Francisco Isnardi

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que detentó Francisco Isnardi en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras estuvo en el mundo fue decisivo no sólo para quienes trataron a Francisco Isnardi, sino que posiblemente legó una huella mucho más insondable de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Francisco Isnardi en persona.Francisco Isnardi fue una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Comprender lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Francisco Isnardi, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo fundamental para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Francisco Isnardi, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Francisco Isnardi, gentes a quienes de de una u otra forma Francisco Isnardi influyó, y indudablemente, comprender y entender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Francisco Isnardi.

Vida y Biografía de Francisco Isnardi

(Turín, 1750 - Cádiz, 1814) Patriota venezolano de origen italiano. Venezolano de adopción, en 1811 ejercitó como Secretario del Congreso Constituyente de la Primera República de Venezuela, puesto desde el que se ocupó de la redacción del Acta de la Independencia de tal país.

Siendo todavía muy joven abandonó su Italia natal para establecerse en Holanda. Desde allí pasó a la Guayana Francesa como secretario de la Compañía de las Indias Occidentales. Posteriormente se estableció en Trinidad para ocuparse al comercio de manera privada. En 1795 consiguió la carta de naturalización como ciudadano de Trinidad, en el momento en que la isla formaba todavía una parte de la Corona de España.

Sus negocios y su curiosidad científica le llevaron a recorrer las costas continentales que se extendían en frente de la isla. Fascinado por la riqueza natural de estas tierras, Isnardi decidió moverse a Güiria para alzar una explotación algodonera. Sus entendimientos de agronomía le dejaron desarrollar de forma eficaz el cultivo del algodón en esa zona y comercializó su producción en Trinidad y otros dominios de la Corona de españa.

Isnardi tenía extensos entendimientos en física, astronomía y medicina. Ello llevó a Vicente de Emparán, gobernador del golfo de Cumaná, a encargarle la confección de un mapa de la costa de tal golfo. Sin embargo, los trabajos que efectuó con este fin y su popularidad como físico, despertaron las supones de las autoridades españolas, que le acusaron de trabajar al servicio del gobierno británico, sacando planos de la zona ribereña, en el momento en que ahora Trinidad había caído bajo dominio inglés. Al parecer, estos cargos carecían completamente de fundamento.

En 1801 fue detenido y encerrado en el cuartel de San Carlos (Caracas). Se dictaminó la confiscación de sus recursos y nuestro Isnardi fue enviado a España para ser juzgado por un tribunal real. Tras festejarse la visión, el 6 de junio de 1803 el rey Carlos IV le declaró libre y dictaminó que le fuesen restituidos sus recursos, a condición de que no regresara ni a Güiria ni a algún otro territorio americano de la Corona de españa. Sin embargo, Isnardi regresó a América. Hacia 1806 se estableció en la isla Margarita, adonde había llegado que viene de la Martinica, según la narración contemporánea del viajero francés J. J. Dauxion Lavaysse.

En Margarita, Isnardi ejercitó la medicina y trabajó como preceptor de latín de jóvenes criollos premeditados a la carrera eclesiástica. Hacia 1809 se estableció en Caracas, donde trabó amistad con el escritor y jurista Andrés Hermoso. Junto a este, creó la gaceta cultural El Lucero, de la que solo llegó a publicarse el primer número. En 1810 tenía un trabajo de cirujano del cuerpo de artillería, mientras que se ocupaba de la redacción de la Gaceta de Caracas, asimismo al lado de Andrés Precioso.

Antes del estallido de la revolución independentista (19 de abril de 1810), Isnardi fue acusado por las autoridades coloniales de divulgar pasquines insurrectos. En efecto, se unió desde sus principios al movimiento patriota. Desde fines de ese año cooperó íntimamente con el dirigente independentista Francisco de Miranda, quien había regresado antes a Venezuela. De enero a marzo de 1811 publicó tres números de la gaceta de contenido político y cultural Mercurio Venezolano.

A los pocos días de inaugurarse el Congreso Constituyente venezolano (marzo de 1811), Isnardi fue designado su Secretario, pese a carecer del acta de diputado. Entre el 4 de julio y el 18 de noviembre de ese año se hizo cargo también de la redacción del semanario patriota El Publicista de Venezuela, con la misión de anunciar las deliberaciones de la cámara constituyente. En esta temporada cooperó en la redacción de la Gaceta de Caracas.

El 5 de julio, el Congreso le confió la elaboración del Acta de la Independencia, labor donde cooperó con el diputado Juan Germán Roscio. Como secretario de la reunión, Isnardi firmó en el mes de diciembre de ese año la Constitución Federal de la Primera República. Al caer esta en la época del año siguiente, fue detenido por los realistas y encerrado en la fortaleza de La Guaira. De allí fue movido a España por orden del capitán Domingo de Monteverde, quien le calificó de "monstruo". Junto a él viajaron otros siete revolucionarios, entre ellos José Cortés de Madariaga y Roscio.

A su llegada a la Península Ibérica, Isnardi y sus compañeros fueron encerrados en el penal de Cádiz y más tarde trasladados al de Ceuta, en la costa norteafricana. Allí continuó Isnardi hasta principios de 1820, en el momento en que se dictaminó su puesta en independencia tras el triunfo de la revolución liberal encabezada por el general Riego. Tenía entonces setenta años. Esta es la última novedad que se tiene de sus andaduras, de lo que se deduce que debió fallecer poco después.

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