La historia del mundo está contada por aquellos hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela sociedad, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Fernando Fernán Gómez es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Fernando Fernán Gómez es conocer más acerca de una época concreta de la historia del ser humano.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Fernando Fernán Gómez, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa fundamental para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Fernando Fernán Gómez, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Fernando Fernán Gómez, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Fernando Fernán Gómez influyó, y por supuesto, comprender y entender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Fernando Fernán Gómez.
(Lima, 1921 - Madrid, 2007) Escritor, actor y director español. Hijo de la actriz Carola Fernán-Gómez, nació a lo largo de una da un giro de sus progenitores en Lima, más allá de que fue anotado en el consulado de Buenos Aires. Llegó a España en el momento en que contaba tres años. Tras dejar los estudios de Filosofía y Letras, se vinculó intensamente al planeta del teatro, animado por el escritor Enrique Jardiel Poncela, quien ponderó las características interpretativas del actor novel. De hecho, el debut profesional de Fernán Gómez fue una parte teatral de Jardiel Poncela, Los ladrones somos gente honrada.
Con pasión lector y muy proclive a la escritura, el actor alternó su trabajo con una pasión literaria que años después daría sus frutos. Paralelamente a su experiencia teatral, fue contratado por la productora Cifesa para intervenir en el rodaje de Cristina Guzmán, maestra de lenguajes (1943), una película de Gonzalo Delgrás inspirada en la novela homónima de Carmen de Icaza. Por exactamente las mismas datas rodó un largometraje de tema sobrehumano, El destino se disculpa (1944), de José Luis Sáenz de Heredia, y un policiaco castizo, Domingo de carnaval (1945), de Edgar Neville.
Casado con la actriz María Dolores Pradera, participó con ella en producciones como Vida en sombras (1947). Paulatinamente, su figura un poco desgalichada y su voz grave, de tono declamatorio, se popularizó en películas rodadas a su medida, caso de La mies es bastante (1948), de Sáenz de Heredia, y Balarrasa (1950), de José Antonio Nieves Conde, muestras representativas del cine espiritual, sacerdotal y misionero. Su pareja cinematográfica mucho más beneficiada fue Analía Gadé, compañera de reparto en Viaje de novios (1956), Las muchachas de azul (1957), Ana afirma sí (1958) y Luna de verano (1958). En esta faceta de actor no se limitó a las comedias, aproximadamente complejas, sino asimismo intervino en producciones de hondo dramatismo.
Con Víctor Erice rodó El espíritu de la colmena (1973) y Pedro Olea lo dirigió en Pim, pam, pum... ¡fuego! (1975), 2 de los títulos mucho más reputados de la década. Asimismo, cooperó al lado del cineasta Carlos Saura en Ana y los lobos (1972), Mamá cumple cien años (1979) y Los zancos (1984). Reconociendo internacionalmente esta meritoria tarea, le fue concedido el premio de interpretación en el Festival de Berlín por El anacoreta (1976).
Valorado como entre los actores mucho más esenciales del cine español, Fernán Gómez desempeñó además una evidente tarea como directivo. La obscura versión que rodó en 1961 desde la parte teatral La venganza de don Mendo, de Pedro Muñoz Seca, coincide en su tono de humor negro con El extraño viaje (1964). No obstante, su largometraje mucho más alabado es El viaje a parte alguna (1987), adaptación cinematográfica de un serial radiofónico escrito por nuestro actor. En esta producción resumía los avatares de una familia de cómicos itinerantes, enfrentados a las dificultades de la profesión a lo largo de la primera mitad del siglo XX.
En su faceta de escritor, es evidente y conocida su extensa tarea creativa en los géneros de la novela y el teatro, que le reportó varias distinciones y galardones. Entre las narraciones amplias es conveniente rememorar títulos como El viaje a parte alguna (1985), que dio rincón a la versión cinematográfica; El vendedor de naranjas (1986); El mal amor (1987), un entretenido divertimento metaliterario, finalista del Premio Planeta, que una parte de la figura histórica del Arcipreste de Hita para emprender jugosas anécdotas y medites en relación al amor y el sexo; El mar y el tiempo (1988); El ascensor de los borrachos (1993); La Puerta del Sol (1996), premiada con Premio Fastenrath; ¡Stop! Novela de amor (1997); y El tiempo de los trenes (2004), donde evoca el planeta de las compañías teatrales desde los años veinte hasta inicios de la posguerra. También incursionó en la novela negra con referencias históricas para hacer una trama cerca del conde de Villamediana, azaroso personaje de la corte de Felipe IV, en Capa y espada (2001).
Como dramaturgo, su mayor éxito de crítica y público fue, sin duda, Las bicicletas son para el verano (1977), obra premiada en 1978 con el Premio Lope de Vega de Teatro, y transformada asimismo en cinta cinematográfica por el directivo madrileño Jaime Chávarri. Además, Fernán Gómez es creador de otras piezas teatrales tan visibles como La coartada y Los domingos bacanal (1985); Del rey Ordás y su infamia (1983); y Ojos del bosque (1986). En 2002 estrenó el monólogo Defensa de Sancho Panza, una parte teatral que el creador bautizó asimismo con el nombre de Neoplagio en 2 partes sobre Don Quijote de La Mácula.
Mención aparte merece su dedicación al género ensayístico y memorialista, al que ha aportado ciertos contenidos escritos indispensables para el estudio del cine y el teatro español del siglo XX, como El actor y el resto (1987) y Desde la última fila (1995). Entre sus libros de recuerdos y notas biográficas cabe refererir asimismo los titulados Impresiones y depresiones (1987) y, más que nada, El tiempo amarillo (1990), un magnífico relato autobiográfico anunciado en 2 volúmenes.
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Indudablemente conocer en profundidad a Fernando Fernán Gómez es algo que se reserva a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Fernando Fernán Gómez es una suerte de enigmaque probablemente lleguemos a reconstruir si contribuimos todos juntos.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de alguien como Fernando Fernán Gómez, que detentó su relevancia en un momento concreto de la historia, es fundamental tratar de brindar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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