François-René de Chateaubriand

Ya sea inspirando a otras personas o tomando parte de la acción. François-René de Chateaubriand es uno de esos sujetos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de François-René de Chateaubriand es comprender más acerca de época determinada de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que tuvo François-René de Chateaubriand en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo en el tiempo en que estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para quienes conocieron a François-René de Chateaubriand, sino que posiblemente legó una huella mucho más profunda de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a François-René de Chateaubriand de modo personal.François-René de Chateaubriand ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como François-René de Chateaubriand, cautivan nuestra curiosidad, deben valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de François-René de Chateaubriand, el motivo por qué François-René de Chateaubriand vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de François-René de Chateaubriand

(Saint-Malo, Francia, 1768-París, 1848) Escritor y político francés. Nacido en una rancia familia aristocrática venida a menos, fue educado adjuntado con sus cinco hermanos en el castillo de Combourg, cerca de Saint-Malo, y estudió en los institutos de Dol y Rennes, antes de sobrepasar la prueba de admisión a guardiamarina en Brest, en 1782.

En el verano de 1783 ingresó en el instituto eclesiástico de Dinan, que abandonó en 1784 para dedicar un par de años a la lectura y la meditación, que provocaron en él una pasión particular por Jean-Jacques Rousseau. En 1786 se alistó en Cambrai y aprovechó los largos privilegios para frecuentar los círculos literarios de París, en los que lo ingresó su hermano Jean-Baptiste, magistrado y nieto político de Guillaume de Lamoignon de Malesherbes. Conoció de esta forma a Fontanes y Guinguené y fue anunciado en la corte de Luis XVI.

Diluido su regimiento al comienzo de la Revolución Francesa, en 1791 resolvió emigrar. Regresó a Francia en el primer mes del año de 1792 y también ingresó en el ejército contrarrevolucionario; en el mes de febrero, su madre le forzó a casarse con Céleste Buisson de la Vigne. Exiliado nuevamente en Bélgica, en 1793 se desplazó a Londres, donde, en la mitad de enormes adversidades económicas, redactó el Ensayo histórico, político y ética sobre las revoluciones. En abril del año siguiente, su hermano Jean-Baptiste fue guillotinado, exactamente la misma Malesherbes. Por entonces, Chateaubriand enseñaba francés en Beccles y disfrutaba de determinado renombre en los salones de la «alta emigración», merced a su crítica de los pensadores del siglo XVIII. Las muertes de su madre, en 1798, y de su hermana, poco después, lo sumieron en una profunda crisis religiosa que le determinó a dejar Inglaterra.

Regresó a París y publicó el primer tomo de De las bellezas poéticas y morales de la religión cristiana (1800), redactado en contestación a un poema «pagano» de Parny. Gracias a determinadas relaciones de Fontanes, conoció 4 años de paz, a lo largo de los que se relacionó con Joubert y la condesa Pauline de Beaumont. Seducido por el ímpetu con que esta se planteaba establecer nuevamente el orden espiritual, compuso en su compañía los capítulos de Atala y René, publicados en El genio del cristianismo y reeditados separadamente en 1805.

En 1803, Napoleón lo nombró secretario de embajada en Roma, bajo el mando del cardenal Fesch. Tras la desaparición de Pauline de Beaumont, y a causa de varios enfrentamientos con el embajador, fue destituido de su cargo y nombrado embajador en el Valais. A pesar de este ascenso, la ejecución del duque de Enghien, en 1804, le enemistó con Bonaparte. Dimitió y emprendió un viaje a Grecia, Creta y Palestina que relató en Itinerario de París a Jerusalén.

Candente defensor del sistema monárquico, Napoleón le prohibió residir en los aledaños de París. Sin embargo, en 1811, la Academia Francesa lo aceptó entre sus integrantes, encomiando su Itinerario. La vida política de François-René de Chateaubriand empezó a la caída del imperio. Nombrado par de Francia, embajador no habitante en Suecia y, después, ministro del Interior, fue destituido en 1815; entró en la oposición ultramonárquica y hasta 1820 publicó productos políticos muy controvertidos en El Conservador. Con la Restauración, entre 1820 y 1824, consiguió consecutivamente los puestos de embajador plenipotenciario en Berlín, embajador en Londres y comisionado en el congreso de Verona. Como ministro de Asuntos Exteriores, organizó la expedición de los Cien Mil Hijos de San Luis, pero Villèle lo destituyó en 1824.

Sin admitir jamás la legitimidad de Luis Felipe de Orleans, pronunció su último alegato en la Cámara de los Pares en el mes de agosto de 1830 y se refugió en una vida de escritor sin dependencia. Fiel a los Borbones, compuso todavía ciertos pasquines edificantes, como ¡Madame, su hijo es mi rey! y visitó al rey, exiliado en Praga. Vivió a lo largo de los últimos años de su historia merced a las rentas que le dio su pieza maestra, Memorias de ultratumba.

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Por ese motivo, si eres de las personas que confían en que de forma cooperativa se puede crear algo mejor, y detentas información con respecto a la vida de François-René de Chateaubriand, o sobre algún matiz de su persona u creación que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.

Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de una persona como François-René de Chateaubriand, que detentó su significación en un momento concreto de la historia, es indispensable tratar de ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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