Ya sea inspirando a otros seres humanos o formando parte de la acción. Hans Richter es una de esas personas cuya vida, en efecto, merece nuestra consideración debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Hans Richter es comprender más sobre periodo preciso de la historia del género humano.
Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Hans Richter, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa fundamental para que podamos poner en valor no sólo la vida de Hans Richter, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Hans Richter, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Hans Richter influenció, y desde luego, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Hans Richter.
Las biografías y las vidas de personas que, como Hans Richter, atraen nuestra atención, deben servirnos siempre como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Hans Richter, el motivo por qué Hans Richter vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma implacable, la historia.
Vida y Biografía de Hans Richter
(Györ, 1843 - Bayreuth, 1916) Director de orquesta de origen austrohúngaro. Hans Richter nació en una familia de músicos expertos: su padre era profesor de capilla en la catedral de Raab (el día de hoy Györ) y su madre, Josephine Csazinsky, una artista de reconocido prestigio. Así, desde sus primeros años logró coincidente la educación general con la práctica y la capacitación musical, primero como integrante del coro de la Hofkapelle de Viena y, después, asistiendo a las clases de violín y de trompa que se daban en el Conservatorio de Viena, donde entonces tomaría enseñanzas de teoría musical de Simon Sechter.
Siguiendo la trayectoria mucho más frecuente en la carrera de la mayor parte de los directivos orquestales, sus primeros pasos en la música profesional los dio como instrumentista, ocupando entre los pupitres de trompa en la orquesta del Kärntnertor Theater. Fue el directivo de esta pequeña orquesta quien aconsejó al joven a quien ahora entonces era para bastantes y, por supuesto, para sí mismo, la mayor figura musical de la temporada: Richard Wagner.
Bajo el magisterio de este compositor pasó Richter el año 1866-67 y con él proseguiría cooperando durante temporadas siguientes, a veces sirviendo de asistente al enorme profesor en la elaboración y anotación de sus óperas. Tras esta experiencia, Hans G. von Bülow, otro de los músicos mucho más relevantes de su temporada y integrante aparte del círculo de Richard Wagner, inspeccionó las primeras actuaciones de Richter como directivo del coro del Teatro de la Ópera de Munich.
En la década de los años setenta tuvieron rincón los primeros hechos realmente representativos en la carrera de Richter, quien sostenía aún la colaboración con Wagner hasta el punto de que iba a ser él quien, en el año 1876, dirigiría la primera representación del Anillo del Nibelungo en la localidad de Bayreuth. El directivo había consolidado ahora su situación de profesor y, más allá de que se mostraba todavía permeable a las enseñanzas del compositor, dejaba ver algo mucho más su independencia respecto a la posesiva predominación de aquel.
La carrera de Richter seguía en esta temporada, primero como directivo de la orquesta del Teatro Nacional de Pest, ya que ocupó entre los años 1871 y 1875 y, desde este instante, como directivo de la Hofoper y de la Orquesta Filarmónica de Viena, un cargo que logró coincidente con la atención a las convidaciones de otras orquestas, entre ellas la que acompañaba las óperas que se representaban en el entonces recién instituido festival de Bayreuth.
Pese a la distancia que existía entre los 2 extremos de Europa, que, lógicamente, resultaba considerablemente más costosa de recorrer a fines del siglo XIX que actualmente, tanto para la gente para las novedades, el lejano círculo musical británico se mostró receptivo hacia las manifestaciones musicales que tenían rincón del otro lado del conjunto de naciones europeo, tal como asimismo a los comentarios que de a poco iban llegando sobre las interpretaciones dirigidas por Richter en Viena y Alemania.
Por otro lado, la asociación del directivo con Richard Wagner no podía sino más bien engrandecer su imagen desde las perspectivas de la crítica y de los auditorios al otro lado del Canal de la Mácula. Respondiendo a las convidaciones que múltiples festivales y salas de recitales le dirigían, primero merced a su asociación con el sobradamente reconocido Richard Wagner y, mucho más adelante, como contestación a su prestigio, precisamente desde 1875 el directivo alemán empezó a asistir periódicamente a Inglaterra.
En un primer instante, el papel de Hans Richter frente al público inglés fue el de introductor de las proyectos del compositor de Tannhäuser, cuyos méritos habían llegado ahora a los oídos de la crítica y el público británico. Sin embargo, enseguida se transformó en un directivo sobradamente apreciado por la excelencia de sus interpretaciones, lo que logró acrecentar el número de sus visualizaciones en los auditorios ingleses hasta el punto de llegar a tener un festival de recitales prácticamente propio, compuesto de sesiones que se festejaban todos y cada uno de los meses de mayo en Londres, una pequeña "temporada musical" famosa por todos como los Richter Concerts.
Aparte de sus interpretaciones orquestales, Hans Richter dirigió distintas óperas alemanas en teatros como el de Covent Garden, entre ellas una producción de la tetralogía de óperas El anillo del nibelungo (Der Ring des Nibelungen) representada por vez primera en lengua inglesa, en una traducción amoldada del libreto original en alemán. El directivo confirmaba de este modo su situación de nexo entre las tradiciones continentales del sinfonismo y la ópera seria de tradición germánica y el gusto musical anglosajón, siempre y en todo momento sin dependencia y, en los años finales del siglo XIX, anclado en un conformismo estético típicamente victoriano.
Las influencias musicales de tradición alemana de las que Richter se transformó en uno de los más importantes propagadores en las islas británicas contribuyeron a aceptar el surgimiento y avance de personalidades musicales genuinamente originales o, cuando menos, capaces de resucitar el rico pasado musical británico para, por otro lado, procurar recrear la tradición operística de las islas desde los caminos que planteaban músicos alemanes como Wagner o Strauss.
Hans Richter presentaba sus interpretaciones a estos músicos británicos en especial receptivos a la tradición musical germana, como Ethel Smyth, Charles Villiers Stanford, Edward Elgar o Rutland Boughton, realizando servir una visión que, en la situacion del directivo alemán, resultaba ser la mucho más próxima en relación de las pretenciones auténticos de músicos como Wagner que cabía hallar en su temporada. En todo caso, el campo de avance natural para un directivo musical con los antecedentes de Hans Richter no podía ser otro que Bayreuth y, en verdad, su retirada de la actividad musical profesional tendría rincón al regentar por última vez en su trayectoria la escenificación de la ópera de Wagner Los profesores cantores (Die Meistersingern) en este festival alemán.
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Indudablemente llegar a comprender a Hans Richter es algo que se reserva a un grupo limitado de personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Hans Richter es una suerte de puzzleque probablemente logremos reconstruir si colaboramos todos en conjunto.
Por eso, si eres de aquellos que creen en que de forma colaborativa se puede crear algo mejor, y conservas información con respecto a la existencia de Hans Richter, o sobre algún particularidad de su persona u creación que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente esenciales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Hans Richter, que poseyó su trascendencia en un momento histórico concreto, es vital intentar brindar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué sabes tú sobre Hans Richter. Estaremos encantados de poder completar esta biografía con más información.