Herbert Marcuse

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que atesoró Herbert Marcuse en la historia. La manera en que vivió y aquello que hizo mientras estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Herbert Marcuse, sino que quizá dejó una huella mucho más insondable de lo que podamosfigurar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Herbert Marcuse de modo personal.Herbert Marcuse ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Herbert Marcuse, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa sustancial para que podamos apreciar no sólo la existencia de Herbert Marcuse, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Herbert Marcuse, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Herbert Marcuse influyó, y desde luego, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Herbert Marcuse.

Vida y Biografía de Herbert Marcuse

(Berlín, 1898 - Starnberg, 1979) Filósofo y sociólogo alemán. El pensamiento de Marcuse, fundamentado en elementos procedentes del marxismo y el freudismo, forma una crítica de la sociedad industrial, cuyo carácter represivo y alienante termina por integrar a la clase obrera conformándola y transformándola por su parte en explotadora indirecta de las clases marginadas de los países pobres. Su obra influyó en la capacitación de la llamada "novedosa izquierda" estadounidense y lo consagró como el ideólogo de las revueltas estudiantiles de los años sesenta.

Tras estudiar en su localidad natal y en Friburgo, Herbert Marcuse se licenció en la Universidad de esta última localidad en 1922, con una proposición sobre Heidegger. En 1928 se encargó de la publicación de una bibliografía sobre Friedrich Schiller. Durante la década de 1920 se interesó por la sociología, y recibió la predominación de Max Weber, más allá de que se orientó por último por un marxismo crítico, que translucía la enorme atracción ejercida por la Historia y conciencia de clase de Georg Lukács.

En este periodo asimismo se interesó vivamente por Dilthey y por la fenomenología de Husserl. Participó en los trabajos para la edición crítica de los escritos de juventud de Marx, cuyo análisis le inspiró el planteo del ensayo Neue Quellen zur Grundlegung des historischen Materialismus, que data de 1932. Entre 1928 y 1932 cooperó en varias gacetas, entre ellas Philosophische Hefte, Archiv für Sozialwissenschaft y Die Gesellschaft, y fue a lo largo de cierto tiempo directivo de la última de ellas.

Su marxismo crítico, de base antipositivista y relacionado a la dialéctica hegeliana, padeció una experiencia definitiva al tomar contacto con el pensamiento de Max Horkheimer, señalada figura de la Escuela de Frankfurt. Los nuevos enfoques de Horkheimer se tradujeron en una auténtica transformación del pensamiento de Herbert Marcuse, que se libró merced a ello de la huella de Hegel. Esta predominación se siente todavía en la monografía que le dedicó el creador en 1932: Ontología de Hegel y teoría de la historicidad, que es una de sus proyectos mejor construidas.

Herbert Marcuse aceptó como suya la horkheimeriana «teoría crítica de la sociedad», y efectuó una secuencia de indagaciones y análisis que tenían como propósito la restauración, en sentido marxista, de la dialéctica hegeliana para proponer de manera correcta la relación entre teoría y praxis. Su marxismo, de la misma el de Horkheimer, tomaba como figura de referencia a Rosa Luxemburg. Como queja por el homicidio de ésta, Marcuse abandonó en 1919 el Partido Socialdemócrata.

Su colaboración con el Instituto de Estudios Sociales de Frankfurt, comandado por Horkheimer, consistió en una sucesión de ensayos entre aquéllos que resaltan Der Kampf gegen den Liberalismus in der totalitären Staatsauffassung (1934), Über den affirmativen Charakter der Kultur (1937) y Zur Kritik des Hedonismus (1938). Estos ensayos (adjuntado con otros que engloban el periodo entre 1933 y 1965) serían reunidos en la obra llamada Kultur und Gesellschaft, que fue publicada en 1965. Además, cooperó con Horkheimer en sus estudios sobre la familia, que desembocaron en Studien über Autorität und Familie, anunciado en París en 1936.

