Fredrik Reinfeldt

La historia universal está escrita por las mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado queel género humano, de una forma u otra,avance.

Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Fredrik Reinfeldt es uno de esos seres humanos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Fredrik Reinfeldt es comprender más sobre etapa determinada de la historia de la humanidad.

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que tuvo Fredrik Reinfeldt en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo en el tiempo en que estuvo en la tierra fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Fredrik Reinfeldt, sino que quizá produjo una huella mucho más profunda de lo que logremosfigurar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Fredrik Reinfeldt de modo personal.Fredrik Reinfeldt ha sido una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Fredrik Reinfeldt, atraen nuestra curiosidad, tienen que ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Fredrik Reinfeldt, el motivo por el cual Fredrik Reinfeldt vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Fredrik Reinfeldt

(John Fredrik Reinfeldt; Österhaninge, Södermanland, 1965) Político sueco que fue presidente de Suecia desde 2006 hasta 2014. Nacido en el seno de una familia de pequeños hombres de negocios, Fredrik Reinfeldt estudió en Tensta, un suburbio ultramoderno de Estocolmo, en cuya facultad consiguió una licenciatura en económicas. De niño vivió múltiples años en Londres, donde su padre trabajó para la compañía Royal Dutch Shell.

En el momento en que solo tenía dieciocho años comenzó su trayectoria política en la facultad como integrante de las juventudes del Moderata Samlingspartiet (Partido Moderado, conservador), y fue escogido diputado en el Parlamento (Riksdag) por vez primera en las selecciones en general de 1991, en el momento en que su partido y los otros del centroderecha (el llamado bloque burgués) consiguieron un precario triunfo y formaron un Gobierno de coalición comandado por Carl Bildt que solo duró tres años.

Reinfeldt fue presidente de las juventudes del Partido Moderado de 1992 a 1995, tras vencer a Ulf Kristersson en un discutido congreso popular como “La guerra de Lycksele”. Obtuvo un máster de economía en la Universidad de Fairfax, en Estados Unidos, y en 1993 publicó su primer libro, Det sovande folket (El pueblo yacente), una requisitoria contra el Estado del confort y en defensa de una sociedad neoliberal. En 1995 fue escogido presidente de la Comunidad Demócrata de la Juventud de Europa (DEMYC), que asocia a las organizaciones juveniles de los partidos conservadores y demócrata-cristianos de europa, cargo que ejercitó hasta 1997.

Reelegido diputado sin pausas desde 1991, se mostró comprometido en el trabajo parlamentario, hasta el punto de poner en lona de juicio la estrategia de la dirección del veterano Carl Bildt en un libro anunciado en 1994: Nostalgitrippen (El viaje nostálgico). La severa derrota que padeció su partido en las selecciones en general de 2002 le llevó a una profunda reflexión autocrítica sobre la conveniencia de admitir sin complejos el Estado del confort levantado por los socialdemócratas a lo largo de mucho más de sesenta años en el poder.

Líder del conjunto parlamentario y representante de cuestiones económicas desde 2002, en el mes de octubre de 2003 Reinfeldt fue escogido unánimemente presidente del Partido Moderado, en substitución de Bo Lundgren, tras haber hecho campaña a favor de un cambio extremista de ideario, de personas y estrategia.

Reinfeldt levantó ampollas entre sus correligionarios al proteger la orientación hacia el centro y el abandono de las que consideró trasnochadas consignas contra el Estado del confort, en la promesa de poder el respaldo de una parte del electorado clásico del Partido Socialdemócrata, preciso para poder el poder en una sociedad tan igualitaria.

Abjuró del ultraliberalismo juvenil, se ha propuesto la renovación y el anti-envejecimiento del partido, lanzó su término de “nuevos conservadores” y criticó aun a múltiples líderes veteranos del Partido Moderado testarudos, según él, en la eterna reivindicación de “rebajas masivas y también injustas de impuestos” y recortes de las posibilidades sociales. Por eso fue tildado de “comunitarista”, tributario de la doctrina popular de la democracia cristiana, y en su viaje ideológico al centro debió vencer fuertes resistencias del aparato partidista.

