Hugo Chávez

La historia de la civilización está escrita por los hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela humanidad, de un modo u otro,prospere.

Ya sea inspirando a más personas o tomando parte de la acción. Hugo Chávez es una de las personas cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Hugo Chávez es conocer más sobre periodo preciso de la historia del ser humano.

Las biografías y las vidas de personas que, como Hugo Chávez, atraen nuestra curiosidad, tienen que ayudarnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Hugo Chávez, el motivo por el cual Hugo Chávez vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Hugo Chávez

(Hugo Chávez Frías; Sabaneta de Barinas, 1954 - Caracas, 2013) Militar y político venezolano que fue presidente de Venezuela desde 1999 hasta su fallecimiento en 2013. La predominación de este político acusado de forma frecuente de populista trascendió las fronteras de su país al favorecer el surgimiento en Latinoamérica de una exclusiva hornada de líderes de izquierdas, opuestos como él al neoliberalismo económico y a las injerencias estadounidenses y preocupados por las clases mucho más desfavorecidas y las minorías indígenas.

Biografía

Hugo Chávez efectuó los estudios primarios y secundarios en Sabaneta y los superiores en la Academia Militar de Venezuela, donde consiguió el nivel de subteniente en 1975. Se licenció asimismo en Ciencias y Artes Militares, rama Ingeniería, mención Terrestre. Ocupó distintos cargos en las Fuerzas Armadas de Venezuela, el último de los que sería el de comandante del Batallón de Paracaidistas Coronel Antonio Nicolás Briceño (1991-1992). En diciembre de 1982 creó, con otros 2 capitanes del Ejército de Tierra, el Movimiento Bolivariano Revolucionario-200, de orientación nacionalista y también izquierdista.

En 1989 el entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, aplicó un plan de choque con medidas neoliberales bajo los auspicios del Fondo Monetario Internacional (FMI) para realizar en frente de la grave crisis económica y financiera que afectaba al país en esos años. Las clases populares de Caracas se movilizaron de forma masiva contra el plan del gobierno, en un movimiento popular como Caracazo. El presidente ordenó al ejército reprimir las manifestaciones, lo que provocó un fuerte descontento en el seno de las Fuerzas Armadas.

En 1992, Hugo Chávez lideró como dirigente militar una tentativa golpista para deponer el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Pese a ser acogido favorablemente por la parte de la población, el golpe fracasó y Chávez fue detenido, juzgado y culpado a un par de años de prisión en la prisión de Yare (1992-1994). Ese mismo año otro conjunto de militares descontentos protagonizó otro intento de cuajo, que asimismo fracasó; entre sus reivindicaciones se encontraba la puesta en independencia de Chávez.

Del ejército a la política

En mayo de 1993, el Parlamento destituyó al presidente Carlos Andrés Pérez, acusado de malversación de fondos públicos. Cumpliendo su promesa electoral, en 1994 el nuevo presidente, Rafael Caldera, acordó el sobreseimiento del desarrollo abierto contra Chávez. Tras ser liberado, Chávez abandonó el ejército y entró de lleno en la pelea política; creó el Movimiento V República (MVR) y empezó a recorrer el país enseñando sus proposiciones.

Enfrentado a la clase política que había dirigido el país en las últimas décadas, a la que acusaba de corrupción y traición a la patria, Chávez fundamentó su alegato en la demanda de la corrupción del sistema y de los primordiales partidos. Si se tiene presente que en los últimos 40 años el país, merced al petróleo, había que viene dentro con apariencia de percibes el semejante a diecisiete proyectos Marshall, la acusación de corrupción, mala administración y malversación de fondos apuntada contra los partidos habituales resulta mucho más que razonable. El 3% de la población de Venezuela formaba la clase alta, el 17% se ubicaba en una clase popular media y el 80% sobrante se encontraba en la pobreza o en la marginalidad.

Frente a la embrollada situación del país, el alegato de salvación de Hugo Chávez tenía la adhesión incondicional de extensas capas de población agobiada y depauperada. Sus contrincantes le acusaron de populismo y de vender esperanzas oratorias y vacías de contenido real, pero ello no haría mucho más que acentuar la inclinación de Chávez a enseñar una sociedad dividida en 2 bandos, el pueblo por una parte y la "oligarquía decadente" por el otro, y a confrontar sin eludir crispaciones con los medios, ajustados en parte al lado de la oposición, y con entre las primordiales instituciones del país, la Iglesia.

En la presidencia

Adelante del Movimiento V República y con el acompañamiento de múltiples partidos de izquierdas, Chávez presentó su candidatura a las selecciones de presidentes del 6 de diciembre de 1998 y resultó escogido con el 56,2% de los votos, imponiéndose al candidato de consenso de los partidos habituales (COPEI y Acción Democrática). Siguiendo su programa, el nuevo presidente impulsó la decisión de una Asamblea Constituyente encargada de redactar un nuevo artículo constitucional, que después sería aprobado en referéndum. Tras aprobarse en 1999 la novedosa constitución, en el mes de julio de 2000 Chávez fue reelegido presidente de Venezuela para el periodo 2000-2006 con gran diferencia sobre sus contrincantes.

