Hernando Colón

La historia de las civilizaciones la escriben las personas quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela civilización, de un modo u otro,progrese.

Ya sea inspirando a otros o formando parte de la acción. Hernando Colón es uno de esos seres humanos cuya vida, realmente, merece nuestra atención debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Hernando Colón es comprender más acerca de época determinada de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la relevancia que detentó Hernando Colón en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Hernando Colón, sino que tal vez legó una huella mucho más profunda de lo que podamosimaginar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Hernando Colón en persona.Hernando Colón fue uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Comprender las luces y las sombras de las personas significativas como Hernando Colón, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la existencia de Hernando Colón, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Hernando Colón, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Hernando Colón influenció, y indudablemente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Hernando Colón.

Vida y Biografía de Hernando Colón

(Córdoba, 1488 - Sevilla, 1539) Cosmógrafo y biblómano español. Hijo natural de Cristóbal Colón, acompañó a este en su último viaje. De regreso a España, defendió sin éxito los derechos que los Colón pensaban que debían concedérseles. Apasionado biblómano, merced a la fortuna heredada de su padre fue juntando un sinnúmero de libros (mucho más de 15.000) que el día de hoy son la base de la biblioteca Colombina. Dejó redactada una Historia del almirante don Cristóbal Colón, publicada en Venecia en 1571 y cuya adecuada traducción al español no se realizó hasta el año 1932.

En 1494, tras la segunda marcha de su padre a las Indias, ingresó adjuntado con su hermanastro Diego en la Corte en calidad de paje del príncipe Juan; al fallecer el príncipe en 1497, pasó al servicio de la reina. Formado en los círculos cortesanos, Hernando Colón recibió de Pedro Mártir de Anglería una educación humanista que determinó su dedicación al estudio y al conocimiento de las fuentes de la ciencia de su temporada y de la Antigüedad.

En 1502 se embarcó al lado de su padre en la cuarta expedición a las Indias y sufrió los avatares del viaje en su compañía. A su regreso a España (1504) se instaló nuevamente en la Corte. Los favores que le fueron concedidos en el testamento de su padre le causaron ciertos inconvenientes con el primogénito, Diego Colón, con quien viajó a las Indias por segunda vez en 1509, con ocasión de la toma de posesión de Diego como gobernador de La De españa. Permaneció unos meses en Santo Domingo y volvió a la Península Ibérica en 1510, al cargo de la nave que transportaba al gobernador Nicolás de Ovando.

Hernando Colón asistió a su hermano a interponer consecutivos litigios contra la Corona en demanda del reconocimiento de los derechos, títulos y honores de su padre. Residió en Sevilla, donde redactó múltiples memoriales premeditados a la Corte, si bien al final la sentencia dada por el Consejo Real en 1511 desechó sus metas, recortando en buena medida los derechos de la familia sobre las Indias. Su tentativa de arrancar nuevos viajes de hallazgo se vio truncada en 1512 por la negativa de Fernando el Católico a concederle el permiso preciso.

Ese año se trasladó a Italia como embajador diplomático del rey Fernando frente a la Santa Sede y para administrar el avance de los litigios de su hermano; a lo largo de su estancia en Roma se dedicó asimismo al estudio de los autores tradicionales y a la recopilación de libros; con ellos medró su biblioteca, iniciada con los fondos donados por su padre y sus tíos. El número de ejemplares se ampliaría sensiblemente a lo largo de los viajes que efectuó por Europa entre 1513 y 1526.

En 1517 inició, con financiación real, la elaboración de una investigación de grupo sobre la geografía de la Península Ibérica, el primero en su género, para el que empleó un procedimiento sistemático en la asamblea de datos, aplicado por él y por sus ayudantes; se recogió abundante información de una gran parte de las localidades españolas. Con los datos conseguidos empezó a redactar la Descripción y cosmografía de España, asimismo llamada Itinerario, y un Vocabulario topográfico, en el que efectuó una descriptiva relación geográfica por orden alfabético. En 1523 se ordenó la suspensión del emprendimiento, con lo que las dos proyectos han quedado nuevas y manuscritas en su biblioteca. El conocimiento de sus trabajos influiría sobre las siguientes proyectos de carácter geográfico efectuadas a fines del siglo XVI por idea de Felipe II.

