La historia de la civilización la narran aquellos hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que atesoró Francisco Zarzoso en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Francisco Zarzoso, sino que quizá dejó una huella mucho más profunda de lo que logremosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Francisco Zarzoso personalmente.Francisco Zarzoso fue una de esas personas que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Apreciar las luces y las sombras de las personas destacadas como Francisco Zarzoso, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo básica para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Francisco Zarzoso, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Francisco Zarzoso, gentes a quienes de un modo u otro Francisco Zarzoso influenció, y ciertamente, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Francisco Zarzoso.
Las biografías y las vidas de personas que, como Francisco Zarzoso, seducen nuestra atención, tienen que ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Francisco Zarzoso, el motivo por qué Francisco Zarzoso vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(Cella, Teruel, finales del siglo XV - 1556) Científico español. Probablemente los años de capacitación de Zarzoso haya que ubicarlos asimismo en París, entre el conjunto de españoles y portugueses que a fines del siglo XV y primeras décadas del siglo XVI integraron el núcleo más esencial de pensadores y matemáticos de la Universidad parisina. Desde 1530 hasta su muerte, Zarzoso vivió sin pausas en Cella, donde montó un observatorio astronómico en el que siguió sus indagaciones.
La única obra famosa de Zarzoso, In aequatorem, está encargada de Juan de Lanuza, virrey de Aragón, y se compone de 2 partes. La primera se ajusta a las normas para crear el ecuatorio. A partir del esquema tolemaico de la descomposición de los movimientos de los astros en excéntricos y epiciclos, la meta de este género de instrumentos era facilitar al límite y hasta remover los cálculos relativos a las situaciones de los planetas en la esfera celeste. Zarzoso detalla las unas partes de que se compone el instrumento, de qué forma hay que seguir para la señalización de los distintos elementos y las medidas lineales y angulares tal como las dimensiones de todo el ecuatorio y de sus distintos elementos.
Ya que el estudio de los movimientos de un mundo en el sistema geocéntrico es perjudicado esencialmente por 2 elementos excéntricos (cortés y ecuante) unidos a un tercero con movimiento sin dependencia (epiciclo), el éxito del ecuatorio radica en su simplicidad. Todos sus elementos están conjugados en un chato circular tal es así que la excentricidad queda disimulada, lo que se consiguió merced a la especial configuración del ecuante.
Otro aspecto considerable es la supresión, en la práctica, de la graduación del Zodíaco, eludiendo de este modo el peligro de la intervención del movimiento de ingreso y receso de la novena esfera a través del trámite de partir de un punto fijo en una fecha específica: los auges para 1530. Sin embargo, la simplicidad del ecuatorio de Zarzoso proporciona la desventaja de que su utilización no tiene la posibilidad de tener rincón sin el certamen de tablas astronómicas que faciliten el movimiento medio y el razonamiento medio. En este sentido no forma parte a la categoría de los mucho más perfeccionados.
La segunda una parte de la obra trata de la utilización del ecuatorio. Incluye las tablas primordiales para tal fin, de este modo para la resolución de otros inconvenientes como la determinación de la latitud de los planetas, que el ecuatorio no soluciona. Las tablas astronómicas de Zarzoso no están establecidas desde las Tablas alfonsinas sin reproducirlas como és, sino están extrapoladas de estas. Entre los autores convocados por Zarzoso aparecen Claudio Ptolomeo, Regiomontano y Abraham Zacut. Su aportación, en definitiva, radica en el perfeccionamiento y descripción del instrumento, teoría de su utilización y difusión del mismo.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de alguien como Francisco Zarzoso, que poseyó su relevancia en una época concreta, es fundamental tratar de mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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