George W. Bush

Ya sea inspirando a otros seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. George W. Bush es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de George W. Bush es comprender más acerca de etapa determinada de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la importancia que tuvo George W. Bush en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo mientras permaneció en el mundo fue determinante no sólo para quienes trataron a George W. Bush, sino que quizá dejó una señal mucho más insondable de lo que podamossospechar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a George W. Bush de forma personal.George W. Bush fue uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Comprender lo bueno y lo malo de las personas relevantes como George W. Bush, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo básica para que podamos poner en valor no sólo la vida de George W. Bush, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por George W. Bush, personas a quienes de de una u otra forma George W. Bush influenció, y desde luego, conocer y descifrar cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió George W. Bush.

Las biografías y las vidas de personas que, como George W. Bush, atraen nuestra curiosidad, deben valernos en todo momento como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de George W. Bush, porqué George W. Bush vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de George W. Bush

(George Walker Bush; New Haven, Connecticut, 1946) Político estadounidense que fue el 43º presidente de los Estados Unidos de América (2001-2008). Aunque nativo de el estado de Connecticut, su familia se asentó en Texas en el momento en que él solo contaba un par de años. Mientras su padre prosperaba en el negocio del petróleo, George Bush hijo gozaba de la fortuna y las influencias familiares, y pasaba sin pena ni gloria sus años de estudio en Yale y Harvard, en los que consiguió la licenciatura en Historia (1968) y un máster de Administración de Empresas (1975), respectivamente.

A finales de la década de 1970 George Bush inició sus escarceos en los negocios y la política, con idénticos pobres desenlaces. En 1977 se casó con Laura Welch, con la que tuvo en 1981 a las gemelas Jenna y Barbase. La biografía de George Bush dio un giro profundo en el momento en que, en 1986, logró dejar el alcohol. Tras el fracaso de su padre en las de presidentes de 1992, tomó el relevo familiar en la política y se presentó para el puesto de gobernador de Texas. Su victoria en los comicios de 1994 le proporcionó el mando del segundo mayor estado de la Unión, una interfaz perfecto para lograr la Casa Blanca. Fue reelegido en 1998, y su administración trascendió las fronteras estatales en torno al tema de la pena capital: a lo largo de su orden se ejecutaron ciento veinte presos.

En marzo de 1999, George Bush dio el paso definitivo hacia la presidencia y anunció su candidatura por el Partido Republicano, en cuyas primarias se impuso a John McCain. Durante la campaña, Bush no ha podido esconder sus faltas; se realizó pública su vieja dependencia del alcohol y su desconocimiento de la política en todo el mundo, pero supo subsanarlas con un trato cordial y directo que hacía convincente su iniciativa de un "conservadurismo compasivo" en el que la idea privada tomara las bridas del país sin defenestrar la política popular.

Las selecciones del 2 de noviembre de 2000 lanzaron un empate virtual: el demócrata Al Gore consiguió mucho más votos populares, pero Bush mucho más compromisarios. A pesar del recuento manual de votos y las reclamaciones de los demócratas frente a los tribunales, el 13 de diciembre el Tribunal Supremo resolvió el tema a favor de Bush.

La presidencia de George W. Bush

Las primeras resoluciones George Bush patentizaron el comienzo de un etapa diferente, en el momento en que no opuesta, a la de su precursor, el demócrata Bill Clinton. Destacaron la puesta en marcha de un considerable recorte fiscal, que ponía en cuestión la continuidad de las posibilidades sociales; la negativa a subscribir los pactos de Kioto sobre medioambiente y la puesta en marcha de un programa de defensa antimisiles que conminaba con devolver la diplomacia en todo el mundo a los tiempos de la guerra fría.

Solamente iniciado su primer orden, los atentados del 11 de septiembre de 2001, atribuidos a la organización terrorista Al Qaeda dirigida por Osama bin Laden, pusieron a George Bush frente a la primera enorme crisis en todo el mundo del siglo, en frente de la que optó por una política militarista cuyo primer propósito fue Afganistán, ocupado por las tropas norteamericanas antes de terminar el año.

La doctrina de la lícita defensa dio paso a la de la guerra precautoria y George W. Bush situó a Saddam Hussein en el punto de atención de la fuerte maquinaria bélica estadounidense. Contando con el único acompañamiento incondicional de Tony Blair en el Reino Unido y de José María Aznar en España, el mandatario de EEUU desplegó su ejército cerca de Irak en espera de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que legitimara la acción bélica.

