La historia de las civilizaciones la escriben aquellas mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,avance.
Ya sea inspirando a otras personas o siendo una pieza esencial de la acción. Jacques Feyder es una de esas personas cuya vida, sin duda alguna, merece nuestro interés debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Jacques Feyder es comprender más acerca de un periodo concreto de la historia del ser humano.
Las biografías y las vidas de personas que, como Jacques Feyder, seducen nuestro interés, tienen que servirnos siempre como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Jacques Feyder, el motivo por el cual Jacques Feyder vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma implacable, la historia.
Vida y Biografía de Jacques Feyder
(Jacques Fréderix; Ixelles, 1888 - Prangins, 1948) Director de cine belga. A la desaparición de su madre y siendo joven, mostró su deseo de comenzar la carrera de actor, lo que le supuso confrontar con su padre. Este le llegó a prohibir usar el apellido paterno y él entonces lo cambió por el de Feyder, con el que habría de hacerse popular. Poco antes de la Primera Guerra Mundial actuó en Lyon, donde conoció a la que habría de ser su mujer, la actriz Françoise Rosay. Trabajó más tarde en París participando en la película de Louis Feuillade Los Vampiros. En 1916 le contrata como directivo el popular productor Gaumont, para el que efectuó una aceptable proporción de grabes, que, más allá de que se perdieron u olvidado, formaron un óptimo banco de pruebas donde enseñar su talento y forjar su personalidad. Llamado a filas, participó en ocupaciones del ejército belga.
De 1920 es la primera película esencial en su trayectoria, La Atlántida. El rodaje se realizó en el desierto. Aunque su experiencia y capacidad son probadas, la obra ha permitido mal el correr del tiempo. En ella resalta la interpretación de Stacia Napierkowska. En 1922 efectúa Crainquebille, fundamentada en asocien novela de Anatole France, con la que recogió encomios del propio David W. Griffith. Durante cierto tiempo Feyder insistió en rodar adaptaciones literarias, como por poner un ejemplo Carmen, interpretada por la entonces habitual artista de españa Raquel Meller; probablemente procuraba, amparándose en el prestigio de los títulos, hallar un asentimiento de la crítica y del público. A pesar de todo, Feyder sabía dotar a sus adaptaciones del bastante ritmo cinematográfico para que la traslación del artículo no fuera un mero calco.
En 1928 los norteamericanos, siempre y en todo momento alerta a las figuras que brotaban en Europa, le ofrecieron un contrato para trabajar del otro lado del Atlántico. La oferta le vino a través de la MGM y el directivo franco-belga se instaló en California. No obstante, la maquinaria de los enormes estudios imponía unas condiciones de trabajo a las que los de europa se adaptaban con algunas adversidades. A pesar de todo, los títulos terminaron llegando y Feyder trabajó con Greta Garbo en su última película muda (The Kiss, 1929). Trabó amistad con enormes estrellas como Murnau, Jannings y otros.
De regreso a Europa inició una colaboración con Charles Spaak, escritor de guiones belga de enorme prestigió en los años treinta y 40, integrante de una esencial familia de actores y políticos. El signo de la desaparición (1934) fue el fruto de su primer acercamiento. El efecto narrativo de que una mujer rubia apareciera después de castaña y el régimen del tema forjan el antecedente de lo que años después llegaría a ser Vértigo. Después vino Pensión Mimosas (1935), otra obra de enorme éxito, donde su mujer, Françoise Rosay, tuvo una señalada actuación.
En este año se marcha a generar el que va a ser el mayor triunfo de su trayectoria y entre las películas cimas de la cinematografía europea de la primera mitad del siglo. Se trata de La Kermesse heroica, un largometraje que detalla una anécdota de los Tercios españoles en Flandes y que, rodada en tono de comedia, era un muy, muy brillante ejercicio de escenificación, interpretación y descripción de individuos. La película consiguió galardones esenciales y apoyó la personalidad de Feyder como entre los directivos con mayor talento de la temporada.
A resultas del éxito conseguido, fue llamado a Inglaterra, por el poderoso Alexander Korda, para rodar la adaptación de una novela de James Hilton llamada La condesa Alexandra (1937). Aunque los personajes principales eran de nuevo actores de prestigio como Robert Donat y la equívoca Marlene Dietrich, Feyder volvía a tropezar con el maleficio de que no conseguía exactamente el mismo éxito en el momento en que rodaba en Francia que en el momento en que lo hacía en otra lengua.En 1939 Feyder se desplazó al norte del Círculo Ártico para efectuar secuencias de La ley del Norte. Se causó el estallido de la Segunda Guerra Mundial y el largometraje se estrenó ahora en los años 40 con el título de La pista del Norte.
Durante la guerra, Feyder se trasladó a Suiza, donde rodó Una mujer desaparece (1941), en la que Françoise Rosay interpretaba a 4 mujeres distintas.
Tras la guerra, entró en un mal periodo. Nunca fue colaboracionista, pero hubo quien estimó que había alimentado algún género de simpatía por los alemanes. Aunque nunca se le elaboró ningún género de acusación, la verdad es que padeció un periodo depresivo, donde el trabajo escaseó para él. El matrimonio debió valerse entonces de la actividad de la mujer, que efectuó giras teatrales por Francia y el norte de África, con contenidos escritos escritos por el marido. Mientras, Feyder se dedicó a la enseñanza del cine en Ginebra y a redactar un libro sobre cine.
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