La historia universal está contada por las mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela humanidad, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. Henri Matisse es una de las personas cuya vida, en efecto, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Henri Matisse es comprender más sobre periodo preciso de la historia del ser humano.
Vida y Biografía de Henri Matisse
(Cateau Cambrésis, 1869 - Niza, 1954) Pintor francés, máximo gerente del fauvismo. El 20 de marzo de 1906 se inauguraba en los enormes invernaderos de Cours-la-Reine, en París, una edición nueva del Salón de la Sociedad de Artistas Independientes. Aquella exposición supuso el primer enorme éxito de Matisse y su consagración como pintor y como cabeza aparente de un nuevo movimiento. Los cuadros del artista provocaron sensación: de ademán espontáneo y color puro, su obra daba las pautas de un estilo nuevo, lleno de vigor expresivo y que se negaba a ser una pura imitación de la naturaleza. Destacaba entre sus pinturas la ensoñación simbolista Lujo, tranquilidad y voluptuosidad, cuadro conseguido por el asimismo pintor francés Paul Signac, y cuyas gruesas y cortas pinceladas de profundo color recuerdan exactamente la técnica divisionista propia del mismo Signac; la lona se encontraba inspirada en los cuadros del que había sido entre los profesores de Matisse, Gustave Moreau.
Al lado de el resto expositores, Matisse formaba una parte de un movimiento pictórico bautizado como fauves (fieras). El nombre del movimiento hay que a Louis Vauxcelles, que en una de sus críticas al Salón de Otoño de 1905 había definido una estatua de Albert Marquet como "Donatello entre las fieras". La reacción de los fauvistas fue la mucho más beligerante que se generaba contra el arte académico desde los impresionistas. Influidos por Gauguin y Van Gogh, concibieron los cuadros de una manera muy distinto del clásico, como hicieron ahora los impresionistas. Mediante el empleo belicoso de los colores puros deseaban poner de manifiesto que la área de lona empapada de pintura es una situación autónoma y también sin dependencia.
Henri Matisse cursó estudios de jurisprudencia entre 1887 y 1888 en la Universidad de París, que se vieron molestados por una extendida y grave patología que lo retuvo en la cama hacia 1890. Durante su convalecencia comenzó a colorear, y en 1891, ahora recuperado, venció la oposición de sus progenitores y abandonó la carrera de leyes para ingresar en la Escuela Julian, donde se formó bajo la dirección de Bouguereau. En 1892 ingresó en el estudio de Gustave Moreau, en la Escuela de Bellas Artes, en el que continuaría cinco años y donde conoció a Georges Rouault y a Henri Manguin. Asistió asimismo a los tutoriales nocturnos de la Escuela de Artes Decorativas, donde entabló amistad con Albert Marquet.
En 1898 viajó a Londres, animado por Camille Pissarro, y descubrió la obra de Joseph Turner. Las proyectos producidas a lo largo de esos años, en los que interesó vivamente por la pintura impresionista, son las conocidas como protofauvistas, por la riqueza de su colorido y el abultado empaste; son principalmente panoramas. De vuelta a París, asiste a lo largo de ciertos meses a las clases de Eugène Carrière, en cuyo taller conoce a André Derain y a Jean Puy. Son años de apertura a nuevos horizontes: revela en estos instantes a Cézanne (le compra a Vollard las Tres Bañistas), muestra en el Salón de los Independientes de 1901 y conoce a Maurice de Vlaminck. Matisse reconoció la obra de Vlaminck y Derain como próxima a la suya y en 1903 participó en el Salón de Otoño al lado de Camoin, Derain y Manguin. En Lujo, tranquilidad y voluptuosidad, cuadro que sería conseguido por Paul Signac, mostró su interés por las teorías y técnicas del divisionismo, que prontísimo abandonaría a favor de la ensaltación del color y del sentimiento propios del fauvismo.
