La historia de la civilización la cuentan las mujeres y hombres queen el paso de los años, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado queel género humano, de un modo u otro,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la importancia que atesoró Husayn Ibn Alí en la historia. El modo en que vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para las personas que conocieron a Husayn Ibn Alí, sino que tal vez produjo una huella mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Husayn Ibn Alí en persona.Husayn Ibn Alí ha sido una persona que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Husayn o Hussein Ibn o Bin Alí; La Meca, 1853 - Ammán, 1931) Líder político y espiritual árabe. Fue jerife de La Meca entre 1908 y 1916 y rey de Hejaz desde 1916 a 1924. Reconocido por los musulmanes como descendiente de Mahoma, su pueblo le consideraba el padre de la revolución árabe.
Era integrante de la familia hachemita, la que tuvo el control de La Meca a lo largo del siglo XIX. En 1908 sucedió a su padre como jerife de La Meca. Su autoridad fue conocida ese año por el gobierno de los Jóvenes Turcos, con los que había predeterminado una angosta relación a lo largo de su estancia en Constantinopla en su juventud. Posteriormente, bajo el domino turco de Arabia, Husayn Ibn Alí se transformó en el gobernador de la zona de Hejaz.
Aprovechó el estallido de la Primera Guerra Mundial para romper sus nudos de dependencia con el Imperio Otomano. En 1915 firmó un tratado misterio de amistad con el Reino Unido, en virtud del que esta nación le apoyaría en su pelea para liberarse del yugo turco. En 1916, en el lapso de la Primera Guerra Mundial, encabezó una triunfadora revuelta contra la presencia turca en Arabia. Husayn Ibn Alí fue convencido de arrancar tal acción por el coronel Lawrence de Arabia, de quien recibió la garantía del gobierno británico que todas y cada una de las tierras árabes que no estuviesen bajo el control francés recibirían la independencia.
En octubre de 1916, tras contribuir a los británicos a despedir a los turcos de Arabia, se autoproclamó soberano de la zona de Hejaz y de toda Arabia. Sin embargo, sus socios solo le reconocieron formalmente como rey del Hejaz. Uno de sus hijos, Faisal (el futuro Faisal I de Irak), se puso adelante de un contingente árabe que cooperó con las tropas británicas y francesas en despedir a los turcos de Siria y Palestina. Husayn Ibn Alí estuvo representado en la Conferencia de Paz de Versalles por su hijo Faisal.
Pensando que los británicos no iban a cumplir la promesa de otorgar la independencia de Arabia y como queja contra los ordenes impuestos sobre Siria, Palestina y también Irak por Francia y Gran Bretaña, al terminar la guerra se negó a firmar el Tratado de Versalles. Como repuesta, los británicos le retiraron su acompañamiento en su pelea contra Ibn Saud, rey de Nedjed, por el control de Arabia. Ibn Saud le produjo su primera derrota en 1919. Su política exterior estuvo marcada por su cada vez mayor codicia y conservadurismo. Sin embargo, debió ver con desagrado de qué forma aumentaba el poder de su enorme contrincante, Ibn Saud. Husayn Ibn Alí luchó por anular la autoridad ética del califato; de este modo, una vez que el 3 de marzo de 1924 la Asamblea Nacional Turca eliminó la dignidad de califa, Husayn se autoproclamó califa de Transjordania, el 12 de marzo de 1924.
Una de sus primeras resoluciones fue excomulgar a Ibn Saud, quien respondió a esta acción declarándole la guerra, y lanzando a las tropas wahhabíes sobre el territorio de Hejaz en el mes de septiembre de 1924. Husayn se vio asombrado por esta acción y fue derrotado terminantemente por Ibn Saud ese año, y el soberano de Hejaz se vio obligado a abdicar el 5 de octubre y a abandonar su intención de proclamarse califa. Su ambición política y religiosa se fundamentaba en dado que era integrante de la familia hachemita, una rama de la tribu de Quraysh, a la que pertenecía el profeta Mahoma.
En 1925 Ibn Saud se apropió completamente del territorio de Husayn, quien se vio obligado por resolución británica a exilarse en Chipre, donde continuó hasta 1930. Posteriormente se trasladó a Ammán, entonces la ciudad más importante de Transjordania, donde su hijo Abdullah ibn Hussein había sido proclamado emir. Murió un año después y fue sepultado en Jerusalén. Husayn tuvo 4 hijos: Ali, Abdullah, Faisal y Zayd. El primero de ellos le reemplazó como rey de Hejaz en 1924, pero asimismo se vio obligado a abdicar por año siguiente. Abdullah, asimismo llamado Abdullah I de Jordania, se transformó en rey de Transjordania, al paso que en el mencionado Faisal recayó la corona del reino de Irak.
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