La historia de la civilización la escriben aquellas personas queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho queel mundo, de un modo u otro,prospere.
Ya sea inspirando a otros seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. Fernando Hierro es una de esas personas cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Fernando Hierro es comprender más acerca de un periodo concreto de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que detentó Fernando Hierro en la historia. La forma en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que permaneció en el mundo fue determinante no sólo para quienes conocieron a Fernando Hierro, sino que a lo mejor produjo una señal mucho más insondable de lo que podamosfigurar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Fernando Hierro personalmente.Fernando Hierro fue un ser humano que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer las luces y las sombras de las personas significativas como Fernando Hierro, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Fernando Hierro, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Fernando Hierro, personas a quienes de de una forma u otra Fernando Hierro influenció, y indudablemente, conocer y descifrar cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Fernando Hierro.
Las biografías y las vidas de personas que, como Fernando Hierro, atraen nuestro interés, tienen que servirnos en todo momento como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Fernando Hierro, porqué Fernando Hierro vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma implacable, la historia.
(Fernando Ruiz Hierro; Vélez-Málaga, Málaga, 1968) Futbolista español, líbero del Real Madrid y de la selección de españa, cuya remera se enfundó en 89 oportunidades hasta su renuncia en pleno Mundial de Corea. Es entre los pocos futbolistas que ha disputado 4 Campeonatos del Mundo (Italia ’90, Estados Unidos ’94, Francia ’98 y Corea-Japón 2002).
Nació en una familia humilde de tradición futbolística con 4 hijos: Antonio, Manolo, Fernando y Remedios, hijos de Manuel Ruiz y Remedios Hierro. El padre de familia jugó en el Vélez-Málaga, de la misma lo había hecho su hermano Pepe. Fernando, que mide 1,87 metros y en su mejor estado de manera pesa 84 kilogramos, fué popular siempre y en todo momento en el planeta del fútbol por su segundo apellido, pues en su población natal la multitud conoce a la familia Ruiz Hierro por el apellido materno, en tanto que en la comarca malagueña de la Ajarquía es común el apellido Ruiz.
Defensa con alma de delantero
En su adolescencia, Fernando trabajó en un taller de reparación de vehículos. Había comenzado a entrenar el fútbol en las categorías inferiores del club de su pueblo, y al llegar a la edad juvenil, el técnico de fútbol base del Málaga, C. F. rehusó hacerse con los servicios de aquel joven espigado y de fachada endeble. Entonces, su hermano Manolo le aconsejó al Real Valladolid, que le anotó en su aparato de promesas, en el que jugó de centrocampista, situación donde resaltaría asimismo en el Real Madrid, más que nada a lo largo de la temporada en que el aparato estuvo comandado por el técnico Radomir Antic: Hierro marcó 21 tantos en 37 partidos.
De la mano de Vicente Cantatore, comenzó en Primera División el 4 de octubre de 1987 en un Valladolid-R. C. D. Espanyol. A partir de aquel debú siempre y en todo momento fue titular, y marcó su primer gol en la máxima categoría el 27 de marzo de 1988, en un partido en el estadio Zorrilla en oposición al Mallorca. Tras 2 temporadas en el aparato pucelano, con el que disputó 57 partidos (al comienzo de interior derecho y después de central), en 1989 pasó al Real Madrid, que se lo había disputado con el entonces nuevo presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil y Gil, con el que Hierro llegó a establecer diálogos.
Dicen las malas lenguas que el F. C. Barcelona asimismo lo proseguía de cerca, pero que se confundió y fichó a otro Hierro del aparato español, que, según las referencias de los ojeadores blaugranas, «tenía un futuro agradable». No era otro que un hermano mayor de Fernando, el citado Manolo, entre las figuras del Valladolid, en el que asimismo estuvo a puntito de militar el hijo primogénito de los Ruiz Hierro, Antonio, que, no obstante, jugó en el Málaga.