Con estas premisas, en el mes de octubre de 2005, Reinfeldt alcanzó un acuerdo con otros tres partidos del llamado bloque burgués (Liberal, Demócrata Cristiano y Centro) para constituir la Alianza por Suecia, una coalición electoral y de opción alternativa del gobierno que presentó un programa común por vez primera en la historia electoral sueca, expurgado de la clásico diatriba derechista contra el supuesto despilfarro socialdemócrata. Ese programa insistió, por contra, en que el inconveniente del empleo era el más esencial del país, puesto que solo trabajaba un sueco de cada tres en edad de llevarlo a cabo. Propugnó rebajas de impuestos para los sueldos medios y bajos, pero no para las compañías, como era clásico.

Para dinamizar un sistema al filo del agotamiento y con la población avejentada, la Alianza por Suecia ha propuesto, por ejemplo medidas socioeconómicas, la rebaja de impuestos para las rentas mucho más bajas y un recorte de las posibilidades para los parados de extendida duración, los que estaban de baja por extendida patología y los prejubilados, con la intención de entablar una clara diferencia entre lo que recibían los que trabajaban y la prestación de los que no lo hacían, única forma de recompensar la búsqueda de un empleo. El credo económico de la coalición vendedora era “que el trabajar sea productivo”. En junio de 2006 Reinfeldt, adjuntado con su correligionario Carl Bildt, asistió a una asamblea del Grupo de Bilderberg en Ottawa (Canadá).

A lo largo de la campaña electoral se granjeó el alias de El Jabón por su capacidad para sortear las cuestiones comprometidas y adular a los votantes. Salió bien parado en su confrontación retransmitida por televisión con el presidente socialdemócrata, Göran Persson, y abogó por “un cambio relajado”. Se presentó como un líder humilde, joven, un sueco corriente, que sabe percibir, si bien algo frío y tecnocrático, según sus críticos. El futuro de Europa, la incorporación a la región euro, el inconveniente de la inmigración y los enfrentamientos de todo el mundo estuvieron absolutamente ausentes de la pugna electoral.

En las selecciones en general (17 de septiembre), el Partido Moderado consiguió el 26,1 % de los votos, la mucho más fuerte progresión ( diez,9 %) de un partido sueco entre 2 selecciones y su mejor resultado desde 1928. La Alianza por Suecia de los partidos llamados burgueses logró el 48,1 % de los sufragios (178 escaños), al tiempo que el bloque colorado-verde, que viene dentro por el Partido Socialdemócrata y sus socios ex- marxistas (Partido de la Izquierda) y Verdes, se quedó en el 46,2 % (171 escaños). Los pequeños partidos alcanzaron el 5,7 % de los votos, pero ninguno superó la barrera del 4 % preciso para ingresar en el Parlamento. La participación alcanzó el 80 % del censo.

En sus primeras afirmaciones tras el triunfo electoral, Reinfeldt apuntó: “Ganamos pues los suecos eligieron parar de cerrar los ojos frente al paro y entendieron que los socialdemócratas son el partido de los subsidios, al paso que nosotros formamos el nuevo partido de los trabajadores.”

Escogido por el Parlamento por 175 votos a favor y 169 en contra, Reinfeldt tomó posesión del cargo de presidente el 5 de octubre y su Gobierno de coalición cuatripartito entró en funcionalidades al día después. En su alegato de investidura, aseveró que Suecia formaría parte activa de la Unión Europea (UE) y que aumentaría su presencia en los temas de todo el mundo mucho más problemáticos. Este importancia diplomático explicaba probablemente el ascenso de Carl Bildt, ex- presidente y negociador del ingreso en la UE, como ministro de Asuntos Exteriores. Una designación asombroso si se tiene presente que Reinfeldt fundamentó una parte de su ascenso en la crítica de su precursor en la dirección del partido.

El Gobierno entendía 12 hombres y diez mujeres, una muchacha negra en el Ministerio de Inmigración y un homosexual conocido en el de Medio Ambiente, aparte de los líderes de los otros tres partidos de la coalición. Con tan insuficiente mayoría parlamentaria, la primera preocupación de Reinfeldt sería la de sostener unida a la coalición que le llevó al poder.

Reinfeldt radica en Täby, una pequeña ciudad a 15 km en automóvil de Estocolmo, de cuyo municipio es regidora su mujer, Filippa, asimismo componente del Partido Moderado. El matrimonio tiene tres hijos: Ebba, Gustav y Erik. Domina la lengua inglesa y es aficionado al fútbol. A menudo fué relacionado con el líder conservador británico David Cameron.

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