Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Franz Schubert es una de esas personas cuya vida, en verdad, merece nuestro interés por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Franz Schubert es comprender más acerca de una época concreta de la historia del género humano.
Las biografías y las vidas de personas que, como Franz Schubert, atraen nuestro interés, deben ayudarnos siempre como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Franz Schubert, porqué Franz Schubert vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Himmelpfortgrund, de hoy Austria, 1797 - Viena, 1828) Compositor austriaco. Nacido en las cercanías de exactamente la misma Viena que acogió a Haydn, Mozart y Beethoven, de manera frecuente se le considera el último enorme gerente del estilo tradicional que llevaron a su máximo esplendor esos tres músicos y entre los primeros en manifestar una subjetividad y un lirismo inconfundiblemente románticos en su música. El lied para canto y piano, entre los géneros paradigmáticos del Romanticismo, halló en él a su primer enorme gerente, cuyas aportaciones serían tomadas como modelo por todos y cada uno de los músicos siguientes, desde Robert Schumann hasta Hugo Wolf y Gustav Mahler.
Hijo de un sencillo profesor de escuela, Schubert aprendió de su padre la práctica del violín y de su hermano mayor, Ignaz, la del piano, con tan excelente resultados que en 1808, a los once años de edad, fue aceptado en la capilla imperial de Viena como integrante del coro y alumno del Stadtkonvikt, institución ésta donde tuvo como profesor al compositor Antonio Salieri. La necesidad de crear se descubrió en el joven Schubert a lo largo de estos años con insólita fuerza, y sus primeras piezas fueron interpretadas por la orquesta de acólitos del Stadtkonvikt, de la que él mismo era violinista.
Tras su salida de este centro en 1813, Schubert, a instancias de su padre, comenzó a trabajar como asistente en la escuela de éste, pese al poco interés probado por el músico hacia la tarea pedagógica. En estos años es en el momento en que ven la luz sus primeras piezas maestras, como el lied El rey de los elfos, inspirado en un poema de Goethe, uno de sus escritores mucho más frecuentados. Después de dejar sus funcionalidades en la escuela paterna, Schubert procuró ganarse la vida únicamente con su música, con poco éxito en su compañía.
El único campo que podía reportar enormes provecho a un compositor de la época era el teatro, la ópera, y si bien éste fue un género que Schubert abordó con insistencia durante toda su historia, jamás logró poner énfasis en él, bien fuera por la debilidad de los guiones seleccionados o por su falta de aliento dramático. Sus óperas, entre aquéllas que meritan citarse Los amigos de Salamanca, Alfonso y Estrella, La guerra doméstica y Fierabrás, siguen siendo la faceta menos famosa de su producción.
Si Schubert no logró sobresalir en el género dramático, sí lo logró en el lied. Un solo apunte da perseverancia de su absoluto dominio en este modo: solo a lo largo de los años 1815 y 1816 llegó a crear mucho más de ciento cincuenta lieder, sin que logre decirse de ellos que la cantidad vaya en menoscabo de la calidad. Escritos varios de ellos sobre contenidos escritos de sus amigos, como Johann Mayrhofer y Franz von Schober, eran interpretados en asambleas privadas, conocidas con el elocuente nombre de «schubertiadas», a las que asistía, entre otros muchos, el barítono Johann Michael Vogl, receptor de muchas de estas breves creaciones.
Los ciclos La hermosa molinera y Viaje de invierno forman quizás la cima de su genio en este campo, a los que existen que agregar títulos como El caminante, La trucha, A la música, La muerte y la doncella o el celebérrimo Ave Maria. A pesar de la hermosura de estas creaciones y de la buena acogida que hallaron entre el público, la vida de Schubert discurrió siempre y en todo momento en un estado de enorme precariedad económica, agravada sensiblemente desde 1824 por los primeros síntomas de la patología que terminaría prematuramente con su vida.
Admirado en un círculo muy limitado, la revalorización del compositor se realizó desde su muerte: proyectos nuevas o que solo se habían interpretado en el marco familiar comenzaron a ser conocidas y publicadas, y protegidas por músicos como Robert Schumann o Felix Mendelssohn. Es, más que nada, la situacion de su producción instrumental madura, de sus últimas sonatas para piano, sus cuartetos de cuerda y sus 2 últimas sinfonías, a cuyo nivel solo son comparables las de Beethoven.
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Debido a esto, si eres de aquellos que confían en que de forma cooperativa se puede hacer algo mejor, y tienes información con respecto a la biografía de Franz Schubert, o sobre algún pormenor de su figura u creación que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que destacan la singularidad, y en la ocasión de la vida de una persona como Franz Schubert, que detentó su trascendencia en una época concreta, es vital intentar mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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