Dos años después, el 11 de abril de 2002, el gobierno de Chávez fue objeto de una errada asonada golpista civil-militar que elevó a la presidencia a Pedro Carmona, el presidente de la patronal Fedecámaras. Prisionero por un par de días en la Isla de la Orchila, Hugo Chávez fue recambio en sus funcionalidades merced a la acción de fracciones del Ejército Nacional y de sus incondicionales, y el país regresó al orden constitucional. La oposición organizó novedosas manifestaciones que desembocaron en una huelga general entre diciembre de 2002 y febrero de 2003. Los enfrentamientos con la oposición no cesaron, y en el mes de agosto de 2004 Chávez debió realizar en frente de un referéndum revocatorio de su orden presidencial, del que salió robustecido al hallar el 59% de los votos, y que lo habilitó para gobernar hasta terminar su orden. Dos meses después, el partido de Chávez logró un triunfo rotundo en las selecciones regionales y locales de Venezuela.

Frente a la oportunidad del recambio presidencial que ofrecían las selecciones de finales de 2006, la oposición logró agregar voluntades y nuclearse cerca de un único candidato, el socialdemócrata Manuel Rosales. Los comicios se hicieron el 3 de diciembre en un tiempo de total normalidad y con una participación del 70% del electorado; los de venezuela volvieron a ofrecer su beneplácito a Chávez, quien se transformó en presidente por tercera vez para el periodo 2007-2013 al conseguir el 63% de los votos.

A lo largo de su tercera administración avanzó en la iniciativa de reforzar en el llamado "socialismo del siglo XXI", para lo que, por ejemplo resoluciones, amplió el desarrollo de nacionalización de varias compañías de servicios. La reelección presidencial fue entre los temas mucho más candentes entre los expuestos a enfrentamiento político a lo largo del ejercicio 2007. En noviembre de ese año el parlamento venezolano aprobó un discutido emprendimiento de reforma constitucional que contemplaba, entre otras caracteristicas, la supresión de la autonomía del Banco Central, la reducción de la jornada de trabajo a seis horas y la creación de la presidencia de por vida de la República. El emprendimiento fue sometido a referéndum habitual el 2 de diciembre y los desenlaces lanzaron una oposición mayoritaria al mismo.

Tras la derrota, Hugo Chávez sostuvo su intención de someter de nuevo a solicitud habitual una reforma constitucional que dejase su permanencia en el poder. Así, los incondicionales y los contrarios de exactamente la misma se confrontaron en una intensa campaña electoral que, pese a la extremista polarización donde se encontraba inmersa la sociedad venezolana, se realizó con normalidad y sin crueldad. El 15 de febrero de 2009 sucedió la novedosa cita electoral, que con el 54% de los votos aprobó el carácter irrestricto del número de reelecciones de presidentes. Una vez hechos públicos los desenlaces, Chávez anunció su intención de postularse candidato a las de presidentes de 2012.

Los comicios de presidentes se festejaron el día 7 de octubre, y en ellos solo 2 figuras contaban con opciones de victoria: el presidente en funcionalidades Hugo Chávez, candidato del Gran Polo Patriótico; y Henrique Capriles, gerente de la Mesa de la Unidad Democrática, coalición cerca de la que se unió la prácticamente integridad de la oposición al chavismo. Las urnas reafirmaron de nuevo en el poder a Chávez, quien logró el 55,25% de los sufragios emitidos, en oposición al 44,13% de Capriles.

La clave de la que sería la última reelección de Chávez (para el orden 2013-2019) residió en los logros sociales de su gobierno, plasmados en la radical reducción del analfabetismo, el aumento de alumnos universitarios de extracción popular habitual, la ampliación de la cobertura sanitaria pública y la creación de mercados populares con productos de primera necesidad a costes subvencionados por el Estado. Para la oposición, no obstante, temas como la inseguridad ciudadana o la carencia de garantías jurídicas seguían estando atentos de solución.

Tras el triunfo electoral, Chávez designó como vicepresidente de la República a Nicolás Maduro, quien venía desempeñando el cargo de ministro de Relaciones Exteriores, cartera donde asimismo fue ratificado. La resolución del gobernante se interpretó como la intención de poner en Maduro la herencia de su liderazgo, sabiendo que la salud de Chávez se había deteriorado bastante desde el momento en que le fue diagnosticado un cáncer en el primer mes del verano de 2011.

El día sosprechado para su investidura (diez de enero de 2013), el gobernante no ha podido estar que se encuentra en Caracas por encontrarse en La Habana recibiendo régimen oncológico. Pese a los reclamos de la oposición, el Tribunal Supremo de Justicia comprendió que, al no existir interrupción en el ejercicio del cargo, el gobierno en funcionalidades podía seguir su administración, y que era válido postergar la investidura, esperando de que Chávez se hallara en condiciones de poder prometer su cargo en territorio venezolano. El vicepresidente Maduro continuó adelante del gobierno, recibiendo directivas de su presidente desde Cuba.

Esta anormal situación duró solamente un par de meses: Chávez murió el 5 de marzo, sin resultar ungido presidente. El vicepresidente Maduro quedó adelante del ejecutivo de manera interina, hasta la celebración de novedosas selecciones. Las exequias de Chávez, a las que fueron mucho más de treinta jefes de Estado de todo el planeta, se alargaron a lo largo de tres días; al término de exactamente las mismas se anunció que el cuerpo sería embalsamado y expuesto en un mausoleo, al que los de venezuela podrían asistir para rendir homenaje al líder.

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