El entonces vicepresidente del Barça, Joan Gaspart, aseguró que habían brindado por Fernando la desmesurado cifra de 150 millones de pesetas, que fue la que pagó el Real Madrid por hacerse con sus servicios, mucho más 50 millones de indemnización al grupo pucelano a fin de que Hierro no jugase la Supercopa de aquel año con el que aún era su aparato, el que, por ser subcampeón de la Copa, debía disputarla contra el Real Madrid, que aquella temporada logró el llamado «doblete».
Puntal de su aparato y de la selección
En el aparato capitalino coincidió con geniales players como Sanchís, con el que formó en el centro de la defensa, Gordillo, Schuster, Hugo Sánchez, Emilio Butragueño, Michel... y con la dirección técnica de John Benjamin Toshack. Batieron récords, uno histórico: 107 tantos (7 de Hierro) en una Liga que fue para el Real Madrid.
El 20 de septiembre de aquel año de 1989, tras haber disputado seis partidos con la selección sub-21, comenzó con la selección absoluta a través de Luis Suárez, en un España-Polonia, con resultado de 1-0. El resto de la narración de Hierro con el Real Madrid y con la selección de españa es cansado famosa y se sintetiza en estadísticas que afirman que es de los mejores defensas que dió el fútbol español e inclusive el mundial. No en balde Hierro formó parte en un par de ocasiones del once ideal de todo el mundo. Uno de sus mejores recuerdos con el mezclado nacional data del 17 de noviembre de 1993, en el momento en que en el minuto 63 marcó un gol frente Dinamarca al salir de un córner que clasificó a España para disputar el Mundial de Estados Unidos.
El 24 de marzo de 2001 alcanzó y excedió la cifra de cien tantos con la remera del Real Madrid, aparato con el que superaba, además de esto, la cifra de 400 partidos en Primera División. De los 89 partidos jugados con la selección, ganó 52 y empatado 27, y fué titular en 89 oportunidades. Con su aparato, el Real Madrid, consiguió 4 títulos de Liga (1989-1990, 1994-1995, 1996-1997, 2000-2001), una Copa del Rey (1993), 4 Supercopas de España (1990, 1993, 1997, 2001), 2 Copas Intercontinentales (1998 y 2002) y tres Copas de Europa, llamadas ahora Champions League (1998, 2000 y 2002). Además de esos títulos mayores, en su palmarés aparecen varios campeonatos, entre aquéllos que resaltan un Trofeo Teresa Herrera, siete Santiago Bernabéu y un Trofeo Colombino.
Renuncia a divertirse con la selección
El juego de Fernando Hierro se ha caracterizado por un estilo sobrio, fundado en la seguridad, la capacidad y una enorme colocación. Sabe sacar el balón controlado desde la zaga. Es un enorme cabeceador y lanzador de penaltis y de libres directos.
En familia, según su mujer Sonia, es un hombre afable («como humano es admirable», afirma), entretenido y muy responsable. En su casa puede dar libertad a su afición por la música andaluza (flamenco, que baila asimismo con estilo refinado), por las películas de acción y por la preparación de platos de cocina mediterránea. El otro deporte por el que siente enorme afición es el baloncesto, que ha practicado ocasionalmente.
Pocas horas antes de jugar los cuartos de final contra Corea en el Mundial de 2002, anunció públicamente que al terminar el campeonato renunciaría a ser parte de la selección nacional, de la que Andoni Zubizarreta le legó el brazalete de capitán en 1998. Dejaba el testigo a su delfín y amigo Raúl, el único jugador con un perfil perfecto para suplir apropiadamente a su profesor, si bien las talentos de liderazgo que ha exhibido Hierro son únicas, según sus seguidores: «Hablamos de un jugador insustituible» (Radomir Antic); «Juega con la derecha, la izquierda, destroza, crea juego, marca tantos...» (Vicente del Bosque); «Fué el más destacable central y líbero español de la historia» (Vicente Cantatore). En mayo de 2005 anunció su retirada determinante del fútbol profesional. Concluido su contrato con el Real Madrid en la temporada 2002-03, había seguido jugando todavía en el Al Rayyan de Qatar (2003-04) y en el Bolton Wanderers inglés (2004-05).
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Fernando Hierro, que poseyó su significación en una época determinada, es esencia intentar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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