Su obra Madame Matisse (tambien llamada Retrato de la raya verde) ocasionó, pese a sus reducidas dimensiones, un enorme encontronazo en el Salón de 1905 por la sabia saturación de los colores chillones. Matisse usó aquí el color en sus opciones expresivas. En 1906 expuso nuevamente con el conjunto de los Fauves (Manguin, Marquet, Puy, Derain, Van Dongen, Rouault) en el Salón de Otoño y efectuó su primer viaje a África, donde le impresionaron los trabajos de arte habitual, más que nada los tejidos y las cerámicas. De ese año es su Naturaleza fallecida con tapete colorado. En 1907, a través de Gertrude Stein, conoció al español Pablo Picasso y efectuó su primer viaje a Italia.
En 1908, ilusionado por trasmitir sus ideas a los artistas mucho más jóvenes, abrió una academia que solo sostendría hasta 1911 y efectuó su primera exposición individual en Nueva York, en la galería de Alfred Stieglitz. También en 1908 pintó su conocida obra Armonía en colorado. También popular como Mesa de postres, Mesa servida o La habitación roja, el cuadro muestra un comedor burgués con una mesa donde una camarera remata los datos anteriores de un ágape. El pintor ahora había efectuado una obra sobre exactamente el mismo tema una década antes, pero con desenlaces muy dispares.
Distanciada de creaciones comúnes, Armonía en colorado, que debe su título al color dominante en la escena, da un aspecto mucho más próximo al decorativismo de los entapices. El interés por la visión y la sensación de situación dieron paso a una imagen plana, colmada de arabescos orientalizantes; el interior está adornado con un arabesco que se refleja en las formas del paisaje visto por medio de la ventana. Sin embargo, la mesa (que se confunde al fusionarse cromáticamente con la pared) mantiene exactamente los mismos fruteros y también idénticas botellas de proyectos precedentes. Esta escena doméstica, felizmente intimista, se encuentra dentro de los iconos mucho más difundidos del fauvismo.
En 1909 recibe del coleccionista ruso Schukin el encargo de colorear 2 enormes cuadros: La danza y La música. La primera versión de La danza (1909) preanuncia el que sería su enorme trabajo ahora en medio de una madurez (los enormes murales del mismo título completados hacia 1932-33) y puede ser interpretada como una demostración anticubista de de qué forma las figuras tienen la posibilidad de sumarse a través del arabesco y de los intensos contrastes de color contra el fondo abstracto. Las fuentes de este mural son variadas, desde las figuras de los vasos helenos a las imágenes greco-romanas de las Tres Gracias. Los colores puros y interesantes de tonos oscuros cubren las ubicaciones nítidamente dibujadas, aspecto este último que Matisse toma de la pintura de Cézanne.
La composición tiene un ritmo vivo, al servicio del que se han desfigurado artificiosamente las figuras, se ha sacrificado la descripción espacial y se han achicado a tres los colores presentes. A pesar de su inequívoco figurativismo, la imagen semeja estimar desprenderse de todo lo que evalúa superfluo para la representación del movimiento. Los cinco individuos representados forman, según Matisse, "un corro que semeja volar sobre la colina", mientras que bailan una danza provenzal. La versión determinante de La danza (efectuada por año siguiente, en 1910) muestra una viveza cromática muy mayor a la de la primera versión.
En 1910 efectuó una extensa exhibe individual en París, en la galería Bernheim-Jeune, y viajó con Marquet a Munich para conocer la exposición de arte islámico. En 1911 se trasladó a Moscú para disponer los cuadros en la casa de Schukin y conoció los iconos y las artes ornamentales bizantinas, que pasarían a ser un factor fundamental en su repertorio estilístico. Es ejemplo evidente de esto El estudio colorado, en el que resalta la simplicidad del colorido. La área del cuadro es mate y plana y representa el estudio del artista, en esta ocasión sin el artista y sin modelo, únicamente con cuadros y ciertos otros elementos.
