Las biografías y las vidas de personas que, como Grígori Kózintsev, cautivan nuestra atención, tienen que valernos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Grígori Kózintsev, el motivo por el cual Grígori Kózintsev vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Kiev, 1905 - Leningrado, 1973) Director de teatro y cine ruso. Desde muy temprana edad, y también inmerso en la sociedad que aparece de la Revolución de octubre, se dedicó al planeta del espectáculo propagandístico y también ingresó en la Academia de Bellas Artes de Leningrado.
Próximamente se vio envuelto en un ámbito cultural del que formaban parte escritores y teóricos como Vladimir Maiakovski y Vsevolod Meyerhold. Así, con solamente quince años, y tras saber a Leonid Trauberg y Serguei Yutkevitch, decidió ser parte del colectivo fundacional de la Fábrica del Actor Excéntrico (el FEKS), conjunto que publicó en 1922 un vanguardista Manifiesto del Excentricismo. En el seno de este conjunto, con el que asimismo cooperaron Georgy Krizicky, Serguei Eisenstein y el actor Serguei Guerassimov, empezó a aparecer un repertorio de proposiciones teatrales y cinematográficas.
Kozyntsev desarrolló una intensa y continuada carrera durante los años veinte, y mucho más intermitente hasta mediados de los 40, a la vera de Trauberg, con el que codirigió todas y cada una de las películas efectuadas desde Pohozhdeniya Oktyabriny (Las aventuras de Octobrina, 1924) hasta Prostyje Lyudi (Gente simple, 1945). Es una temporada donde progresaron desde el mucho más extremista excentricismo hasta un realismo mucho más en contacto y apegado a la manera de vida de la sociedad soviética, transformación obtenida en especial en la trilogía interpretada por un obrero llamado Máximo: La juventud de Máximo (1935), El regreso de Máximo (1937) y La barriada de Vuiborg (1939).
Ya a solas, y mientras que se volcó en especial en el teatro, dirigió geniales trabajos como Pirogov (1947) y distintas biografías y adaptaciones literarias como Don Quijote (1957), probablemente la mejor de las ediciones cinematográficas de la novela de Miguel de Cervantes, y Korol Lir (1971), traslación a la enorme pantalla de El rey Lear de Shakespeare. En ciertos de estos grabes contó con la música de Dimitri Shostakovich y la intervención del actor Nikolay Cherkasov. Con estas películas consiguió un destacable éxito y influencia en todo el mundo.
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