A pesar de la presión en todo el mundo contra la guerra, dirigida por Francia y Alemania, y ajeno de la resolución de las Naciones Unidas, el 20 de marzo de 2003 Estados Unidos inició el ataque a Irak, que acabó un mes después con la caída del régimen de Hussein y la instauración de una administración interina bajo el control de Washington.

George W. Bush, inútil de hallar en Irak armas de destrucción masiva, cuya posesión había constituido el primordial razonamiento para la guerra, acusó a Siria de esconder estas armas y de ofrecer cobijo a gobernantes del depuesto régimen iraquí, si bien la carencia de acompañamiento de sus primordiales valedores en la guerra de Irak (el Reino Unido y España) moderó sus afirmaciones.

El 13 de diciembre de 2003 Bush ha podido comunicar la tan deseada detención de Saddam Hussein, lo que sirvió para compensar el desgaste político sufrido en frente de la presión de la opinión pública, poco a poco más en oposición a la beligerante posguerra, por los reiterados asaltos de la resistencia iraquí contra las tropas de la coalición destinadas en Irak.

La guerra de Irak y la pelea contra el terrorismo fueron los temas que centraron el enfrentamiento a lo largo de la campaña electoral para las de presidentes de noviembre de 2004, en las que George W. Bush, que optaba a la reelección, consiguió la victoria en oposición al candidato demócrata John Kerry. La substitucion de Colin Powell por Condoleezza Rice adelante de la secretaría de estado parecía augurar, según los especialistas, un giro hacia situaciones todavía mucho más conservadoras en su segundo orden (2005-2008).

El verano del primer año de la segunda era Bush resultó especialmente amargo para el dirigente republicano. A la creciente impopularidad por el despliegue militar en Irak se sumó la carencia de celeridad en la contestación oficial a la devastación que, a fines de agosto de 2005, produjo el huracán Katrina, la catástrofe natural mucho más grave en la historia del país desde el terremoto de San Francisco. Las autoridades de Luisiana, Alabama y Misisipí, los Estados mucho más damnificados por la catástrofe, denunciaron la pasividad inicial de Washington y la desorganización en las trabajos de evacuación de la población atrapada en Nueva Orleans, donde fallecieron múltiples cientos de personas.

Iniciado el otoño, un escándalo sobre desvío de fondos electorales y lavado de dinero salpicó de manera directa a Tom DeLay, líder republicano en la Cámara de Representantes. Pero el capital político del presidente se redujo todavía ciertos enteros mucho más antes de terminar el año. Su debilidad en el partido republicano quedó en prueba tras la retirada de su aspirante, extensamente rechazada por los ultraconservadores, a la presidencia del Supremo.

Al mismo tiempo, su aparato directo de ayudantes padecía un golpe destructor por el "caso Plame". El 28 de octubre de 2005 Lewis Libby, jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, presentó su dimisión tras saber la resolución de un enorme jurado de Washington de procesarle por perjurio, falso testimonio y obstrucción a la justicia. El fiscal sin dependencia Patrick Fitzgerald había iniciado la investigación un par de años antes para saber la implicación de altos cargos de la Administración en la filtración del nombre de una agente segrega de la CIA (Valerie Plame), como represalia a las críticas vertidas por su marido, el diplomático Joe Wilson, que denunció la falsedad de ciertas pruebas que la Casa Blanca empleó para justificar la guerra contra Sadam Husein. Karl Rove, primordial asesor político del presidente Bush, fue otro de los altos gobernantes investigados por el fiscal.

El miedo a padecer un fracaso electoral en las de presidentes animó al grupo de Gobierno a planear ciertos reajustes en la Casa Blanca. El 5 de mayo de 2006, el presidente anunció el relevo del directivo de la CIA, Porter Goss, en el momento en que aún no se habían cumplido un par de años desde el instante en que accedió al cargo. Aunque Bush no aportó fundamentos para el relevo, el cese del jefe de los servicios misterios llegaba en pleno enfrentamiento sobre el escándalo de supuestos vuelos organizados por la Agencia para raptar a sospechosos de terrorismo en territorio europeo y trasladarlos a países árabes donde se practicaban torturas.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente esenciales, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de alguien como George W. Bush, que tuvo su relevancia en una época determinada, es fundamental procurar ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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