Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Hans Driesch es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Hans Driesch es comprender más acerca de etapa determinada de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que detentó Hans Driesch en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que permaneció en el mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Hans Driesch, sino que posiblemente legó una huella mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Hans Driesch de forma personal.Hans Driesch fue una persona que, por alguna razón, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como Hans Driesch, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa esencial para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Hans Driesch, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Hans Driesch, gentes a quienes de de una u otra forma Hans Driesch influyó, y por supuesto, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Hans Driesch.
Las biografías y las vidas de personas que, como Hans Driesch, atraen nuestra atención, tienen que valernos siempre como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Hans Driesch, porqué Hans Driesch vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.
(Bad Kreuznach, 1867 - Leipzig, 1941) Zoólogo, naturalista y pensador alemán. Fue acólito de Haeckel, con quien hizo la cría de larvas de erizo de mar desde trozos de un feto. Promotor de las estaciones zoológicas de Trieste y de Nápoles, desarrolló en ellas su teoría embriogenética, famosa como teoría neovitalista, para cuyo avance asistió a la filosofía (primero al mecanicismo y después al vitalismo). Es creador de Filosofía de lo orgánico, El término de manera orgánica (1919), Estudios lógicos sobre la evolución (1918-1919) y Metafísica de la naturaleza (1926). Acabó orientando sus indagaciones hacia la parasicología (Parapsicología: la ciencia de los fenómenos "ocultos", 1932).
Hans Driesch inició su actividad científica en el campo del mecanicismo, pero entonces se transformó en entre los mucho más firmes defensores del neovitalismo. Después de haber estudiado filosofía y ciencias naturales en Friburgo, Munich y Jena, se dedicó entre 1891 y 1900 a indagaciones biológicas en la estación zoológica de Nápoles. A esta temporada se remontan sus trabajos sobre embriología en fase de prueba (llamada por él fisiología del avance) y sobre los huevos de los equinos, estudios que pasaron a ser tradicionales.
Para argumentar los desenlaces de su tarea abandonó la hipótesis mecanicista de Ernst Haeckel, que había sido su profesor, y le opuso la de un principio inmaterial, inmanente respecto del germen. El inconveniente de una justificación filosófica del vitalismo biológico en una teoría general de la verdad atrajo entonces su interés, y en 1907 abandonó la biología y se orientó hacia los estudios teoréticos y filosóficos. Logró ser habilitado para la enseñanza libre en Heidelberg en 1909, y fue pedido como catedrático de filosofía en la Universidad de Colonia en 1919, y después, en 1921, en la de Leipzig.
Driesch procuró una confirmación de la teoría vitalista en el estudio de las manifestaciones parapsicológicas, a las que dedicó la obra Parapsicología: la ciencia de los fenómenos "ocultos", publicada en 1932. Este tratado es, como ahora advierte el creador, "una suerte de guía para esos que desean trabajar de forma exitosa en este campo, tanto para el estudio eventual de los hechos para la eventual elaboración de teorías explicativas". La obra se abre con una requisitoria contra la ciencia oficial, ausente de este lote hasta el punto de confundir la parasicología con el espiritismo, que no es mucho más que una hipótesis interpretativa de los fenómenos, y de ignorar todo el trabajo realizado por estudiosos serios, sin percatarse de que estamos quizás en vísperas de una total revolución de nuestras ideas sobre el planeta.
El tratado se distribuye en 2 partes. En la primera, "Procedimiento de la Parapsicología", el creador pone en guarda contra los fraudes voluntarios y también involuntarios. Distingue los fenómenos espontáneos de los provocados, los parafísicos, por los que siente aún alguna desconfianza, de los paramentales, los menos susceptibles de mistificación; y se esmera en facilitar su clasificación. En la segunda, "Teorías de la Parapsicología", tras haber probado la insuficiencia de las teorías materialistas en frente de estos fenómenos y la confirmación que estos dieron a su vitalismo, examina en especial el animismo, que desea argumentar todos y cada uno de los fenómenos paranormales con las "facultades" patentes o latentes del hombre vivo, sin asegurar nada en lo que se refiere a su supervivencia o a la manera de esta supervivencia, y el espiritismo (llamado por él "monadismo"), que desea argumentar un óptimo número por lo menos de esos fenómenos con la actividad de los espíritus, concebidos como personalidades particulares sobrevivientes.
