La historia del mundo la narran aquellos hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado queel mundo, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a otros o formando parte de la acción. James Monroe es una de las personas cuya vida, en efecto, merece nuestro interés debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de James Monroe es comprender más sobre una época concreta de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la trascendencia que atesoró James Monroe en la historia. Cómo vivió y lo que hizo en el tiempo en que estuvo en este mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a James Monroe, sino que tal vez produjo una señal mucho más insondable de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a James Monroe de modo personal.James Monroe fue una persona que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como James Monroe, cautivan nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de James Monroe, el motivo por qué James Monroe vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma implacable, la historia.
(Westmoreland, Virginia, 1758 - Nueva York, 1831) Quinto presidente de los Estados Unidos de América, último de la generación que protagonizó la Revolución por la Independencia. Se unió al ejército de George Washington en 1776. Terminada la guerra contra Gran Bretaña con el reconocimiento de la independencia de los Estados Unidos, James Monroe logró una refulgente carrera política: fue integrante del Congreso Continental (1783-86), senador (1791-94), embajador en París (1794-96) y en Londres (1893-06), gobernador de Virginia (1799-1802 y 1811), secretario de Estado (1811-17) y de Guerra (1814-15) y, al fin, presidente de Estados Unidos (1817-25).
Desde el momento en que se opuso a la aprobación de la Constitución de 1787, James Monroe fue un preparado defensor de la autonomía de los Estados en oposición al poder del gobierno federal, siguiendo la línea del Partido Republicano que fundaran Thomas Jefferson y James Madison (antecedente del presente Partido Demócrata). Pero, una vez escogido presidente (1816), se consideró mucho más hombre de Estado que de partido y trató de representar a toda la nación. En consecuencia, a lo largo de sus 2 ordenes se apaciguaron las tensiones políticas entre federalistas y republicanos.
Si bien cuestionó la rivalidad del Congreso para limitar la esclavitud en los distintos Estados, aceptó la estabilidad pactado entre los intereses del Norte y los del Sur por el Compromiso de Missouri (1820), que dividía el país en Estados esclavistas y Estados abolicionistas. La Administración Monroe fijó asimismo las fronteras con el Canadá británico (Convención de Londres, 1818) y extendió el territorio estadounidense a través de la adquisición de Florida a España (1819).
Pero es recordado, más que nada, por haber acuñado la doctrina Monroe, sintetizada en la máxima: «América para los americanos» (1823). Dicha iniciativa, pronunciada en el contexto de los intentos españoles por reconquistar las colonias que había perdido en el conjunto de naciones americano, iba apuntada más que nada contra las tentaciones de otras potencias de europa (principalmente Gran Bretaña) de prolongar su predominación sobre América ocupando el vacío que dejaba el hundimiento de los imperios español y portugués (en verdad, se elaboró como contestación a la convidación británica para comenzar una política conjunta en Iberoamérica).
La iniciativa presidiría la política exterior de Estados Unidos hasta nuestros días, teniendo en cuenta todo el hemisferio americano como región de predominación única, donde cualquier intromisión de las potencias de europa sería considerada un acto hostil. Expresaba de este modo Monroe un pensamiento, muy extendido entre los líderes norteamericanos, según el que la nación que habían fundado, una vez afianzadas sus instituciones republicanas y rotos los nudos con la vieja Europa, se encontraba llamada a cumplir un destino particular, que empezaba por asegurar su independencia y hegemonía continental y reclamar el respeto de las considerables potencias.
El desenlace de su presidencia estuvo marcado por las discusiones sucesorias, que bloquearon las ideas políticas del presidente. Retirado de la vida pública, vivió sus últimos años con enormes adversidades económicas.
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Está claro que llegar a comprender a James Monroe es algo que está reservado a escasas personas, y que pretender reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de James Monroe es una especie de puzzleque probablemente logremos reconstruir si colaboramos todos juntos.
Debido a esto, si eres de las personas que creen en que colaborando se puede crear algo mejor, y posees información acerca de la existencia de James Monroe, o acerca de algún elemento de su personalidad u obra que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de una persona como James Monroe, que poseyó su importancia en un momento concreto de la historia, es fundamental intentar brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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