Ivo Pitanguy

La historia del mundo la narran las mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela sociedad, de una forma u otra,avance.

Ya sea inspirando a más personas o formando parte de la acción. Ivo Pitanguy es una de las personas cuya vida, sin duda alguna, merece nuestro interés debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Ivo Pitanguy es comprender más acerca de una época concreta de la historia de la humanidad.

Vida y Biografía de Ivo Pitanguy

(Belo Horizonte, 1926 - Río de Janeiro, 2016) Cirujano brasileiro, reconocido como el padre de la cirugía estética actualizada. Ivo Helcio Jardim de Campos Pitanguy, mucho más popular como Ivo Pitanguy, nació el 5 de julio de 1926 en Belo Horizonte, hijo de Maria Staël Jardim de Campos Pitanguy, poeta y humanista, y de Antônio de Campos Pitanguy, médico cirujano y asimismo humanista.

Tras cursar los primeros estudios y secundaria en su localidad natal, ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Minas Gerais, pero en segundo se inscribió en la Universidad de Brasil, de hoy Universidad Federal de Río de Janeiro, donde se licenció en 1946. Su interés por la cirugía plástica y reparadora nació de la disarmonía que sentían la gente con relación a su imagen por ciertas lesiones consideradas inferiores pero que les creaban un cierto complejo de inferioridad.

Años de capacitación

Terminados sus estudios en Brasil, partió hacia una extendida peregrinación para perfeccionar sus entendimientos con autoridades en la materia en Estados Unidos y en Europa, merced a una beca que le concedió el Institute of International Education. Trabajó, entre otros muchos, con el doctor John Longacre en el Bethesda Hospital de Cincinatti, y como médico visitante en la Clínica Mayo (Minnesota) y en el servicio de cirugía plástica del doctor John Marquis Converse, en Nueva York.

Más tarde, trabajó al lado de reputados médicos de la especialidad en el Hospital Americano de París y en otras instituciones francesas. Terminó su periplo europeo en Inglaterra, donde prestó sus servicios en el Park Prewest Hospital, el Basingstoke and Rooksdownhouse Hospital, el Queen Victoria Hospital, cuyo departamento de cirugía plástica dirigía el prestigio doctor sir Archibald McIndoe, el Churchill Hospital y, por último, en el Royal Orthopedics Hospital (Derbyshire).

De regreso a su país, en 1949 comenzó a poner en práctica sus entendimientos en el Hospital Santa Casa de Misericórdia de Río de Janeiro, cuya sección de cirugía plástica dirigiría desde 1952. En 1954 creó el primer Servicio de Cirugía Plástica para quemaduras y reparadora en el Hospital Souza Aguiar, de exactamente la misma localidad, en el momento en que ahora había sido nombrado jefe del servicio de la Casa de Misericórdia. En 1961 inventó y organizó el Servicio de Quemados del Hospital Antônio Pedro, con motivo del trágico incendio que arrasó el Circo Norteamericano en Niterói, en el que quinientas personas perdieron la vida y mucho más de 4 mil padecieron quemaduras de diferente cuenta.

La Clínica Ivo Pitanguy

En 1963 creó la Clínica Ivo Pitanguy, y fue nombrado instructor titular del Departamento de Cirugía Plástica de la Universidad Pontificia Católica en Río de Janeiro y del Instituto de Posgraduado Médico Carlos Chagas.

La clínica que transporta su nombre cuenta por su parte con el Centro de Estudios Ivo Pitanguy (CEIP), asociación no lucrativo destinada a la investigación y al perfeccionamiento de la cirugía plástica. En su cátedra de la Santa Casa de Misericórdia y de la vanguardista Clínica Ivo Pitanguy se han formado, en un curso que se compone de tres años teorético-prácticos, mucho más de quinientos de cirujanos plásticos de Brasil y otros muchos de otros 40 países.

Mientras que, por las manos del doctor Pitanguy iban pasando celebridades y gente anónima de distintas latitudes: «Ello me enseñó que el hombre es uno solo, y el confort en su privacidad no es una consecuencia del sentido de salud orgánica, sino más bien el sentido de convivir en paz con nuestra imagen, ya que la cara de cada sujeto refleja su carácter y temperamento, es el espéculo de su cosmos interior».

Su popularidad se extendió como la pólvora y fue invitado por emperatrices destronadas que le tienen que la conservación de su hermosura, pero asimismo por astros del cine y del rock. Fue huésped de honor de Mohammad Reza Pahlavi en Irán, de las autoridades de Turquía, de Hussein de Jordania o del gobierno de Kuwait, entre otros, al paso que ejercitaba de instructor o conferenciante en mucho más de cien instituciones médicas o asociaciones de cirugía plástica en los cinco continentes, donde, además de sus entendimientos teóricos, efectuó innumerables muestras quirúrgicas.

