La historia de la civilización la escriben los hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela humanidad, de un modo u otro,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que tuvo Fredric March en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo mientras permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para las personas que conocieron a Fredric March, sino que quizá produjo una huella mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Fredric March de forma personal.Fredric March fue una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Ernest Frederick Mcintyre Bickel; Racine, 1897 - Los Angeles, 1975) Actor de cine estadounidense. Fue entre los semblantes mucho más representativos del cine estadounidense de los años treinta y 40; su presencia camaleónica le dejó dar la vida a todo tipo de individuos durante cincuenta años de profesión.
Estudió interpretación en la Winslow Grammar School, en la Racine High School y en la Universidad de Winsconsin. En 1918 se alistó en el ejército y a su regreso empezó la carrera de Económicas. En la Universidad continuó con su afición teatral, si bien una vez graduado empezó a trabajar en la National City Bank. Educado teatralmente bajo los auspicios de Eva Alberti, comenzó en el cine con el nombre de Fred Brickel, que cambió tres años después por el de March, resultado de acortar su apellido materno (Marcher).
Alternó desde el principio de su trayectoria los trabajos teatrales en Broadway y los cinematográficos en Hollywood. Sus primeros papeles fueron de gallardo romántico, si bien llegó a interpretar aun a la misteriosa Muerte en una película de Mitchell Leisen, La Muerte de vacaciones (1934), cuya versión fue protagonizada años después por Brad Pitt (¿Conoces a Joe Black?). No fue no obstante el papel de gallardo, sino más bien el de Jekyll y Hyde, en El hombre y el monstruo (1931), de Rouben Mamoulian, el que le dejó ganar su primer Oscar; su trabajo resultó convincente y transformó al personaje en un tradicional del cine.
En 1927 se casó con la actriz Florence Elridge. Trabajaron juntos en The Studio Murder Mistery (1929), Los miserables (1935), Another Part of the Forest (1948), Christopher Colombus (1949) y también Inherit the Wind (1960), por la que March fue nominado al Premio de la Academia Británica en la categoría de mejor actor extranjero.
La década de los treinta acabó para el actor con la vuelta al teatro en una secuencia de proyectos que protagonizó al lado de su mujer. A mediados de los 40 logró un segundo Oscar por su increíble interpretación en Los mejores años de nuestras vidas (1945), de William Wyler, en el papel de Al, el sargento que regresa licenciado de la guerra y no consigue acomodarse a su viejo empleo ni, singularmente, a su familia.
Tras este premio, increíblemente, su trayectoria inició un ocaso. Había pasado varios años en el teatro y le costó recobrar la práctica de la interpretación cinematográfica. Uno de sus logros, no obstante, fue La muerte de un viajante (1951), apuntada por Laszlo Benedek. Tras años de visualizaciones continuas en la pantalla, Fredric March parecía haber perdido (salvo contadas salvedades) la fuerza interpretativa, pero en 1964, dilatando ahora sus actuaciones, se recobró dando vida a Jordan Lyman, en Siete días de mayo, una trágica narración acerca de un complot militar que amenaza al presidente de los Estados Unidos. Su última película, apuntada por John Frankenheimer, fue The Iceman Cometh (1973).
¿Qué juicio te merece la crónica de la vida de Fredric March? ¿Has podido leer todo aquello que suponías que ibas a hallar?
Sin duda conocer profundamente a Fredric March es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Fredric March es una suerte de puzzleque probablemente podamos reconstruir si colaboramos todos en conjunto.
Por esta razón, si eres de las personas que confían en que de forma cooperativa se puede elaborar algo mejor, y conservas información acerca de la biografía de Fredric March, o acerca de algún matiz de su figura u obra que no hayamos observado en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de una persona como Fredric March, que detentó su relevancia en un momento concreto de la historia, es fundamental intentar mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin dudarlo, contacta con nosotros para relatarnos qué sabes acerca de Fredric March. Estaremos complacidos de poder completar esta biografía con más información.