La historia de la civilización la cuentan aquellos hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la importancia que atesoró Gary Cooper en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras permaneció en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que trataron a Gary Cooper, sino que quizá dejó una señal mucho más profunda de lo que podamosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Gary Cooper en persona.Gary Cooper ha sido una persona que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Gary Cooper, atraen nuestra atención, tienen que valernos siempre como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Gary Cooper, el motivo por el cual Gary Cooper vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma implacable, la historia.
Vida y Biografía de Gary Cooper
(Frank James Cooper; Helena, 1901 - Beverly Hills, 1961) Actor de cine estadounidense. Su padre fue un emigrante británico que llegó a ser juez del tribunal estatal de Montana. En 1910 viajó con su madre y su hermano mayor Arthur a Inglaterra, donde estudió en el Dunstable College hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial. A su regreso a los Estados Unidos trabajó en el rancho de ganado de su familia a lo largo de los años de la contienda. Estudió en la escuela agrícola del Wesleyan College de Bozeman (Montana) y en el Grinnell College de Iowa.
Tras graduarse trabajó como guía en el parque nacional de Yellowstone y como dibujante en el jornal de su localidad natal, el Helena Independent, antes de marchar a California en 1924. Trabajó en los mucho más diversos oficios, desde vendedor a fotógrafo, antes de debutar en el cine merced a su enorme capacidad como jinete. Entre 1925 y 1926 participó como plus en varios westerns mudos. Su primera enorme ocasión le llegó con una substitución de última hora para interpretar un papel secundario en Flor del desierto (1926), de Henry King, interpretada por Ronald Colman y Vilma Banky. La película consiguió un enorme éxito y le dio un contrato como actor para la Paramount Pictures.
Durante sus primeros años en el cine mudo compartió letrero con las considerables estrellas del estudio, más que nada con Clara Bow, con quien participó en Ello (1927), de Clarence Badger, y también Hijos del divorcio (1927), de Frank Lloyd. Entre sus visualizaciones mucho más recordables de esta época recalcaron, asimismo, un pequeño papel en Alas (1927), increíble película de William A. Wellman.
Consiguió mucho más reconocimiento de la prensa por sus varios romances con ciertas de sus compañeras, como nuestra Clara Bow o Lupe Vélez, que por sus características interpretativas, desarrolladas más que nada en películas románticas y de acción. Entre ellas resaltó The Virginian (1929), de Victor Fleming, una de sus primeras películas sonoras, considerada por Cooper como su mejor western.
En los años treinta continuó interpretando a héroes taciturnos y románticos en enormes películas como Marruecos (1930), de Josef von Sternberg, interpretada por Marlene Dietrich, o Las calles de la región (1931), de Rouben Mamoulian, una historia de gangsters redactada por Dashiell Hammett. Lejos de caer en el encasillamiento, interpretó ciertos de sus mejores papeles en comedias como Una mujer para 2 (1933), de Ernest Lubitsch, donde formó un increíble triángulo amoroso con Frederic March y Miriam Hopkins. En 1933 se casó con Veronica Balfe, dama de la alta sociedad de Nueva York.
El misterio de vivir (1936), de Frank Capra, su primera película para Columbia Pictures, marcó un considerable punto de cambio en su trayectoria. Fue nominado por vez primera al Oscar como mejor actor al ofrecer un nuevo matiz a su tradicional personaje de héroe íntegro y estable merced a su espléndida interpretación del ingenuo y también idealista Longfellow Deeds, entre las piedras angulares de su trayectoria como actor.
Fue contratado por Samuel Goldwyn en 1937 y se transformó, según el New York Times, en el actor mejor comprado de Hollywood. Entre sus mucho más relevantes trabajos de esta época en el cine de aventuras recalcaron Beau Geste (1939), fundamentada en la novela de Percival Christopher Wren, y El forastero (1940), de William Wyler, que cimentaron su historia de historia legendaria como entre los enormes intérpretes del cine del Oeste. Juan Nadie (1941), su segunda colaboración con Frank Capra, dio otra vuelta de tuerca al tema del hombre común cuya integridad es puesta a prueba por una sociedad corrupta, en esta ocasión de una manera mucho más obscura y desilusionada.
Los primeros años de la década de los 40 fueron la época de mayor esplendor en su trayectoria como actor. Consiguió su primer Oscar por El sargento York (1941), de Howard Hawks, historia de la crisis ética de Alvin York, un pacifista que acaba por transformarse en héroe de la Primera Guerra Mundial. Su excepcional interpretación le transformó en prácticamente un héroe nacional.
Fue nominado nuevamente al premio de la Academia por El orgullo de los Yankees (1941), de Sam Wood, donde dio vida al mítico jugador de béisbol Lou Gehrig. En Bola de fuego (1941), su segunda colaboración con Hawks, efectuó una de sus mejores interpretaciones cómicas al dar la vida a entre los remilgados instructores a los que la apasionado de un gángster, interpretada por Barbara Stanwyck, asistencia en la elaboración de un diccionario de argot. Al año siguiente Cooper consiguió su tercera nominación sucesiva al Oscar merced a Por quién doblan las campanas (1942), de Sam Wood, adaptación de la novela homónima de Ernest Hemingway, amigo íntimo de Cooper desde sus principios en el cine.
En 1944 formó su productora, la International Pictures, y en 1947 fue contratado por la Warner Brothers. Convertido en entre las mucho más enormes estrellas de Hollywood, interpretó ciertos automóviles rutinarios para su lucimiento, en los que llegó aun a ocuparse a trabajos de producción. Durante el rodaje de El manantial (1949), de King Vidor, una ambiciosa adaptación de la conocida novela de Ayn Rand, se enamoró de su compañera Patricia Neal. La negativa de su mujer a concederle el divorcio y su romance con la actriz, llevado con enorme discreción, suponen entre los puntos mucho más oscuros en su trayectoria personal.
Tras una secuencia de descalabros de público y crítica, logró su quinta nominación al Oscar y su segunda estatuilla por Sólo frente al riesgo (1952), de Fred Zinnemann. Considerada su mejor película, cuenta la crónica de un solitario sheriff que debe combatir contra un conjunto de forajidos tras ser descuidado por los pobladores de un pequeño pueblo del Oeste. Cooper dio lo destacado de sí en una de sus mucho más recordadas interpretaciones, y Sólo frente al riesgo se transformó en una de las considerables películas de la historia del género: consiguió un colosal éxito de público y la crítica acuñó términos como western psicológico o crepuscular para referirse a él.
En este género efectuó en el desenlace de su trayectoria ciertos trabajos de relevancia como Veracruz (1954), de Robert Aldrich, o El hombre del Oeste (1958), de Anthony Mann. En abril de 1961 fue premiado por la Academia con un Oscar honorífico por "sus recordables interpretaciones y por el reconocimiento en todo el mundo que consiguió para la industria del cine". Su íntimo amigo, el actor James Stewart, lo recogió con lágrimas en los ojos. Poco tiempo después, y como consecuencia de un cáncer insanable, Gary Cooper murió en Los Ángeles, transformado en entre las mucho más enormes leyendas de la historia del cine.
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Es cierto que descubrir en lo más recóndito a Gary Cooper es algo que está reservado a muy pocas personas, y que pretender recomponer quién fue y cómo fue la vida de Gary Cooper es una especie de rompecabezasque posiblemente lleguemos a rehacer si cooperamos todos juntos.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de un ser como Gary Cooper, que tuvo su trascendencia en una época determinada, es imprescindible intentar brindar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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