Francisco Bilbao

Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como Francisco Bilbao, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo esencial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la existencia de Francisco Bilbao, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Francisco Bilbao, aquellas personas a quienes de un modo u otro Francisco Bilbao influyó, y por supuesto, comprender y entender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Francisco Bilbao.

Las biografías y las vidas de personas que, como Francisco Bilbao, cautivan nuestra curiosidad, deben ayudarnos siempre como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Francisco Bilbao, porqué Francisco Bilbao vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Francisco Bilbao

(Santiago, 1823 - La Plata, 1865) Escritor y político chileno, entre los intelectuales revolucionarios mucho más relevantes de la sociedad chilena del siglo XIX. Fue detestado por "ido" y "destructor de la sociedad", pero al tiempo adulado como "genio precursor de enormes solevantamientos sociales".

Señalado ensayista, alcanzó notoriedad política a los 21 años a lo largo del gobierno de Manuel Bulnes (1841-1851) con la publicación de La sociabilidad chilena (1844), en el que criticaba fuertemente a la Iglesia, al clero y al sistema autoritario, y donde planteaba ciertas teorías políticas liberales. Por ello recibió duras sanciones, que incluían la quema de su publicación, el pago de una lástima pecuniaria y la expulsión de sus estudios de derecho. Sin embargo, el elevado número de personas que estaba pendiente del juicio a las puertas del tribunal pagó la multa que se le había impuesto.

Poco después partió hacia Europa, donde contactó con relevantes líderes del liberalismo y estudió lenguajes, historia, filosofía y asimismo, paradójicamente, los evangelios. A su regreso a Chile en 1849, prosiguió peleando por sus idóneas y dio nuevo paso hacia la concreción del liberalismo al hacer adjuntado con amigos y incondicionales (como Santiago Arcos y Eusebio Lillo) la Sociedad de la Igualdad, lugar desde donde se disparaban los mucho más enconados asaltos al gobierno conservador de Manuel Montt y al clero católico. Gran orador, escribió en el diario El Amigo del Pueblo, en cuyas páginas flageló a Montt y al clero, y sus Boletines del espíritu, de 1850, le costaron la excomunión. En no poca medida, sus expresiones fueron causa motor de la revolución de 1851, que siendo derrotada le forzó a escapar al Perú.

En Perú redactó 2 folletos, Necesidad de una reforma y Los mensajes del proscrito; se interesó entonces por la personalidad de la primera santa de america, Santa Rosa de Lima, y publicó unos Estudios sobre la vida de Santa Rosa de Lima (1852). Viajó a Europa y en París publicó El dualismo de la civilización actualizada (1856), en forma de tributo a Félicité de Lammenais. En Bruselas fue recibido por Edgar Quinet, desterrado allí, y en esa localidad belga cooperó en la gaceta de los inmigrantes franceses Le Libre Recherche. Publicó una investigación, El movimiento popular de los pueblos de la América Meridional y, nuevamente en París, Iniciativa de América.

Al final se embarcó para Buenos Aires, adonde arribó en el mes de abril de 1857. En julio de ese año puso en circulación La Revista del Nuevo Mundo y publicó La catástrofe divina. Colaboró con distintos diarios y gacetas, sostuvo polémicas filosófico-políticas, creó la Sociedad Racionalista, organizó un club literario y se incorporó a la masonería. Escribió más tarde La América en riesgo (1862) para ponerse en contra a las invasiones de europa en Santo Domingo y México, y El Evangelio americano (1864). Sus Obras terminadas (2 vols.) se dieron a conocer póstumamente en Buenos Aires en 1866.

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Evidentemente llegar a comprender a Francisco Bilbao es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de recomponer quién y cómo fue la vida de Francisco Bilbao es una especie de puzzleque tal vez consigamos rehacer si contribuimos conjuntamente.

Por ese motivo, si eres de las personas que confían en que de forma cooperativa es posible crear algo mejor, y conservas información en relación con la biografía de Francisco Bilbao, o acerca de algún aspecto de su persona u obra que no hayamos observado en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.

Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de alguien como Francisco Bilbao, que detentó su trascendencia en un momento histórico concreto, es indispensable tratar de ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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