La historia del mundo está escrita por las personas queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho quela sociedad, de una forma u otra,progrese.
Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Gustave Flaubert es uno de esos seres humanos cuya vida, en efecto, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Gustave Flaubert es conocer más sobre etapa determinada de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que detentó Gustave Flaubert en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras estuvo en este mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Gustave Flaubert, sino que a caso produjo una huella mucho más vasta de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Gustave Flaubert de modo personal.Gustave Flaubert ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Gustave Flaubert, atraen nuestra atención, tienen que ayudarnos en todo momento como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Gustave Flaubert, el motivo por qué Gustave Flaubert vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma implacable, la historia.
Vida y Biografía de Gustave Flaubert
(Ruán, Francia, 1821 - Croisset, id., 1880) Escritor francés. Cronológicamente el tercero de los enormes prosistas del realismo francés (tras Stendhal y Balzac), Gustave Flaubert fue el mucho más riguroso y perfeccionista de ellos en temas de objetividad y estilo.
Hijo de un médico, la precoz pasión de Flaubert por la literatura queda patente en la pequeña gaceta literaria Colibrí, que redactaba íntegramente, y donde de una forma un poco difusa pero asombroso se reconocen los temas que desarrollaría el escritor adulto. Estudió derecho en París, donde conoció a Maxime du Camp, cuya amistad preservó toda la vida, y al lado del que efectuó un viaje caminando por las zonas de Turena, Bretaña y Normandía. A este viaje prosiguió otro, más esencial (1849-1851), a Egipto, Asia Menor, Turquía, Grecia y también Italia, cuyos recuerdos le servirían mucho más adelante para su novela Salambó.
Salvo a lo largo de sus viajes, Gustave Flaubert pasó toda su historia en su propiedad de Croisset, entregado a su tarea de escritor. Entre 1847 y 1856 sostuvo una relación desequilibrado pero apasionada con la versista Louise Colet, si bien su enorme amor fue indudablemente Elisa Schlésinger, quien le inspiró el personaje de Marie Arnoux de La educación sentimental y que jamás llegó a ser su apasionado.
La obra de Gustave Flaubert
Los viajes desempeñaron un papel esencial en su estudio como novelista, dado el valor que concedía a la observación de la verdad. Flaubert no dejaba nada en sus proyectos a la merced de la pura inspiración, antes bien, trabajaba con empeño y precisión el estilo de su prosa, desterrando cualquier lirismo, y movilizaba una energía excepcional en la concepción de sus proyectos, en las que no deseaba nada que no fuese real; no obstante, esa situación debía tener la hermosura de la irrealidad, tal es así que tampoco le interesaba dejar traslucir en su escritura la experiencia personal que la nutría, ni se dejaba verter críticas propias.
Su intención púdica y estable de mantenerse oculto en el artículo, de estar («como Dios») en todas y cada una partes y en ninguna, enseña el ahínco colosal de preparación que le supuso todas sus proyectos (no consideró publicable La tentación de San Antonio hasta haberla reescrito tres ocasiones), en las que nada se enunciaba sin estar antes controlado. Las profundas indagaciones eruditas que hizo para redactar su novela Salambó, por servirnos de un ejemplo, debieron ser completadas con otro viaje al norte de África.
Su primera enorme novela publicada, y para bastantes su pieza maestra, es Madame Bovary (1856), cuya personaje principal, una mujer mal casada que es víctima de sus sueños románticos, representa, pese a su mediocridad, toda la frustración que, según Flaubert, había producido el siglo XIX, siglo que él detestaba por identificarlo con la ruindad y la estupidez que a su juicio caracterizaba a la burguesía.
De esa sátira de su tiempo participa su producción, incluyendo un refulgente, si bien inacabado, Diccionario de los sitios recurrentes. La publicación de Madame Bovary, que supuso su rápida consagración literaria, le creó asimismo graves problemas. Atacado por los moralistas, que condenaban el trato que daba al tema del adulterio, fue aun sometido a juicio, lo que lo decidió a arrancar un emprendimiento fantasioso y barroco, lo mucho más distanciado viable de su situación: Salambó (1862), que narraba el cariño irrealizable entre una princesa y un mesnadero salvaje en la vieja Cartago.
Su siguiente enorme obra, La educación sentimental (1869), fue, en cambio, la mucho más próxima a su experiencia, ya que se planteaba detallar las esperanzas y defraudes de la generación de la revolución de 1848. Su última enorme obra, Bouvard y Pécuchet, que quedaría inacabada a su muerte, es una sátira al unísono horrible y tierna del ideal de conocimiento de la Ilustración.
La abundancia de los trabajos que más tarde se han destinado a Gustave Flaubert, y particularmente a su estilo, asegura el papel central que desempeñaría en la evolución del género novelístico hasta medio siglo XX. Más aparente sería aún su predominación mucho más instantánea: el tema de la insatisfacción escencial (bovarismo) que aboca al adulterio se transformaría en recurrente en el realismo, y sería abordado desde distintas perspectivas por figuras de la talla de León Tolstói (Ana Karenina, 1877) o Leopoldo Alas «Clarín» (La Regenta, 1885).
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Es cierto que conocer en profundidad a Gustave Flaubert es algo que se reserva a pocas personas, y que intentar reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Gustave Flaubert es una suerte de puzzleque a lo mejor podamos reconstruir si contribuimos juntos.
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Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de una persona como Gustave Flaubert, que detentó su trascendencia en un momento histórico concreto, es fundamental tratar de ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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