En el momento en que se causó la llegada al poder del nazismo, emigró a Ginebra y se trasladó más tarde a Nueva York. En Estados Unidos se transformó en integrante del Institute of Social Research en la Universidad de Columbia. Desde 1942 hasta 1950 trabajó en la Office of Strategic Services. Colaboró en calidad de estudioso científico y de enseñante con el Russian Institute de la Universidad de Columbia (1951-1952) y con el Russian Research Center en la Universidad de Harvard (1953-1954). Sus estudios sobre la Unión Soviética desembocaron en la obra El marxismo soviético (Soviet Marxism), publicada en 1958.

En 1954 comenzó a instruir ciencias políticas en la Brandeis University, y después se trasladó a la Universidad de California. A pesar de entablar finalmente su vivienda en Estados Unidos, sostuvo un contacto incesante con Europa, viajando de forma frecuente a Alemania, Francia y Yugoslavia. En 1969 efectuó una secuencia de charlas en Italia. El año previo había participado en una convención sobre la figura de Marx promovida por la UNESCO.

Asimismo a lo largo de este periodo, tomando partido en pos de los alumnos, ha propuesto una revisión crítica del marxismo y del término mismo de revolución, como se desprende precisamente del corto ensayo El final de la utopía (Das Ende der Utopie, 1967). Oponiéndose a una racionalidad puramente formal y tomando como referencia a Hegel y Marx, atacó la verdad que pretendía establecerse como ideología. En Razón y revolución (Reason and Revolution), que se publicó en 1941 (y después, en una edición nueva revisada y ampliada, en 1954), contrapuso a la visión positivista de la sociedad, planteada en su forma mucho más completa por Comte, la visión salida del movimiento de la dialéctica hegeliano-marxista.

La crítica de la civilización como opresión (que supone la opinión del "poder de lo negativo" en el pensamiento comprendido dialécticamente) se realizó mucho más aguda en Eros y civilización. Una investigación filosófica sobre Freud (Eros and Civilization, 1955), merced al riguroso estudio de la obra de Sigmund Freud. Este libro fue entre las mayores aportaciones a la definición crítica de las relaciones entre el marxismo y el psicoanálisis.

La popularidad del creador se extendió tras el éxito logrado por El hombre unidimensional (One Dimensional Man, 1964), que tiene dentro un alegato radicalmente crítico y negativo con relación a la novedosa izquierda y con el movimiento académico internacionalmente. Uno de sus últimos trabajos, An Essay on Liberation (1969), presentaba, en contraste a sus proyectos precedentes, un tono mucho más confiado y ilusionado. Hay que refererir asimismo su colaboración en la obra colectiva A Critique of Pure Tolerance (1965), redactada en colaboración con R. P. Wolff y Barrington Moore Jr.

Para Marcuse, la sociedad de consumo está esclavizada por el poder que tiene la técnica en el momento en que se usa únicamente como instrumento de lucro y de masificación del espíritu humano; tal empleo ha suplantado y eliminado su poder liberador. La promesa de una liberación debe depositarse en las capas de marginados sociales, que son los únicos que perciben la carga y el carácter insostenible de este orden, puesto que la clase obrera -en los Estados Unidos particularmente- está intensamente dentro en el sistema. Propone, ya que, la separación del sistema tecnológico represivo y la utilización de la razón para realizar de la técnica un instrumento liberador de las pretensiones humanas y de las relaciones sociales de los individuos en la sociedad. Estas proposición transformaron a Marcuse en el inspirador de los movimientos de izquierda, primero en América y después en Europa.

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Sin duda conocer en profundidad a Herbert Marcuse es algo que se reserva a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Herbert Marcuse es una suerte de enigmaque posiblemente podamos rehacer si colaboramos conjuntamente.

Por eso, si eres del tipo de personas que confían en que de modo colaborativo se puede elaborar algo mejor, y posees información sobre la biografía de Herbert Marcuse, o sobre algún detalle de su persona u obra que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.

Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de una persona como Herbert Marcuse, que tuvo su trascendencia en un momento histórico concreto, es fundamental tratar de ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué conocimientos posees acerca de Herbert Marcuse. Estaremos complacidos de poder completar esta biografía con más información.