Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que atesoró Giovanni Amendola en la historia. La manera en que vivió y aquello que hizo en el tiempo en que estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que trataron a Giovanni Amendola, sino que quizá produjo una señal mucho más vasta de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Giovanni Amendola en persona.Giovanni Amendola fue uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Comprender las luces y las sombras de las personas significativas como Giovanni Amendola, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa fundamental para que podamos valorar no sólo la vida de Giovanni Amendola, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Giovanni Amendola, personas a quienes de de una u otra forma Giovanni Amendola influyó, y sin duda, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Giovanni Amendola.
(Nápoles, 1882 - Cannes, 1926) Político y periodista italiano. Iniciados sus estudios de filosofía en Roma, los continuó en Alemania, en la Universidad de Leipzig. Vuelto a Italia, Giovanni Amendola se aproximó al joven conjunto combativo de intelectuales creadores, en Florencia, de la gaceta Leonardo, liderados por Giovanni Papini y Giuseppe Prezzolini. Desde entonces su personalidad sobresalió sobre la del resto, dando a su pensamiento la dirección filosófica metódica que hacía falta a los amigos del conjunto.
De esto se percató el mucho más agudo de sus amigos, Giovanni Papini, y en el momento en que cesó la publicación de Leonardo (1907), se unió mucho más íntimamente a él, animándole a tomar la dirección de la Biblioteca Filosófica de Florencia (1910-11), donde tuvo ocasión de reforzar su pensamiento. Sus meditaciones, estimuladas por las vivencias florentinas, brindaron vida a sus escritos filosóficos mucho más representativos: La intención y el bien (1911) y Etica y también biografía (1915).
A inicios de 1912 hubo un distanciamiento de la vida y de las pretensiones precedentes; que se dedica al periodismo, volvió a Roma, primero como corresponsal del Resto del Carlino y tras el Corriere de ella sera. Vinieron unos años de pelea, a la que imprimió una superior espiritualidad y una consecuencia no comunes en el planeta político. Desde el Corriere de ella Sera defendió la intervención de su país en la I Guerra Mundial, en frente de la posición no beligerante de Giovanni Giolitti.
Al generarse la entrada de Italia en la contienda (1915), se alistó como voluntario; alcanzó la graduación de capitán de artillería y fue condecorado con la medalla al valor. Se mostró partidario de las ideas del presidente estadounidense Woodrow Wilson, tal como de una política eslava (que se plasmó en el Pacto de Roma) destinada en última instancia a frenar el expansionismo austriaco que, según él, formaba el genuino enemigo secular del pueblo italiano.
Diputado por la circunscripción de Salerno en 1919, subsecretario de Hacienda en 1920 (en el gabinete de Francesco Nitti) y ministro de Colonias en 1922 (en el de Luigi Facta), Giovanni Amendola vio seguir la marea fascista, cuyo origen y concepto entendió, sin disimular su apremiante riesgo. Contrario al extremismo tanto de derechas, representado por el fascismo, como de izquierdas, del partido socialista, se transformó terminantemente en enemigo fanático de la dictadura impuesta por Benito Mussolini tras el asesinato del líder socialista Giacomo Matteotti (1924) y de la aprobación de una ley precisamente anticonstitucional, la Ley Acerbo.
Amendola fue entre los miembros del congreso de los diputados que abandonaron el Parlamento como acto de queja por aquel delito y contribuyó a la capacitación de un nuevo partido, la Unión Democrática Nacional, que trató sin éxito de ponerse en contra al nuevo régimen. En 1925 padeció, de manos de escuadras fascistas, múltiples agresiones en Roma y en el balneario de Montecatini, con tal gravedad que murió meses después en una clínica de Cannes.
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A causa de esto, si eres del tipo de personas que confían en que de modo colaborativo es posible hacer algo mejor, y conservas información acerca de la existencia de Giovanni Amendola, o sobre algún particularidad de su figura u creación que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente esenciales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Giovanni Amendola, que poseyó su significación en un momento concreto de la historia, es imprescindible procurar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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