Ibn Sanchul o Sanchuelo

La historia del mundo está contada por aquellas personas queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado quela humanidad, de una forma u otra,avance.

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que detentó Ibn Sanchul o Sanchuelo en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo durante el tiempo que estuvo en este mundo fue determinante no sólo para quienes conocieron a Ibn Sanchul o Sanchuelo, sino que quizá legó una huella mucho más insondable de lo que podamosfigurar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Ibn Sanchul o Sanchuelo de forma personal.Ibn Sanchul o Sanchuelo ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Ibn Sanchul o Sanchuelo, seducen nuestra curiosidad, deben valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Ibn Sanchul o Sanchuelo, porqué Ibn Sanchul o Sanchuelo vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Ibn Sanchul o Sanchuelo

(Abd al-Rahmán Ibn Sanchul o Sanchuelo) Caudillo militar de al-Andalus, hijo de Almanzor, nativo de fecha ignota y fallecido en 1009. Gobernó desde la desaparición de su medio hermano Abd al-Malik al-Muzaffar en el mes de octubre de 1008 hasta hoy de su muerte solamente 4 meses después. Tras su corto reinado se causó la fragmentación del poder central de al-Andalus, iniciándose el periodo de tiempo de guerra civil o fitna que acabaría con la desaparición del califato de Córdoba y el nacimiento de los primeros reinos de taifas.

Hijo del caudillo amirí, Muhammad ibn Abi Amim al-Mansur, mucho más popular con su nombre cristianizado de Almanzor, y de una hija de Sancho II Garcés Abarca de Navarra, fue popular por los cronistas cristianos como Sanchuelo. Llegó al poder bajo la sospecha de haber envenenado a su hermano, si bien esta teoría no esta probada, en un instante en el que la situación del califato de Córdoba era muy frágil. La muerte de Abd al-Malik provocó que saliesen a la luz las profundas divisiones que existían entre eslavos, que formaban una parte de la guarda califal; árabes, herederos de la tradición; y bereberes, que controlaban el ejército desde el instante en que fueron reclutados en el Magreb por Almanzor.

A su llegada al gobierno como hachib, sus poderes eran absolutos, como legítimo heredero de su hermano, pero próximamente se probó su falta de conocimiento sobre los argumentos que habían mantenido primero a su padre y después a su hermano en el poder. Amigo personal de Hisham II, compartía con él su afición por el vino y las mujeres, comportándose de forma a veces excéntrica y desatendiendo sus funcionalidades en el gobierno.

Una de sus primeras acciones fue seducir al califa a fin de que le nombrara como su legítimo heredero; esto fue empleado por sus contrincantes como un arma, en tanto que para árabes y eslavos el cambio de la dinastía omeya por la amirí suponía una afrenta muy grave contra el orden predeterminado. Sanchuelo pretendía de este modo unificar en su persona el poder espiritual, en manos teóricamente del califa, y el poder temporal, heredado de su hermano.

Su caída se precipitó por los hechos sucedidos en los reinos cristianos a fines de 1008. En León, Alfonso V fue proclamado mayor de edad, tras el homicidio de Mendo González, regente hasta este instante; y se preparaba para sumarse a Sancho Garcia de Castilla, que había derrotado en el verano de ese año a Abd al-Malik. En Navarra Sancho III el Mayor alcanzaba la mayor parte de edad, siendo desde el año 1000 conde de Aragón, rey de Navarra; y desde el año 1018 asimismo tendría el poder en Sobrarbe y Ribagorza; este se presentaba como un feroz enemigo puesto que contrajo matrimonio con la hija mayor del conde de Castilla y era viable que entrara a ser parte de la coalición anti-musulmana. Ante tan arriesgado panorama, Sanchuelo decidió prepararse para efectuar una campaña militar en pleno invierno, en oposición a todos y cada uno de los consejos que recibió de sus ayudantes.

El 15 de febrero de 1009, utilizando la marcha de Sanchuelo hacia el norte peninsular, reventó la revuelta en Córdoba, instigada más que nada por árabes y eslavos, que no habían podido aguantar la última resolución, tomada antes de partir, del dirigente amirí que imponía a todos y cada uno de los dignatarios de la administración la utilización del atuendo berberisco, descartando de esta manera el clásico bonete árabe.

Esta resolución, de entrada intrascendente, suponía una afrenta muy grave para los dignatarios árabes y eslavos que estaban en la corte, ya que opinaban que se pretendía removerlos del poder y que la existencia de los bereberes fuera todavía mayor. El estallido de la crueldad fue conducido por Muhammad ibn Hisham, cuyo padre se había levantado contra Abd al-Malik en 1006; tras hacerse con el control de la región y la toma del alcázar, forzó a Hisham II a abdicar, y se proclamó califa con el nombre de Muhammad II.

Abd al-Rahman ibn Sanchul estaba en medio de una campaña en oposición a los cristianos, en el momento en que se enteró de los hechos acaecidos en Córdoba. Inmediatamente suspendió las acciones militares y emprendió el regreso. Según se aproximaba con su ejército a la localidad, se iban conociendo mucho más datos; el temor se extendió entre las tropas, que fueron abandonándole de a poco, hasta el momento en que no tuvo mucho más antídoto que resguardarse en un monasterio católico a riberas del Guadalmellato. El tres de marzo de 1009, fue encontrado y ejecutado por sus contrincantes.

Con su muerte se inició un periodo de tiempo de enorme inestabilidad, ya que el nuevo califa fue inútil de supervisar el malestar popular que se venía gestando desde tiempos de Almanzor. Las diferencias entre bereberes, eslavos y árabes eran insuperables, y sus combates por hacerse con el poder provocaron la división del poder central y la aparición de los reinos taifas.

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