Jaime I el Conquistador

La historia de las civilizaciones la narran aquellos hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho queel género humano, de una forma u otra,prospere.

Ya sea inspirando a más seres humanos o tomando parte de la acción. Jaime I el Conquistador es una de esas personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Jaime I el Conquistador es conocer más sobre periodo preciso de la historia del género humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que atesoró Jaime I el Conquistador en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo mientras permaneció en el mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que trataron a Jaime I el Conquistador, sino que tal vez dejó una señal mucho más insondable de lo que podamosfigurar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Jaime I el Conquistador de forma personal.Jaime I el Conquistador fue una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Jaime I el Conquistador, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la existencia de Jaime I el Conquistador, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Jaime I el Conquistador, gentes a quienes de un modo u otro Jaime I el Conquistador influyó, y por supuesto, comprender y entender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Jaime I el Conquistador.

Las biografías y las vidas de personas que, como Jaime I el Conquistador, cautivan nuestra atención, deben ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Jaime I el Conquistador, el motivo por el cual Jaime I el Conquistador vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Jaime I el Conquistador

(Montpellier, de hoy Francia, 1208 - Valencia, 1276) Rey de Aragón, conde de Barcelona y señor de Montpellier (1213-1276) y rey de Mallorca (1229-1276) y de Valencia (1239-1276).

Hijo del rey Pedro II de Aragón y de María de Montpellier, Jaime I el Conquistador se transformó en soberano de la Corona de Aragón con tan solo cinco años, al fallecer su padre en la guerra de Muret (1213), donde Pedro II defendía a sus vasallos languedocianos en frente de los cruzados de Simón de Montfort.

Tras una extendida y turbulenta minoría de edad, a lo largo de la que los dirijas del joven monarca (sus tíos el conde Sancho I de Rosellón y el infante Fernando de Aragón, consecutivamente) debieron sofocar las continuas rebeliones de la nobleza aragonesa, Jaime I aceptó la dirección de sus Estados en 1225 y también procuró sin éxito apoderarse Peñíscola.

Un par de años después, la paz de Alcalá firmó el definitivo triunfo de la monarquía sobre los nobles de Aragón y dio a Jaime I la seguridad que se requiere para dejarle comenzar sus campañas militares, dirigidas contra los musulmanes del levante peninsular. Ante el perjuicio que la rivalidad comercial y la piratería de los sarracenos de las Baleares causaban a los mercaderes catalanes, Jaime I de Aragón emprendió en 1229 la conquista de Mallorca con la victoriosa guerra de Portopí.

Tras la toma de Ciudad de Mallorca (diciembre de 1229), se apoderó en pocos meses de prácticamente toda la isla; solo un pequeño núcleo de resistencia musulmana logró sostenerse en la sierra de Tramontana hasta 1232. Entretanto, el monarca estableció un protectorado sobre Menorca, firmado por el tratado de Capdepera, por el que los sarracenos menorquines admitieron su soberanía (1231). Por último, cedió la sumisión de Ibiza a la alta aristocracia catalana, que la logró eficaz en 1235.

Dominadas las Baleares, Jaime I de Aragón aceptó en 1232 la dirección de la conquista de Valencia. Tanto en Mallorca como en Valencia, Jaime I decidió hacer reinos autónomos, pero integrados en la Corona de Aragón. Los últimos años de vida de Jaime I fueron amargos, en tanto que, por un lado, asistió al fracaso de sus 2 tentativas de efectuar una cruzada en Tierra Santa (1269 y 1274), y, por otra, debió llevar a cabo en frente de la rebelión de su primogénito, el infante Pedro, y a los desórdenes feudales acaudillados por su hijo bastardo Fernando Sanchís de Castro.

Hombre culto y también capaz, Jaime I el Conquistador impulsó la expansión comercial catalana por el Mediterráneo, resguardó a los judíos, organizó el Consell de Cent o gobierno municipal de Barcelona, fomentó la redacción del Libro del Consulado de Mar (una colección de derecho marítimo) y escribió o dictó él mismo una autobiografía famosa como Llibre dels feyts. A su muerte, acontecida en Valencia el 27 de julio de 1276, dividió sus reinos entre sus hijos Pedro III de Aragón, al que correspondieron Aragón, Cataluña y Valencia, y Jaime II de Mallorca, quien recibió las Baleares, el Rosellón y Montpellier.

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