Hernán Cortés

Ya sea inspirando a otras personas o siendo una pieza esencial de la acción. Hernán Cortés es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Hernán Cortés es conocer más sobre etapa determinada de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que atesoró Hernán Cortés en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Hernán Cortés, sino que tal vez legó una señal mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Hernán Cortés en persona.Hernán Cortés ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Hernán Cortés, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo esencial para que seamos capaces de apreciar no sólo la vida de Hernán Cortés, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Hernán Cortés, gentes a quienes de un modo u otro Hernán Cortés influyó, y sin duda, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Hernán Cortés.

Las biografías y las vidas de personas que, como Hernán Cortés, cautivan nuestra curiosidad, tienen que ayudarnos en todo momento como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Hernán Cortés, el motivo por el cual Hernán Cortés vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Hernán Cortés

(Medellín, Badajoz, 1485 - Castilleja de la Cuesta, Sevilla, 1547) Conquistador español de México. Pocas ocasiones la historia ha atribuido al brío y determinación de un solo hombre la conquista de un extendido territorio; en esta achicada lista se encuentra Hernán Cortés, que siempre y en todo momento prefirió abrasar sus naves a retroceder. Con pocos medios, sin solamente mucho más acompañamiento que su sabiduría y su intuición militar y diplomática, logró en solo un par de años achicar al dominio español el esplendoroso Imperio azteca, poblado, según estimaciones, por unos quince millones de pobladores.

Es cierto que distintas situaciones convenientes lo acompañaron, y que, llevado por la ambición y la sed de honores y riquezas, cometió abusos y violencias, de la misma otros conquistadores. Pero, de todos ellos, Cortés fue el capitán mucho más culto y mucho más capaz, y si bien ello no ayuda de atenuante, lo impulsó asimismo un enorme furor espiritual; su conciencia ética llegó a proponerle si era lícito esclavizar a los indios, una duda inusual en los comienzos del desarrollo colonizador que prosiguió al hallazgo de América.

Biografía

Que viene de una familia de nobles de Extremadura, Hernán Cortés estudió resumidamente en la Universidad de Salamanca. En 1504 pasó a las Indias, recién descubiertas por Cristóbal Colón, y se estableció como escribano y terrateniente en La Española (Santurrón Domingo). En 1511 participó en la expedición a Cuba como secretario del gobernador Diego Velázquez de Cuéllar, con quien emparentó al casarse con su cuñada; Velázquez le nombró alcalde de la novedosa localidad de Santiago. En 1518 Diego Velázquez puso a Hernán Cortés al cargo de una expedición a Yucatán; no obstante, el gobernador desconfiaba de Cortés, a quien ahora había encarcelado en una ocasión acusado de conspiración, y decidió relevarle del encargo antes de partir.

Advertido Cortés, aceleró su marcha y se realizó a la mar en 1519, antes de recibir la notificación. Con once navíos, unos seiscientos hombres, dieciséis caballos y catorce piezas de artillería, Hernán Cortés navegó desde Santiago de Cuba a Cozumel y Tabasco; derrotó a los mayas allí establecidos y recibió (entre otros muchos regalos) a la india doña Marina, asimismo llamada Malinche, que le serviría como apasionado, consejera y también intérprete a lo largo de toda la campaña. Desobedeciendo órdenes expresas del gobernador Velázquez, creó en la costa del golfo de México la localidad de Veracruz, llamada entonces Villa Rica de la Vera Cruz.

La conquista del Imperio azteca

Allí tuvo novedades de la presencia del Imperio azteca en el interior, cuya capital se afirmaba que guardaba enormes bienes, y se aprestó a su conquista. Para eludir la tentación de regresar que conminaba a varios de sus hombres frente a la visible inferioridad numérica, Hernán Cortés hundió sus navíos en Veracruz; de este episodio procede la oración llevada a cabo abrasar la naves, expresión de una determinación irrevocable. Pronto logró la coalición de ciertos pueblos indígenas sometidos a los aztecas, como los toltecas y tlaxcaltecas.