Aun reconociendo que el estado de las indagaciones no deje ofrecer por resuelta la cuestión a favor de ninguna de ámbas teorías, Driesch tiende a estimar la hipótesis animista como mucho más artificiosa que la espiritista, por la que exhibe su prioridad. Concluye no obstante reconociendo que lo que urge es llevar a cabo vivencias visibles y también incontrovertibles, que es lo único que dejará realizar una selección entre las distintas teorías proposiciones, las que hasta entonces no son mucho más que sencillos "hipótesis de trabajo".
Los estudios de psicología anormal dirigieron claramente a Hans Driesch hacia la crítica del materialismo, que halló su mucho más completa expresión en La derrota del materialismo (1935). Sus razonamientos contra las teorías materialistas se encuentran en esta obra extensamente desarrollados. El creador examina un elevado número de fenómenos biológicos, sicológicos y metafísicos para fundamentar sobre ellos su refutación del materialismo. Para el fenómeno biológico invoca el término aristotélico de "entelequia", una finalidad inmaterial, inmanente en todos y cada ser viviente, que organiza la materia cumpliendo una función teleológica. El fenómeno psicológico pide mucho más: un principio inmaterial, un alma. El sentimiento, las ideas, la memoria -irreducibles a un desarrollo químico, en especial con lo que hace referencia al registro cronológico- expresan todos ellos algún principio inmaterial, lo mismo que el inconsciente o inconsciente, que sin la intervención de la intención consciente cura una herida a través de un desarrollo de manera sabia regenerativo.
Después de haber examinado en la Parapsicología los fenómenos que en un comienzo le habían similar capaces para probar la falta de consistencia de la teorías materialistas de Y también. A. Haeckel, Hans Driesch llegó a la convicción de que la vida diaria muestra inconvenientes sicológicos no menos misteriosos que los metapsíquicos. En Enigmas rutinarios de la vida psíquica (1938) deseó probar exactamente cuántos problemas y cuestiones escenciales prosiguen siendo enigmáticos o aun oscuros en exactamente la misma psicología general, en el momento en que se estudia especialmente la percepción, la memoria, el término de causalidad psíquica, ciertas teorías sobre los instintos y las concepciones de McDougall. De esta forma llega a elaborar su doctrina sobre la "trinidad" del humano, que consistiría en lo que llama él la "entelequia escencial", el alma inconsciente y el yo consciente.
Las relaciones en medio de estos tres causantes son de lo mucho más complejo y escapan a nuestro análisis, tal es así que nada debe considerarse natural en el campo de la percepción, de la memoria y del yo, entendiendo por "natural" lo que se muestra claro y visible a la cabeza, como por poner un ejemplo las proposiciones matemáticas. Un intento de entender la vida psíquica puede ser el teleológico, es decir, desde la perspectiva de la intención, más allá de que se trata siempre y en todo momento de una interpretación mucho más que de una explicación científica. Aun dándose cuenta de lo problemático de semejante concepción, Driesch asegura que se debe estimar expresión superior de la incomodidad del pensador. De todas y cada una formas, continúa el misterio primordial; y sucede que la raza humana llega a comprender considerablemente más sobre los planetas lejanos que sobre su vida psíquica.
¿Qué opinas de la crónica de la vida de Hans Driesch? ¿Has podido leer todo aquello que esperabas hallar?
Es cierto que llegar a comprender a Hans Driesch es algo que está reservado a muy pocas personas, y que pretender reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Hans Driesch es una suerte de enigmaque probablemente podamos rehacer si contribuimos todos en conjunto.
Por eso, si eres del tipo de personas que confían en que de forma cooperativa existen posibilidades de hacer algo mejor, y posees información acerca de la vida de Hans Driesch, o sobre algún particularidad de su personalidad u creación que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre esenciales, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de una persona como Hans Driesch, que tuvo su trascendencia en una época determinada, es imprescindible tratar de ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
No lo dudes y contacta con nosotros para relatarnos qué conocimientos posees en relación con Hans Driesch. Estaremos ilusionados de ultimar esta biografía con más información.