La historia de la civilización la narran los hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela humanidad, de un modo u otro,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que detentó Gerardo Fernández Albor en la historia. Cómo vivió y lo que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Gerardo Fernández Albor, sino que a lo mejor produjo una señal mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Gerardo Fernández Albor en persona.Gerardo Fernández Albor fue una de esas personas que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
(Santiago de Compostela, 1917) Político y médico español que ocupó la presidencia de la Xunta de Galicia desde el 22 de enero de 1982 hasta el 23 de septiembre de 1987. Perteneciente a una familia de clase alta, tras efectuar sus primeros estudios, inició la carrera de Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, donde se doctoró en Medicina y Cirugía. Alumno señalado, completó su capacitación matriculándose en tutoriales de especialización de cirugía general y aparato digestivo, dados por las universidades de Barcelona, Madrid, Londres, París y Viena.
Estable defensor de la civilización gallega, resaltó por sus actuaciones en este sentido y formó una parte de esenciales instituciones como el Patronato Rosalía de Castro, la Fundación Otero Pedrayo, el Instituto da Lingua Galega y del Museo do Pobo Galego. Iniciado el desarrollo de transición política en España, tras la desaparición del general Franco en el año 1975, empezó a manifestar ciertas inquietudes políticas; simpatizó con el PPG y militó resumidamente en las filas de Realidade Galega.
Tras quedar aprobado el Estatuto Autonómico, el 7 de febrero de 1981, el presidente de AP, Manuel Fraga, decidió integrar a las filas de su partido a Gerardo Fernández Albor. A pesar de su inexperiencia política, era un hombre popular y respetado en toda Galicia y no había tenido ninguna relación con el régimen previo. Tras los primeros contactos, Fernández Albor aceptó el ofrecimiento de Fraga. La convocatoria electoral conmemorada en el mes de octubre de 1981 dio la victoria a AP por un ajustado margen. El 7 de enero de 1982 pronunció su alegato de investidura y fue escogido presidente al día después, merced al acompañamiento que consiguió su candidatura de los representantes de UCD.
Su primer gobierno (1982-1985) estuvo marcado por el traspaso de competencias efectuado desde la administración central, y por los inconvenientes que ya están para fijar la capitalidad de la red social que encabezaba, en tanto que existió un combate claro, aun en el seno de su partido, entre aquéllos que apoyaron la decisión de Santiago de Compostela y los que apoyaron la candidatura de A Coruña. Finalmente se aprobó una solución transitoria que designó a Santiago como sede del Parlamento gallego y A Coruña como sede del Tribunal Superior de Justicia.
Tras la desaparición de UCD, varios de los representantes de esta capacitación política se incorporaron a AP, de esta manera Fernández Albor logró ofrecer mayor seguridad a su orden, pero debió realizar en frente de las manifestaciones que se generaron en su partido, debido al importancia que alcanzaron los integrantes de UCD en el gobierno gallego.
Los inconvenientes en el seno de AP de Galicia, se generalizaron tras la firma, el 1 de octubre de 1985, de un archivo que sentaba las bases de la capacitación de la Coalición Popular (CP). Dicha coalición quedó constituida por Alianza Popular, el Partido Demócrata Popular, Partido Liberal de Galicia y Centristas de Ourense.
A pesar de que en las selecciones festejadas el 24 de noviembre de 1985 consiguieron 34 escaños de 71, las diferencias internas se dieron a conocer prontísimo y se generalizaron los asaltos al presidente de la Xunta. Estos combates y fracaso electoral de AP en las selecciones en general de 1986 desestabilizaron el segundo gobierno de Fernández Albor (1986-1987). Debido a estos serios problemas, la oposición, encabezada por el PSOE, estimó que el presidente se encontraba mucho más ocupado tratando arreglar las riñas dentro de su partido que en ejercer el gobierno efectivo de la red social a la que representaba; presentaron una petición de censura que triunfó y el 23 de septiembre de 1987 Fernández Albor debió dejar la presidencia.
En diciembre de 1986 ocupó la presidencia de AP, tras la dimisión de Manuel Fraga del cargo, si bien prontísimo trasfirió sus responsabilidades a Miguel Herrero de Miñón. AP, tras padecer una grave crisis, desapareció de la escena política, siendo su heredero el Partido Popular (PP), al que Fernández Albor se unió instantaneamente. Fundador del Partido Popular de Galicia, desde el año 1989 hasta 1999 fue integrante del Parlamento Europeo.
A lo largo de los años que continuó en Bruselas, participó en la Comisión de Asuntos Exteriores, Seguridad y Política de Defensa; en la Comisión de Desarrollo y Cooperación, en la Subcomisión de Seguridad y Desarme, en la Subcomisión de Derechos Humanos y fue encargado europeo para las relaciones con los países de Sudamérica y MERCOSUR. En 1999 decidió no presentarse a las selecciones al Parlamento Europeo, pero no abandonó la actividad política; ocupó el puesto de presidente de honor del PP de Galicia y fue nombrado asesor de la Consellería de Presidencia de la Xunta.
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