La historia de las civilizaciones la escriben aquellos hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho queel género humano, de un modo u otro,progrese.
Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Giovanni Boccaccio es uno de esos sujetos cuya vida, realmente, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Giovanni Boccaccio es comprender más sobre etapa determinada de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la relevancia que atesoró Giovanni Boccaccio en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo mientras estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que conocieron a Giovanni Boccaccio, sino que a lo mejor dejó una huella mucho más insondable de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Giovanni Boccaccio de modo personal.Giovanni Boccaccio ha sido una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Comprender las luces y las sombras de las personas significativas como Giovanni Boccaccio, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa básica para que podamos apreciar no sólo la existencia de Giovanni Boccaccio, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Giovanni Boccaccio, personas a quienes de de una u otra forma Giovanni Boccaccio influyó, y sin duda, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Giovanni Boccaccio.
Las biografías y las vidas de personas que, como Giovanni Boccaccio, seducen nuestra atención, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Giovanni Boccaccio, porqué Giovanni Boccaccio vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma implacable, la historia.
(?, 1313-Certaldo, de hoy Italia, 1375) Escritor italiano. Hijo natural del comerciante y banquero florentino Boccaccio da Chellino, agente de la vigorosa compañía financiera de los Bardi, no conoció la identidad de su madre. Las leyendas que nuestro Boccaccio se ocupó de dar a conocer sobre su historia no dejan saber si nació en París, Certaldo o Florencia. Lo es cierto que medró en esta última localidad, en el vecindario de San Pietro Maggiore, y fue educado por Giovanni Mazzuoli da Strada, quien le inculcó la pasión por Dante que lo dominaría toda su historia.
Tras probar pocas destrezas para las finanzas y el comercio, fue enviado por su padre a Nápoles, donde adquirió una sólida capacitación literaria merced a las enseñanzas de los mucho más consagrados eruditos de la corte napolitana: Paolo da Perugia y Andalo Delnevo. Lo que mucho más le impresionó del ámbito napolitano fueron el refinamiento y la voluptuosidad que reinaban en la corte de los Anjou, en la que confluían las etnias italiana, bizantina y árabe.
En ese contexto de intrigas y ambiciones cortesanas, amores prohibidos y sensualidad se ubica su pieza maestra, El decamerón, centrada en la figura dinámico y fascinadora de Fiammetta, hija ilícita de Roberto de Anjou, y en sus aventuras juveniles, adecuadamente enriquecidas a través de refulgentes ornamentos literarios y también invenciones de todo género. El personaje de Fiammetta, a quien el creador pretendió haber amado, recorre obsesivamente su literatura previo.
En Nápoles escribió tres proyectos importantes: Filocolo (h. 1336), adaptación de la historia medieval de Floris y Blancaflor; Filostrato (1338), poema adscrito al período de la guerra de Troya; y el poema épico La Teseida (1339-1340). La quiebra del banco de los Bardi le forzó a regresar a Florencia (1340), donde padeció graves dificultades económicas y inconvenientes familiares. Su situación no lo separó de su quehacer literario, que, por contra, aparentemente salió reforzado de esa experiencia, que le aproximó al ámbito picaresco de mercaderes del que procedía su familia. En esos años compuso el idilio pastoril Ameto, La cariñosa visión, La elegía de doña Fiammetta, redactada en prosa, y Las ninfas de Fiésole, en el que recreó, con versos octosílabos, amores puros y nobles.
La peste que arrasó Florencia en 1348 le inspiró la iniciativa de El decamerón, que redactó entre ese año y el de 1353. La obra consiguió un enorme éxito, lo que le valió, de ahora en adelante, ser impulsado habitualmente a cargos oficiales honoríficos. Desempeñó funcionalidades de embajador, primero en Aviñón y después en Roma. De esos años son Poema bucólico, grupo de dieciséis églogas compuestas en latín y también inspiradas en Virgilio, y 2 proyectos de signo completamente contrario: Corbacho, beligerante sátira popular y sexual, y De las mujeres visibles, que tiene dentro una extendida serie de edificantes biografías femeninas.
En 1362, sin haber resuelto sus inconvenientes financieros, se retiró a Certaldo, donde padeció una crisis espiritual que lo llevó a protestar de El decamerón y a volcarse en el estudio y en las prácticas piadosas. Tras ser ordenado sacerdote, pasó a ocupar el cargo de confesor en 1360.
El humanismo que caracteriza las proyectos de madurez de Boccaccio, destinado a comentar la obra de Dante en la iglesia de San Stefano de Badia por encargo de la nobleza florentina y a armar una erudita colección de la mitología tradicional, se adelanta en decisión correcta al pensamiento y a la civilización renacentistas. Ese giro humanístico y espiritual almacena relación con la amistad que por esos años entabló con Petrarca, cuya muerte, acontecida en el mes de octubre de 1374, lo sumió en una profunda tristeza.
A lo largo de lo poco que le quedaba de vida, sus escritos serían un incesante lamento por la pérdida del enorme amigo y el abandono espiritual en que lo había dejado. Pero su legado literario mucho más apreciado, el que lo transforma en el principal creador de la prosa italiana, son los cien cuentos que conforman El decamerón, que dan cuenta de su visión al unísono insolente y también indulgente de las flaquezas, los errores y las corrupciones de los hombres de su temporada.
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Sin duda conocer en profundidad a Giovanni Boccaccio es algo que se reserva a pocas personas, y que pretender recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Giovanni Boccaccio es una especie de puzzleque probablemente logremos rehacer si contribuimos todos juntos.
Por esta razón, si eres de las personas que creen en que colaborando es posible elaborar algo mejor, y detentas información con respecto a la vida de Giovanni Boccaccio, o acerca de algún aspecto de su figura u creación que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de una persona como Giovanni Boccaccio, que detentó su importancia en un momento concreto de la historia, es fundamental procurar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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