Poco después viajó a Marruecos con Camoin y Marquet; pasó en el Norte de África los veranos de 1911-12 y 1912-13. Del primer verano data Jardín marroquí, una composición prácticamente abstracta de verdes y rosas. El estallido de la Primera Guerra Mundial provocó el traslado del pintor y su familia (se había casado en 1898 con Amélie Parayre, con quien tenía 2 hijos) a Collioure, donde conoció a Juan Gris. En 1916 pasó el invierno en Niza por vez primera. La placidez y el lujo de la Costa Azul resultaron ser realmente de su gusto y decidió pasar allí la mayoría del tiempo. Comenzó de esta forma en su obra una época de intimismo, con interiores, desnudos, odaliscas y naturalezas fallecidas como temas predominantes.
En 1925 efectúa un nuevo viaje a Italia; su estilo se hace mas robusto, como exhibe Figura ornamental sobre un fondo ornamental (1926), que se considera la obra culminante de la preocupación de Matisse por el desvisto en un adornado oriental: la figura se muestra esquemática y monumental. Por esos años su prestigio y su éxito eran ahora universales: en 1927 consiguió el premio del Carnegie International de Pittsburg, vendió casi todos los cuadros de su exposición en la Dudensing Gallery en Nueva York, y entre 1929 y 1933 se organizaron exposiciones retrospectivas de su obra en Berlín, Basilea, Nueva York y París. Data de estos años Odalisca con pantalones grises, donde reanuda la temática orientalista fuera del rincón de origen, en el estudio de París.
En 1940, tras la derrota francesa, Matisse pensó en emigrar a Brasil, pero al final regresó a Niza; en 1941 padeció una grave patología intestinal; tras su restauración, reanudó el trabajo con renovadas fuerzas. En 1944 su mujer fue detenida y su hija deportada; Matisse se volcó en su arte. Finalizar la Segunda Guerra Mundial, expuso con Picasso en el Victoria and Albert Museum de Londres; después presentó una enorme retrospectiva en el Salón de Otoño de París. Entre 1948 y 1950 trabajó en la decoración de la Capilla del Rosario de Vence (donde radicaba desde 1944). Se publicó entonces Jazz, una compilación de visualizaciones de los conocidos papiers découpés (papeles recortados), acompañados de un artículo poético del propio Matisse. La obra mucho más ambiciosa llevada a cabo con papeles recortados es La piscina (1952), donde las figuras están distorsionadas para hacer el efecto de encontrarse bajo el agua.
En los últimos años de su historia, que pasó en Niza, los reconocimientos a su trabajo fueron muy frecuentes: el Museo de Lucerna organiza su primera enorme exposición antológica, con mucho más de trescientas proyectos; recibe el premio de la Bienal de Venecia (1950); se inaugura una retrospectiva en el Museo Nacional de Tokio (1951) y en el Museo de Arte de San Francisco (1952), y se abre un museo destinado a su obra en su localidad natal. Murió el 3 de Noviembre de 1954 en Niza, a la edad de ochenta y cinco años.
Si bien Matisse sea popular principalmente como pintor, fue asimismo un increíble escultor y dibujante. A lo largo de su dilatada carrera recibió las influencias de las consecutivas corrientes (Neoclasicismo, Realismo, Impresionismo y Neoimpresionismo), que supo editar en un lenguaje moderno. Los profesores a los que mucho más estudió fueron Nicolas Poussin, Jean Siméon Chardin, Antoine Watteau, Gustave Courbet, Édouard Manet y Paul Cézanne. Su situación histórica como iniciador del Fauvismo no debe obscurecer sus logros personales ajeno de un movimiento que, de todos modos, duró poco y no tuvo programa. Su contrincante en intensidad y también predominación fue Picasso, con quien sostuvo una alejada relación de amistad y respeto a lo largo de varios años. Los temas primordiales de su pintura fueron la naturaleza fallecida, el paisaje, el desvisto femenino y su ambiente (el estudio).
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