La historia del mundo la cuentan los hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado queel género humano, de un modo u otro,avance.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que atesoró Fernando Soto Aparicio en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo mientras permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para las personas que trataron a Fernando Soto Aparicio, sino que quizá produjo una huella mucho más profunda de lo que logremosimaginar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Fernando Soto Aparicio de forma personal.Fernando Soto Aparicio fue uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas significativas como Fernando Soto Aparicio, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de valorar no sólo la vida de Fernando Soto Aparicio, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Fernando Soto Aparicio, gentes a quienes de de una forma u otra Fernando Soto Aparicio influenció, y por supuesto, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Fernando Soto Aparicio.
Las biografías y las vidas de personas que, como Fernando Soto Aparicio, cautivan nuestra curiosidad, tienen que servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Fernando Soto Aparicio, el motivo por el cual Fernando Soto Aparicio vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.
(Socha, Boyacá, 1933) Escritor colombiano. Al mes de nacer su familia se trasladó a Santa Roa de Viterbo, donde pasaría su niñez. Estudió bachillerato, pero desde muy joven, prácticamente desde los dieciséis años, se dedicó profesionalmente a la escritura. Tras alguna estancia en el extranjero en misión diplomática, en 1960 se estableció terminantemente en Santafé de Bogotá. Además de su ingente producción literaria, ha cultivado el periodismo, publicando productos de opinión en los primordiales rotativos colombianos, y escribió varios guiones para la televisión.
La amplia obra de Fernando Soto Aparicio cubre los mucho más diversos géneros, más allá de que se focaliza esencialmente en la narrativa y la poesía. Sus temas comunes se relacionan con los enfrentamientos históricos y sociales que arrastra Colombia; sus proyectos, en una línea verdadera, denuncian implícitamente la crueldad, la injusticia y las desigualdades sociales. La novela La rebelión de las ratas (1962), con la que consiguió el premio Selecciones Lengua Española, supuso su consagración como escritor. Previamente había anunciado Los bienaventurados (1960), y la lista de sus cuentos medró infatigablemente en los años siguientes: Mientras llovizna (1966), Viajes al pasado (1970), Mundo roto (1973), Puerto Silencio (1974) y Camino que anda (1980), entre otros títulos.
En novelas como La rebelión de las ratas (1962) tienen la posibilidad de apreciarse las líneas de fuerza de su narrativa. El personaje principal, un campesino llamado Rudecindo Cristancho, llega con su familia a la población de Timbalí con la promesa de encontrar un empleo y una vida mejor. Sin recurso alguno, la familia se instala en un basurero y Rudecindo consigue ser contratado en una mina de carbón, donde sufre la explotación y las miserables condiciones de trabajo. El intento de conformar un sindicato desemboca en una rebelión y en el desenlace trágico del personaje principal. Se trata de un insuperable relato testimonial, cargado de dureza, sobre las mínimas condiciones de vida de las clases pobres.
Su producción lírica corrió paralela a la narrativa, más allá de que se inició antes: de 1953 data su poema Oración personal a Jesucristo. Algunos de sus poemarios son Diámetro del corazón (1964), Motivos para Mariángela (1966), Palabras a una chica (1968), Sonetos con forma de mujer (1976), La paz sea con nosotros (1986), Pasos en tierra (1984) y Carta de bienvenida a la paz (1989). En su obra poética, concebida con una función popular, el creador vuelca en un estilo elaborado pero fluido tanto su angustia personal como las incertidumbres y zozobras de su situación histórica específica. Soto Aparicio es creador aparte de ciertas proyectos destinadas al público infantil, como El color del viento, Guacas y guacamayas y Lunela.
¿Qué opinas de la vida de Fernando Soto Aparicio? ¿Has podido leer la información que suponías que ibas a encontrar?
Obviamente conocer profundamente a Fernando Soto Aparicio es algo que está reservado a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Fernando Soto Aparicio es una suerte de puzzleque con toda probabilidad lleguemos a reconstruir si contribuimos conjuntamente.
Por esta razón, si eres del tipo de personas que confían en que de forma cooperativa se puede hacer algo mejor, y detentas información sobre la existencia de Fernando Soto Aparicio, o sobre algún faceta de su personalidad u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de una persona como Fernando Soto Aparicio, que poseyó su significación en una época concreta, es indispensable tratar de brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
No lo dudes y contacta con nosotros para relatarnos qué conocimientos tienes tú acerca de Fernando Soto Aparicio. Estaremos muy contentos de perfeccionar esta biografía con más información.