La historia del mundo la escriben aquellos hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado queel mundo, de una forma u otra,avance.
Comprender las luces y las sombras de las personas significativas como Gerard Depardieu, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de apreciar no sólo la vida de Gerard Depardieu, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Gerard Depardieu, gentes a quienes de de una u otra forma Gerard Depardieu influyó, y por supuesto, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Gerard Depardieu.
Las biografías y las vidas de personas que, como Gerard Depardieu, atraen nuestra curiosidad, tienen que valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Gerard Depardieu, el motivo por el cual Gerard Depardieu vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
Vida y Biografía de Gerard Depardieu
(Châteauroux, 1948) Actor francés. Tras una adolescencia bien difícil, cumplió condena por pequeños hurtos en una institución correccional y estudió arte dramático como terapia en la escuela de Jean Laurent Cochet. A los dieciséis años comenzó en el cine con el corto Le beatnik et le minet (1965), de Roger Leenhardt, y en exactamente el mismo año participó en la inconclusa Christmas Carol, de Agnès Varda. Durante años trabajó en el teatro y en espacios trágicos de televisión (interviniendo en proyectos del Teatro Nacional como "Una muchacha en mi sopa", "Salvados", Galápagos", entre otra muchas) y desde 1970 empezó a mostrarse de manera regular en el cine. En 1970 se casó con su primera mujer, Elisabeth Guignot.
Entre sus primeros trabajos relevantes se hallaron Nathalie Granger (1972), de Marguerite Duras, donde dio vida a un vendedor de lavadoras. Depardieu fue la única presencia masculina en el hermético silencio de Jeanne Moreau y Lucía Bosé. Nathalie Granger fue su primera colaboración con Marguerite Duras y marcó una inclinación que se transformó en una incesante de la carrera de Depardieu: la estabilidad entre proyectos comerciales y otros mucho más artísticos. Su físico le dejó trabajar en todos y cada uno de los géneros, pero es en el policiaco donde dio lo destacado de sí, singularmente en sus colaboraciones con el escritor y directivo José Giovanni (El clan de los marselleses, 1972; Dos hombres en la localidad, 1973).
Tras otra película con Duras (La femme du Gange, 1973), protagonizó Los rompepelotas (1974), de Bertrand Blier, una comedia erótica que consiguió un increíble éxito de taquilla en Francia y transformó en estrellas a su pareja de personajes principales: Patrick Dewaere y Gerard Depardieu. Basada en la novela del propio Blier, Los rompepelotas contó las aventuras sexuales de una pareja de desequilibrados criminales en el transcurso de un viaje por Francia. Lejos de atascarse en papeles rápidos, Depardieu procuró proyectos de dificultad creciente con los más destacados directivos de europa.
Con Novecento (1976), de Bernardo Bertolucci, consiguió un resonante éxito en todo el mundo de público y crítica por su vigorosa interpretación del campesino Olmo Dalco en esta saga de sobra de 4 horas de duración ambientada en la Italia de principios del siglo XX. Depardieu resaltó en un reparto de mucho lujo formado entre otros muchos por Robert De Niro, Burt Lancaster y Donald Sutherland.
En incesante desarrollo como actor, probó su utilidad en películas tan distintas como la en fase de prueba Le camion (1977), su última colaboración con Marguerite Duras, o la comedia ganadora del Oscar a la Mejor película extranjera ¿Desea ser el apasionado de mi mujer? (1978), de Bertrand Blier, directivo primordial en la carrera de Depardieu. En los setenta recibió el premio Gerard Philipe de Teatro (1973) y causó la película de Gerard Sing De noche todos y cada uno de los gatos son pardos (1977).
A principios de los años ochenta, Depardieu se transformó en la más esencial estrella del cine francés. Su popularidad se extendió a los mercados de todo el mundo merced a sus colaboraciones con autores consagrados. El último metro (1980), de François Truffaut -un homenaje a Ser o no ser (1942), de Ernst Lubitsch, que protagonizó junto Catherine Deneuve-, le dio el premio César al Mejor Actor. Protagonizó asimismo Loulou (1980), de Maurice Pialat, en donde explotó su colosal físico para ofrecer certeza a un pequeño criminal.
Sus mayores éxitos de aquel instante fueron Danton (1982), de Andrzej Wajda, y El retorno de Martin Guerre (1982), de Daniel Vigne, drama pensado en la Edad Media y escrito por nuestro Vigne y Jean-Claude Carrière. Depardieu interpretó a un hombre que vuelve a su casa tras una sepa de ocho años y no es famoso por su mujer. El éxito de la película en los Estados Unidos propició una exclusiva versión con Richard Gere como personaje principal, Sommersby (1992), de Jon Amiel. En 1984 comenzó en la dirección con la exageradamente teatral Tartufo (1984), adaptación del tradicional de Molière interpretada por él mismo y su mujer Elisabeth. Recibió la Copa Volpi al Mejor Actor del Festival de Venecia por su trabajo en Police (1985), de Maurice Pialat.
