias a la vida (2002), escrito en colaboración con Phillip Berman.

Goodall, que es la única no tanzana premiada con la Medalla de Tanzania, es integrante de la Orden del Imperio Británico y fué condecorada con múltiples premios y distinciones, entre ellos la Medalla Hubbard de la National Geographic Society (1995) y los premios Kioto (1990), Caring (1996) y Gandhi/King de la No Violencia (2001). Desde 2002 es Mensajera de la Paz de la ONU.

En 2003 recibió la Medalla Benjamin Franklin (USA) y el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, concedido por su «trascendental aportación científica», que permitió una mejor entendimiento de los chimpancés y de «las raíces del accionar y la civilización humanas». Asimismo, está en posesión de sobra de veinte doctorados honoris causa por universidades y también instituciones de todo el planeta.

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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente imprescindibles, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de una persona como Jane Goodall, que detentó su importancia en un momento concreto de la historia, es indispensable tratar de brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

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