Asistió a la coronación de Carlos V en Aquisgrán (Alemania, 1520) y a la celebración de la Dieta de Worms (1521); en el lapso del viaje tomó contacto con Erasmo de Rotterdam, y contribuyó a la difusión de sus doctrinas humanistas tras su regreso a la Península Ibérica, primordialmente en el foco hispalense. Por su prestigio como cosmógrafo fue comisionado por Carlos V para ser parte de la Junta de Badajoz, constituida en 1524 por un conjunto de acreditados científicos españoles y portugueses para saber, a través de el lugar de una hipotética línea divisoria, el campo de expansión que correspondía a todas las potencias y adjudicar consecuentemente el dominio sobre las islas Molucas. En las asambleas de la Junta resaltó por la exposición de un procedimiento de su invención sobre el transporte de grados a través de relojes, si bien no ha podido realizarse por restricciones técnicas. Redactó memoriales para la Junta y para la Corona, en los que expresó su opinión contraria a la extensión colonial portuguesa al este del cabo de Buena Esperanza y en pos de los derechos de Castilla en la conquista de las provincias de Persia y Arabia.

A partir de 1526 se ocupó de agarrar material de estudio de la Casa de Contratación para realizar un mapa de las Indias Occidentales, para lo que examinó las cartas de marear, los cuadernos de bitácora y los libros de navegación de los pilotos; el mapa definitivo fue efectuado en 1536 por Antonio de Chaves. Hernando preservó en su biblioteca las fuentes usadas para la labor, reclamadas con insistencia por la Casa de Contratación tras su muerte.

La tarea por la que fué considerado como el bibliógrafo más esencial de su temporada fue la creación de su muy amplia biblioteca: en la fecha de su muerte, superaba los 15.000 volúmenes y formaba entre las primordiales compilaciones de libros en Europa. Sin embargo, su figura resalta no solo por la considerable suma de ejemplares reunidos, sino más bien por su concepción sobre la herramienta que debía dárseles: su propósito fue la recopilación de todo el material científico viable para hacer más simple su ingreso a los estudiosos y investigadores, inaugurando de esta forma el término moderno de bibliografía.

Dedicó por este motivo bastante tiempo a la confección de índices y catálogos de autores y proyectos que resaltan por la perfección técnica de su sistematización; recogidos en el llamado Regestum librorum Dom Ferdinandi Colon, incluyó en ellos un registro de ejemplares por orden de entrada a la compilación con datos sobre el sitio, precio y fecha de la adquisición, y un comprendio del contenido de cada libro que facilitase el manejo de los fondos. Además de los que adquirió en lo personal, contó con varios ayudantes que le mandaron libros desde las primordiales ciudades españolas y de europa, con lo que ahora en 1525 precisó crear un local conveniente para disponer los fondos, debido al volumen que habían alcanzado.

En 1530 escribió un memorial a Carlos V para pedir una subvención que le dejase agrandar su labor y posibilitar su continuación tras su muerte, a fin de que la compilación se sostuviese regularmente cada día de lo que se iba publicando; en el memorial refiere su opinión sobre la herramienta de su compilación y la meta que pretendía lograr: reunir todo lo anunciado en el planeta católico y una gran parte de lo popular fuera de él. Carlos V le concedió la subvención en 1536. Los fondos fueron donados en su testamento al cabildo de Sevilla, donde se preservan hoy en día, en la llamada Biblioteca Colombina.

A lo largo de los últimos años de su historia se dedicó a realizar la biografía de su padre y la crónica de sus viajes. La obra se publicaría en Venecia (1571) en versión italiana, con el título Historia del almirante don Cristóbal Colón. El retardo en su publicación se debió, probablemente, a las fuertes criticas que vertió hacia los españoles que formaron parte de las expediciones de conquista tras el viaje de su padre.

Su vericidad y autoría fueron muy discutidas por los historiadores, si bien hoy en día se acepta como genuina la mayoría de la obra, salvo el primer capítulo, donde aparecen las ideas sobre geografía del almirante y la presunta correo que sostuvo con Paolo Toscanelli; se estima que esta parte fue añadida con posterioridad.

Este no fué el único inconveniente generado por la obra, ya que la escasez de datos sobre el origen y el avance de la vida de Cristóbal Colón de antemano a su llegada a la Corte castellana ha causado varias interpretaciones, desde la ocultación premeditada por no revelar su origen socialmente humilde hasta el desconocimiento. La Historia del almirante don Cristóbal Colón tiene dentro un relato detallado de las expediciones de Colón y del hallazgo de América, si bien su primordial interés reside, mucho más que en el aspecto histórico, en la información geográfica y antropológica que da sobre las tierras americanas, en parte extraída de los propios escritos del almirante.

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