Pero Pitanguy es considerablemente más que el padre de la cirugía estética actualizada. Era un personaje que recitaba de memoria a Goethe y a Federico García Lorca, y pertenecía a la Academia de las Letras de Brasil. Para él la cirugía no se podía banalizar y no debía trastocar la personalidad: «Es esencial para restituir la imagen en varias oportunidades, pero jamás por imposición externa. Por ello, en ocasiones he sugerido un régimen psicológico en lugar de un bisturí». De ahí su opinión sobre Michael Jackson: «Es un personaje dismorfóbico que odia su fachada. No se puede poner una nariz sajona en una cara negra, hay que respetar nuestra etnia».

Presidente del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro a lo largo de diez años, fue integrante del Consejo Deliberativo del Instituto Brasileño de Educación, Ciencia y Cultura, de la Comisión Nacional de la Unesco y del Comité de Salud de la Comisión de Estudios Constitucionales, por ejemplo instituciones.

Un profesor de prestigio en todo el mundo

Miembro del Consejo Editorial de distintas publicaciones científicas nacionales y extranjeras, tal como titular de varias academias médicas, tanto en América como en Europa, en 2003 había efectuado mucho más de 80.000 cirugías plásticas, estéticas y reconstructoras. Publicó además de esto mucho más de ochenta proyectos y fue creador de sobra de ochocientos trabajos aparecidos en gacetas científicas de Brasil y del extranjero. Entre sus proyectos resaltan Aesthetic surgery of the head and body (premiado como mejor libro científico en la Feria del Libro de Frankfurt en 1981), Les chemins de la beauté (1983), El arte de la hermosura (1984) o Atlas de cirugía palpebral (1994, premio Jabutí en la categoría de «libro científico»).

Su tarea fue conocida con incontables galardones y distinciones. Doctor honoris causa por múltiples universidades (Tel Aviv, París, Bolonia, etcétera.), en 1987 recibió el Premio Jurzykowski de la Academia Nacional de Medicina. Condecorado con la Orden de Caballero de la Legión de Honor, a inicios de 2003 fue alto a la categoría de Oficial de la Legión de Honor, siendo más tarde presidente de esta organización francesa en Brasil. Por su aportación a la ciencia recibió mucho más de cien galardones de las mucho más reputadas instituciones mundiales. Su popularidad llegó a ser tan enorme que hasta la localidad de Indianápolis proclamó el 5 de marzo «Día del doctor Ivo Pitanguy».

«El humano nunca debe jubilarse, sino más bien llevar a cabo otras cosas que le han impedido su trabajo o la atención a los hijos pequeños», ha dicho más de una vez. Amaba bastante deporte y lo prosiguió llevando a la práctica hasta avanzada edad: buceaba, jugaba al tenis y practicaba el esquí y el karate. Fue deportista y apasionado de la naturaleza desde su niñez, y siempre y en todo momento defendió el deporte como especialidad de vida. En su adolescencia fue nadador y tenista preparado del Club de Tenis Minas, que se proclamó vencedor a lo largo de seis años. A título individual, Pitanguy conquistó múltiples títulos tenísticos para el Club y para el estado, pero tomándoselo siempre y en todo momento como una afición.

Durante sus últimos años, Pitanguy vivió en su isla especial, en Angre 2 Reis, donde sostenía un criadero para animales silvestres, que viene dentro en un emprendimiento nacional destinado a la conservación de especies en riesgo de extinción. Tenía, además de esto, un emprendimiento de maricultura. Desde 1955 Ivo Pitanguy estuvo casado con Marilu Nascimento, con la que tuvo 4 hijos: Ivo, Gisela, Helcius y Bernardo, que próximamente le darían varios nietos. Era reluctante a intervenir el cuerpo de un familiar. Aun de esta forma, su vocación le llevó a retocarle un tanto la cara a su mujer en el año 2000, utilizando una operación ginecológica. Cuando se miró al espéculo, afirma Pitanguy que se quedó «contentísima». ¡De qué manera no!

En 2003, pese a su avanzada edad, seguía con su actividad en la clínica que transporta su nombre, centro de referencia en el que se han formado los más destacados cirujanos plásticos de todo el mundo entero. Pero su reconocimiento universal hay que, especialmente, a que prestaba asimismo atención a quienes carecían de elementos y precisaban una reparación de su cuerpo para vivir de forma armoniosa con la sociedad. El culto al cuerpo, entre los símbolos de la sociedad de fines del siglo XX y principios del XXI, encontró en este singular personaje un líder, ya que para él la cirugía plástica, estética y reparadora era una rama que no debía apartarse de los postulados éticos.

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Sin duda alguna conocer en profundidad a Ivo Pitanguy es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Ivo Pitanguy es una suerte de enigmaque tal vez consigamos reconstruir si cooperamos todos juntos.

Por ese motivo, si eres de aquellos que creen en que de modo colaborativo se puede hacer algo mejor, y detentas información en relación con la vida de Ivo Pitanguy, o en relación con algún faceta de su figura u obra que no se observe en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.

Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Ivo Pitanguy, que poseyó su trascendencia en una época determinada, es esencia intentar mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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