La historia del mundo está contada por los hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela sociedad, de un modo u otro,prospere.
Ya sea inspirando a más seres humanos o tomando parte de la acción. Herbert von Karajan es uno de esos seres humanos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Herbert von Karajan es conocer más acerca de época determinada de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la importancia que tuvo Herbert von Karajan en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras estuvo en el mundo fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Herbert von Karajan, sino que quizá produjo una huella mucho más insondable de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Herbert von Karajan de forma personal.Herbert von Karajan ha sido una persona que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Apreciar las luces y las sombras de las personas destacadas como Herbert von Karajan, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo esencial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Herbert von Karajan, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Herbert von Karajan, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Herbert von Karajan influyó, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Herbert von Karajan.
Vida y Biografía de Herbert von Karajan
(Salzburgo, de hoy Austria, 1908 - Anif, id., 1989) Director de orquesta austriaco. Reverenciado y detestado, siempre y en todo momento polémico, si hay un músico que represente mejor que absolutamente nadie la dirección orquestal a lo largo del siglo XX, ese fué Von Karajan. Por un lado su carisma, su forma apasionada de arrimarse a la música, su aptitud única para arrancar las mucho más refulgentes sonoridades a la orquesta (si bien apoyado en una situación, se convirtió ahora en un tópico charlar del «sonido Karajan») y, por otro, tanto su culto a la técnica y los estudios de grabación como su profundo conocimiento del mercado discográfico lo transformaron en la batuta mucho más habitual y ovacionada de toda la centuria y asimismo en entre las mucho más vilipendiadas por quienes le criticaban su afán megalómano, su superficialidad en el momento de enfrentar el repertorio y su conservadurismo estético, cerrado a las novedosas corrientes musicales de su tiempo. Acusaciones estas que, siendo algunas en el fondo, no tienen la posibilidad de realizar olvidar su magisterio en la interpretación de las considerables proyectos del repertorio sinfónico y operístico romántico, con Beethoven, Chaikovski y Richard Strauss a la cabeza.
La música fue algo frecuente para Karajan desde su mucho más tierna niñez: su padre era clarinetista aficionado y su hermano, organista. El primer instrumento del pequeño Herbert fue el piano, en cuya práctica se inició en el respetado Mozarteum de su localidad natal. Alentado por su profesor Bernhard Paumgartner, se trasladó a Viena, donde su interés derivó hacia la dirección orquestal.
Su debut en tal especialidad, adelante de una orquesta de alumnos, sucedió en la Academia de Música de la ciudad más importante austriaca en 1928. El oficial, adelante de una orquesta profesional, la de Salzburgo, se causó poco después, en 1929, año, además de esto, en que fue nombrado directivo de orquesta del sencillo teatro de la Ópera de Ulm, cargo en el que continuó hasta 1934 y en el que adquirió, a través de la práctica día tras día, la experiencia y técnica imprescindibles para emprender sitios y misiones mucho más altos.
A lo largo del III Reich, en un instante en que las mejores batutas (Erich Kleiber, Bruno Walter, Otto Klemperer) se encontraban en el exilio, Von Karajan se confirmó como la novedosa promesa de la escuela directorial germánica. En esa temporada comenzó en las óperas de Viena (1937) y Berlín (1938), la segunda de las que dirigió como titular desde 1939 hasta el desenlace de la Segunda Guerra Mundial. La derrota de Alemania frenó por un tiempo su trayectoria al serle prohibida toda actuación por su clara vinculación al régimen de Hitler.
Este veto se sostuvo hasta 1947, año desde el como puede decirse que el fenómeno Karajan consigue su intensidad. En este sentido, tiene particular trascendencia el año 1948, en el momento en que, a instancias del productor discográfico británico Walter Legge, fue nombrado titular de la Philharmonic Orchestra de Londres, con la que efectuó una extendida serie de grabaciones que hicieron de él una estrella en todo el mundo.
A la desaparición de Wilhelm Furtwängler en 1954, Von Karajan abandonó la capacitación londinense para admitir la dirección de la Filarmónica de Berlín, la orquesta cuya dirección había constituido desde hace tiempo uno de sus mucho más anhelados objetivos y adelante de la que había comenzado en 1938. Desde 1955 hasta 1989, en el momento en que presentó su dimisión por fundamentos de salud, fue titular de esta capacitación, entre las mucho más reputadas de todo el mundo.
Con ella, tal como con la Filarmónica de Viena, efectuó sus mejores grabaciones discográficas, con un repertorio que englobaba desde la música de autores barrocos, como Johann Sebastian Bach, hasta alguna incursión en el repertorio contemporáneo, con proyectos de Stravinski y la Segunda Escuela de Viena. Siempre interesante y también entusiasmado por los adelantos y novedosas técnicas, en 1982 grabó el primer CD listo para lectura de rayos láser.
Herbert von Karajan fue asimismo poseedor de una notable fortuna, conseguida mediante distintos negocios: entre ellos, la vigorosa compañía discográfica Deutsche Grammophon, donde una tercer parte de sus provecho dependían de sus grabaciones; una agencia artística que contrataba los más destacados intérpretes recientes; la compañía Telemondial, productora de películas y vídeos musicales; la de america Columbia Artist Management INC; y los Festivales de Pascua y Pentecostés de Salzburgo, que él mismo dirigió. Aunque tras su muerte la calidad de su legado fué cuestionada por ciertos críticos, la verdad es que Von Karajan es, por derecho propio, entre los mayores directivos que dió el siglo XX.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de una persona como Herbert von Karajan, que poseyó su trascendencia en un momento concreto de la historia, es esencia intentar brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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