La historia de las civilizaciones la escriben las personas quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado quela humanidad, de una forma u otra,progrese.
Ya sea inspirando a más seres humanos o formando parte de la acción. Inocencio VI es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Inocencio VI es comprender más acerca de periodo preciso de la historia de la humanidad.
(Étienne Aubert; Limoges, 1352 - Aviñón, 1362) Papa (1352-1362). Había sido instructor de Derecho Civil en Tolosa, donde creó entonces el Colegio de San Marcial.
Simple en sus prácticas, el papa Inocencio VI puso coto a los desmesurados permisos y fausto de los obispos y intentó achicar el lujo de la corte pontificia. Proveyó en personas de conocida aptitud los empleos eclesiásticos, derogó considerable suma de reservaciones y permisos, prohibió el desempeño simultáneo de múltiples provecho y envió a sus iglesias a los varios obispos que radicaban en Aviñón sin ser llamados, llegando a amenazarles con la excomunión.
Temerariamente sacó de la prisión al tribuno Cola Rienzi a fin de que le ayudara a derruir al asimismo tribuno Baroncetti, que tenía aterrada a la localidad de Roma con sus atrocidades. Rienzi, al que el pueblo había recibido como libertador, se transformó en un odioso déspota y, al final, fue ejecutado por el pueblo después de someterle a los mucho más ignominiosos tratos.
Con el objetivo de pacificar Italia, el papa envió al español Gil Álvarez de Albornoz, y le proporcionó el gobierno de los Estados Pontificios. Gil Álvarez logró en escaso tiempo reconquistarlos todos y marchó a Avignon a entrevistarse con el papa, que a la sazón estaba allí.
Las relaciones entre Inocencio y el emperador Carlos IV se enfriaron bastante con ocasión de la Bula de Oro de 1356, llamada de este modo por la pequeña lámina de oro donde se encontraba grabado el sello imperial; el emperador se proporcionaba el derecho de escoger soberano sin tener en consideración la intención del Soberano Pontífice de denominar vicarios del Imperio en el caso de vacante. Finalmente, el emperador publicó una orden donde prohibía bajo severas penas usurpar los recursos de la Iglesia, con lo que se facilitó un convenio amistoso entre las dos partes.
Inocencio VI defendió con calor el emprendimiento de alzar una cruzada contra Arnaldo de Cervole, aventurero que devastaba Provenza, y de efectuar la unión de la Iglesia griega con la latina. En medio de estas negociaciones le sorprendió la desaparición en 1362, en el décimo año de su pontificado. Su sustituto fue Urbano V.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de una persona como Inocencio VI, que tuvo su relevancia en un momento concreto de la historia, es fundamental tratar de brindar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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