Gerard Depardieu evitó el encasillamiento y dominó todos y cada uno de los registros trágicos, desde sus torturados individuos en las películas de Pialat hasta los abiertamente cómicos de sus colaboraciones con Bertrand Blier, entre aquéllas que recalcaron Traje de etiqueta (1986) y Demasiado hermosa para ti (1989), comedias con la homosexualidad como eje que consiguieron excelente resultados comerciales.
El colosal éxito de público y crítica de El manantial de las lomas (1986), de Claude Berri, le afianzó como la estrella mucho más taquillera. Adaptación de la habitual novela de Marcel Pagnol, fue estrenada en Francia en 2 partes y se transformó en entre los mayores éxitos de la historia del cine francés; un drama rural pensado en la Provenza de principios del siglo XX, en el que Depardieu interpretó al personaje principal Jean de Florette, enfrentado a los terratenientes encarnados por Yves Montand y Daniel Auteuil. Poco después protagonizó al lado de Isabelle Adjani La pasión de Camile Claudel (1988), debut como directivo del directivo de fotografía Bruno Nuytten, donde interpretó al escultor Auguste Rodin.
Cyrano de Bergerac (1990), de Jean-Paul Rappeneau, supuso la consagración en todo el mundo de Depardieu. Fue premiado con el premio al Mejor Actor del Festival de Cannes y nominado al Oscar como Mejor Actor por esta adaptación del tradicional de Edmond Rostand. La contrariedad del original (el Cyrano de Bergerac de Rostand es una comedia en verso) fue reconocida por la leal adaptación de Jean-Claude Carrière y por de las mejores interpretaciones de la carrera del actor, un increíble ejercicio que le abrió las puertas de la industria de america. Poco después trabajó en Matrimonio de conveniencia (1990), de Peter Weir, su primera película en Hollywood, una comedia romántica rodada en inglés. En ella dio vida a un músico que se casa con una de america (Andie MacDowell) para hallar el permiso de vivienda, la tarjeta verde del título original del largometraje (Green Card). Fue premiado con el Globo de Oro a la mejor interpretación masculina.
Desde principios de los noventa, Depardieu se transformó en una institución en Francia y en una estrella en todo el mundo, en el heredero de los valores tradicionales franceses y en símbolo de la adaptación de éstos a los nuevos tiempos: el Jean Gabin del último cuarto del siglo XX. Durante los últimos años de su refulgente trayectoria repartió su tiempo entre sus compromisos como actor y sus viñedos de la zona de Anjou.
Entre lo destacado de sus trabajos recalcaron Todas las mañanas de todo el mundo (1992), de Alain Corneau, biografía del músico del siglo XVII Marin Marais, interpretado en su adolescencia por su hijo Guillaume Depardieu. El fracaso de 1492, la conquista del paraíso (1992), de Ridley Scott, un largometraje sobre el hallazgo de América en el que interpretó a Cristóbal Colón, frenó en parte su trayectoria en todo el mundo.
En 1996 fue nombrado caballero de la Legión de Honor, la máxima condecoración francesa. Un año después se casó con su segunda mujer, la actriz Carole Bouquet. Entre sus películas mucho más populares de los últimos años noventa recalcaron la de america El hombre de la máscara de hierro (1998), de Randall Wallace, y la francesa Asterix y Obélix contra el César (1999) de Claude Zidi, tal como sus geniales interpretaciones para múltiples series, como las adaptaciones que se hicieron de proyectos de Alejandro Dumas padre (El conde de Montecristo) y de Victor Hugo (Los miserables).
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Obviamente descubrir en lo más recóndito a Gerard Depardieu es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Gerard Depardieu es una especie de puzzleque posiblemente consigamos reconstruir si contribuimos todos juntos.
A causa de esto, si eres de esas personas que creen en que cooperando se puede crear algo mejor, y detentas información con respecto a la vida de Gerard Depardieu, o sobre algún peculiaridad de su personalidad u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Gerard Depardieu, que poseyó su significación en una época concreta, es esencia tratar de brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
Sin dudarlo, contacta con nosotros para referirnos qué conocimientos tienes tú acerca de Gerard Depardieu. Estaremos muy contentos de completar esta biografía con más información.