Tras saquear Cholula, Cortés llegó a la ciudad más importante azteca, Tenochtitlán, en donde fue recibido pacíficamente por el emperador Moctezuma II, que se declaró vasallo del rey de Castilla. La viable identificación de los españoles con seres divinos y de Cortés con el comunicado regreso del dios Quetzalcoátl favoreció quizá esta acogida a unos extranjeros que, no obstante, comenzaron enseguida a actuar como invasores ambiciosos y violentos.

Hasta entonces, para castigar la rebeldía de Cortés y obligarlo a regresar a Cuba, el gobernador Diego Velázquez envió contra él una expedición al cargo de Pánfilo de Narváez. Cortés tuvo que dejar la localidad a su lugarteniente Pedro de Alvarado para llevar a cabo en frente de las tropas de Narváez, a las que derrotó en Cempoala en 1520, logrando además de esto que se uniese a él la mayoría del contingente.

En el momento en que regresó a Tenochtitlán, Cortés se halló con una enorme agitación indígena contra los españoles, causada por los asaltos completados a sus opiniones y símbolos religiosos y por la matanza que había desencadenado Pedro de Alvarado para desordenar una supuesta conspiración. Cortés logró preso a Moctezuma II y también procuró que este mediara para aliviar a su pueblo, sin poder otra cosa que la desaparición del emperador.

Hernán Cortés se vio entonces obligado a dejar Tenochtitlán en la llamada «Noche Triste» (30 de junio de 1520), donde su pequeño ejército resultó diezmado. Refugiado en Tlaxcala, prosiguió peleando contra los aztecas (en este momento bajo el mando del emperador Cuauhtémoc), a los que venció en la guerra de Otumba; y, por último, cercó y tomó Tenochtitlán (1521). Destruida la ciudad más importante azteca, edificó exactamente en el mismo sitio (una isla en el centro de un lago) la localidad de españa de México.

Gobernador de Nueva España

Gobernado ahora el viejo Imperio azteca, Cortés lanzó expediciones hacia el sur para anexionar los territorios de Yucatán, Honduras y Guatemala. Los datos de la conquista de México, tal como los razonamientos que justificaban las resoluciones de Hernán Cortés, fueron expuestos en las 4 Cartas de relación que envió al rey. En 1522 fue nombrado gobernador y capitán general de Nueva España, nombre que brindaron los conquistadores al territorio mexicano.

No obstante, la Corona de españa (ahora a cargo de Carlos V) practicó una política de recorte de los poderes de los conquistadores para supervisar mucho más de manera directa las Indias; gobernantes reales se dieron a conocer en México mandados para comunicar la autoridad de Cortés, hasta el momento en que, en 1528, fue destituido y enviado a la Península.

En España salió absuelto de todas y cada una de las acusaciones e inclusive fue nombrado marqués del Valle de Oaxaca, aparte de preservar el cargo honorífico de capitán general, si bien sin funcionalidades gubernativas. De vuelta a México en 1530, todavía organizó ciertas expediciones de conquista, como las que incorporaron a México la Baja California (1533 y 1539).

Regresó de nuevo a España para procurar conseguir mercedes de la Corona por los servicios prestados, para lo que llegó a formar parte en una expedición contra Argel en 1541, pero sus reclamaciones jamás consiguieron plena satisfacción; mientras que esperaba contestación, se instaló en un pueblo próximo a Sevilla, en donde reunió una tertulia literaria y humanística y pasó los últimos seis años de su historia.

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Está claro que conocer profundamente a Hernán Cortés es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Hernán Cortés es una especie de puzzleque a lo mejor podamos reconstruir si colaboramos todos a la vez.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de alguien como Hernán Cortés, que poseyó su trascendencia en un momento concreto de la historia, es vital intentar ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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