Ya sea inspirando a más personas o tomando parte de la acción. Francesc Pi y Margall es uno de esos sujetos cuya vida, realmente, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Francesc Pi y Margall es conocer más sobre etapa determinada de la historia del género humano.
Las biografías y las vidas de personas que, como Francesc Pi y Margall, seducen nuestra curiosidad, deben servirnos en todo momento como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Francesc Pi y Margall, el motivo por el cual Francesc Pi y Margall vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(Francisco Pi y Margall o Francesc Pi i Margall; Barcelona, 1824 - Madrid, 1901) Político español, presidente de la Primera República (1873). Procedente de un medio obrero, estudió hasta doctorarse en derecho (1847). Luego se ganó la vida como instructor, traductor y usado de un banco, al paso que daba sus primeros pasos como escritor y crítico literario. Vinculado al Partido Demócrata desde el momento en que va a llegar a Madrid en los años 40, participó en la Revolución de 1854 y se orientó poco a poco más hacia la política: en 1854 publicó sus ideas federalistas en La reacción y la revolución; desde 1857 mantuvo polémicas en defensa del socialismo contra los demócratas individualistas o liberales.
En 1864 adquirió notoriedad como directivo del periódico La Discusión, desde el que propagó su ideología; por ese fundamento debió exilarse en París a lo largo de la reacción que prosiguió a la tentativa revolucionaria de 1866. La estancia en París le dejó reforzar en el saber de la obra de Pierre Joseph Proudhon (fallecido el año previo), creador cuya predominación es aparente en el pensamiento de Francesc Pi i Margall y que él mismo traduciría al español. Allí maduró su ideología revolucionaria, fundamentada en la destrucción de la autoridad para reemplazarla por el libre pacto constitutivo de la federación.
El triunfo de la Revolución de 1868 le dejó regresar y ser escogido diputado en las Cortes constituyentes. Se erigió como entre los enormes líderes del republicanismo, en una vertiente federalista y próxima al socialismo, lo que le dejaba conectar mejor con las pretensiones sociales de las clases trabajadoras y con las pretensiones de descentralización política de su localidad natal. En consecuencia, se opuso al carácter monárquico de la Constitución de 1869, y (ahora como máximo dirigente del Partido Republicano Federal, desde 1870) combatió el reinado de Amadeo de Saboya.
En el momento en que este abdicó, Francisco Pi y Margall fue entre los impulsores de la proclamación de la Primera República de españa (1873). El primer presidente de exactamente la misma, Estanislao Figueras, que le conocía bien por haberle tenido usado en su bufete de abogados, le confió el bien difícil Ministerio de la Gobernación; desde aquel cargo logró lo que ha podido por sostener el orden público, contener el movimiento cantonalista y procurar que las selecciones arrojaran un resultado conveniente para el régimen.
Al renunciar Estanislao Figueras, fue nuestro Pi y Margall quien se encargó del Poder Ejecutivo (formalmente no existía el cargo de presidente de la República, mientras no se promulgara una exclusiva constitución). Lo logró con un extenso programa de reformas políticas y sociales que no ha podido hacer, ya que solo se sostuvo a lo largo de algo mucho más de un mes, hostigado por la rebelión cantonalista (que nacía de una lectura extremista del ideal federalista) y por la división entre las filas republicanas: a la clásico oposición entre socialistas y también individualistas se unía la separación entre unionistas y federalistas, y nuestra división de los federalistas entre moderados y radicales.
Tras el golpe de Estado de 1874 que restituyó la Monarquía de los Borbones, Pi y Margall se retiró por un tiempo de la política y se dedicó a su trabajo como letrado, pensador y escritor. En los años ochenta, utilizando la tolerancia de los gobiernos liberales, volvió a la actividad pública para reorganizar a los republicanos federales. Confiando en las opciones de éxito que les ofrecería la restauración del voto universal en 1890, creó en aquel mismo año un periódico propio (El nuevo régimen) y también impulsó la definición del programa del partido en 1894.
Su prestigio le dejó ser escogido diputado en 1886, 1891 y 1893; pero perdió popularidad siendo el único líder republicano que no se dejó arrastrar por el ardor nacionalista a lo largo de la Guerra de Cuba (1895-98): propugnó la concesión de la independencia a las colonias y se opuso a la guerra contra los Estados Unidos, modelo de democracia republicana y federal.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de alguien como Francesc Pi y Margall, que poseyó su trascendencia en una época concreta, es vital procurar brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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