Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la relevancia que detentó Garcilaso El Inca en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que conocieron a Garcilaso El Inca, sino que quizá legó una huella mucho más profunda de lo que podamosfigurar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Garcilaso El Inca de modo personal.Garcilaso El Inca ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Comprender las luces y las sombras de las personas destacadas como Garcilaso El Inca, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo sustancial para que podamos apreciar no sólo la vida de Garcilaso El Inca, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Garcilaso El Inca, gentes a quienes de de una u otra forma Garcilaso El Inca influenció, y desde luego, comprender y entender cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Garcilaso El Inca.
(Garcilaso de la Vega, llamado El Inca; Cuzco, de hoy Perú, 1539 - Córdoba, España, 1616) Escritor y también historiador peruano. Era hijo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa incaica Isabel Chimpo Ocllo. Gracias a la privilegiada situación de su padre, que perteneció a la facción de Francisco Pizarro hasta el momento en que se pasó al bando del virrey La Gasca, el Inca Garcilaso de la Vega recibió en Cuzco una esmerada educación a la vera de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos y también ilícitos como él.
A los veintiún años se trasladó a España, donde prosiguió la carrera militar. Con el nivel de capitán, participó bajo el mando de Juan de Austria en la opresión de los moros de Granada, y después combatió asimismo en Italia, donde conoció al pensador neoplatónico León Hebreo. En 1590, muy probablemente dolido por la poca cuenta en que se le tenía en el ejército por su condición de mestizo, dejó las armas y entró en religión. Desde su regreso a España había visto reconocido el derecho a emplear su nombre paterno (aparte de su progenitor, Garcilaso de la Vega, Jorge Manrique y el marqués de Santillana figuraban entre sus consagrados ancestros); había frecuentado también los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba, y se había volcado en el estudio de la historia y en la lectura de los versistas tradicionales y renacentistas. Fruto de esas lecturas fue la traducción del italiano que el Inca Garcilaso logró de los Diálogos de amor, de León Hebreo, que dio a entender en Madrid exactamente el mismo año de su retiro.
Siguiendo las corrientes humanistas en rema, Garcilaso el Inca inició un ambicioso y original emprendimiento historiográfico centrado anteriormente americano, y de manera especial en el del Perú. Considerado como el padre de las letras del conjunto de naciones, en 1605 dio a entender en Lisboa su Historia de la Florida y día que a ella logró el gobernador Hernando de Soto, título que quedó sintetizado en La Florida del Inca. La obra tiene dentro la crónica de la expedición del conquistador Hernando de Soto, según con los cuentos que recogió él mismo a lo largo de años, y protege la legitimidad de imponer en esos territorios la soberanía de españa para someterlos a la jurisdicción cristiana.
Por el heroísmo allí desplegado y las penalidades sufridas, la historia tenía cansado aliciente para tentar a un escritor. Sorprende, sin embargo, que Garcilaso lo eligiese, él que ignoraba en lo más mínimo aquel territorio y tenía en cambio tan directa información de su país natal, como mostraría después. El mismo Garcilaso se adelantó a comunicarlo: la compañía de Soto le fue referida tan reiteradamente por uno de sus competidores, que decidió exponerla por escrito, para lo que usó, además de esto, de datos aportados por otros 2 presentes. Lo logró con bastante extensión (un libro por todos los años) y mostró, más que nada, sus talentos literarias acertando a reflejar la trágica hermosura de aquel heroico intento.
El título mucho más célebre de Garcilaso el Inca, no obstante, fueron los Comentarios reales. La sección primera de esta obra se publicó en la localidad de Lisboa en 1609 y la segunda, que llevó el título puesto por los editores de Historia general del Perú, fue editada póstumamente en Córdoba (1617). Los Comentarios del Inca son una mezcla de autobiografía, reivindicación de su glorioso estirpe y también intento de ofrecer una visión histórica del Imperio Incaico, cuya conquista por la parte de los españoles había sido entre los jalones del desarrollo colonizador que prosiguió al hallazgo de América.
Esta conjunción de razonamientos de diverso interés ha producido una extendida polémica sobre la verosimilitud histórica de los datos aportados por el Inca Garcilaso en sus escritos, cuyas fuentes engloban desde los recuerdos personales hasta las crónicas de Pedro Cieza de León, Agustín de Zárate y José de Acosta. En cambio, desde el criterio únicamente literario, su prosa se considera como entre las mucho más altas manifestaciones de la lengua castellana y como una referencia imperdonable en la capacitación de una tradición literaria sudamericana.
La sección primera de los Comentarios Reales (1609) aborda la historia y la civilización de los incas, enalteciendo que el Cuzco fue "otra Roma", rebatiendo a quienes intentaban "salvajes" a los indígenas peruanos. Su visión providencialista distingue un tiempo salvaje, previo a la misión civilizadora de los incas; con estos, en cambio, se instaló una época de alta civilización, a la que los españoles debían perfeccionar con la evangelización, igual que Roma fue cristianizada en el Viejo Planeta.
La segunda parte (la Historia General del Perú) enfoca la conquista, vista como gesta épica; el inconveniente es que la conquista debió culminar en la cristianización del Perú, pero "la tarea del demonio" azuzó los errores capitales de los españoles, conduciéndolos a las guerras civiles, a la destrucción de sabias instituciones incaicas y a la política toledana desfavorable a indios y mestizos.
Artísticamente, el Inca Garcilaso de la Vega combinó habilidosamente elementos de la epopeya, la utopía (género platónico de enorme cultivo entre humanistas) y la catástrofe. Epopeya y utopía se ligan y fortalecen hasta la mitad de La Florida y los Comentarios, anunciándose entonces la catástrofe que acaba precipitándose acorde se aproxima el desenlace de las dos crónicas. A pesar de esos finales desastrados, Garcilaso mira esperanzado el futuro, como precisamente actúa en la dedicatoria de la segunda una parte de los Comentarios.
Escritos desde sus recuerdos de niñez y juventud, de contactos epistolares y visitas a individuos relevantes del virreinato del Perú, los Comentarios Reales forman, más allá de los inconvenientes de sus fuentes orales y escritas y a las incongruencias de muchas datas, entre los intentos mucho más conseguidos, tanto conceptual como estilísticamente, de salvaguardar la memoria de las tradiciones de la civilización andina. Por esta razón se considera su pieza maestra y se la ha reconocido como el punto de inicio de la literatura latinoamericana.
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Indudablemente llegar a comprender a Garcilaso El Inca es algo que se reserva a escasas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Garcilaso El Inca es una suerte de enigmaque tal vez logremos rehacer si cooperamos juntos.
Por ese motivo, si eres del tipo de personas que creen en que colaborando se puede elaborar algo mejor, y conservas información en relación con la biografía de Garcilaso El Inca, o en relación con algún peculiaridad de su personalidad u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que destacan la singularidad, y en la ocasión de la vida de un ser como Garcilaso El Inca, que tuvo su relevancia en un momento concreto de la historia, es imprescindible procurar mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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