Fernán González

Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la importancia que atesoró Fernán González en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo mientras estuvo en el mundo fue decisivo no sólo para las personas que conocieron a Fernán González, sino que posiblemente dejó una señal mucho más profunda de lo que logremosimaginar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Fernán González en persona.Fernán González ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Fernán González, seducen nuestra curiosidad, tienen que valernos siempre como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Fernán González, porqué Fernán González vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Fernán González

(?-Burgos, 970) Primer conde sin dependencia de Castilla (930-970). Personaje teñido de tintes legendarios, poco se conoce de su origen, a menos que era integrante de la influyente familia de los Lara. Con el tiempo, se transformó en entre los nobles mucho más poderosos del reino leonés, y reunió en sus manos esenciales territorios en la parte oriental del reino de Ramiro II. Tuvo un papel señalado en la guerra de Simancas (939), y ahora conquistó Sepúlveda y la repobló.

Observando su poder acrecentado, comenzó a accionar de forma poco a poco más sin dependencia de su señor, y, siguiendo esta política, se casó con Sancha, hermana del rey García Sánchez I de Navarra. Ante esto, Ramiro II de León le logró encarcelar en el 944, y lo sostuvo retenido a lo largo de tres años, hasta el momento en que Fernán González se avino a renovarle su juramento de lealtad.

Fallecido Ramiro II en el 951, el reino de León quedó sumido en una crisis dinástica que Fernán González supo explotar en su favor. Inicialmente apoyó las reclamaciones de Sancho contra su hermano Ordoño, pero al no progresar su causa se vio obligado a admitir como rey a Ordoño III de León. La temprana muerte de este dejó al español recobrar su aptitud de maniobra, si bien esta vez no apoyó las metas de su viejo aliado, el rey Sancho, si no que se alineó con el hijo de Ordoño III, Ordoño IV de León.

Derrotado por la intervención navarra, en el 960, fue tomado por García Sánchez, pero recobró la independencia tras realizar distintas concesiones territoriales. Con el reino de León desgastado y en una situación de caos, Fernán González fue asegurando de forma lenta su situación como señor hereditario del condado sin dependencia de Castilla. Al fallecer dejó el trono a su hijo García Fernández.

La figura de Fernán González fue próximamente fuente de inspiración literaria; la primera manifestación del interés por este personaje histórico es el Poema de Fernán González, un poema épico en versos alejandrinos organizados en 740 cuartetas monorrimas (cuaderna vía), cuya composición se remonta a los primeros decenios de la segunda mitad del siglo XIII. Es obra de un irreconocible monje español de la abadía de San Pedro de Arlanza, cuyo principal creador había sido exactamente el mismo Fernán González. El artículo llegó hasta nuestros días mutilado y con lagunas, en un solo manuscrito anunciado en París en 1876.

El Poema de Fernán González relata las legendarias gestas de su personaje principal presentándolo como vencedor de la independencia castellana y como el mucho más intrépido defensor de la fe cristiana contra los musulmanes. La obra comienza señalando la propagación del cristianismo en España, hasta el ocaso del reinado de los visigodos, arrollados por las tropas musulmanas; prosigue después el movimiento de la reconquista impulsado por Alfonso el Casto, continuado por Bernardo del Carpio y firmemente apoyado en el nuevo feudalismo que se formó en Castilla. Según el Poema, el Conde Fernán González, secuestrado en el momento en que niño a su familia, fue educado por un carbonero, a cuyo lado llevó una vida libre y salvaje; pero, solamente enterado de su origen, partió con el deseo de dejar en libertad a su patria.

Fernán González combate y vence a Almanzor, al rey Don Sancho de Navarra y al conde de Tolosa, logrando después librar a Castilla del dominio del rey de León, Don Sancho Ordóñez, estableciéndose como legítimo señor. La reina de León, hermana del difunto don Sancho de Navarra, ofrece a Fernán González que se case con su prima doña Sancha. Mientras se dirige a la vivienda de su futura mujer es atacado por los navarros, hecho preso y conducido a Castroviejo. Pero Sancha corre en su asistencia, lo libera y se dirige con él a Castilla, donde se festejan las bodas con enorme solemnidad. Al frente de sus caballeros, el conde Fernán González regresa a vencer al rey de Navarra; este, no dándose aún por vencido, regresa a procurar la prueba contra el Conde, que en Valpir lo derrota finalmente.

La figura del personaje principal, caballero especial y mortal enemigo de los moriscos, atrae toda la atención del poeta, que, animado por un espíritu espiritual y guerrero, contempla y admira en él el devenir providencial de la historia, merced al como quedó asegurado el triunfo de la iniciativa cristiana y la independencia y autonomía de Castilla. El poema, que en sus formas literarias y en sus moldes fijos indica la predominación de los cantares de gesta, no consigue jamás las soberbias producciones fabulosas con las que aquellas lograban capturar desde dentro la vida de un alma. La atmósfera de historicidad que respira el poeta español niega el vuelo hacia la imaginación y pesa más que nada. Es una obra que no logra jamás idealizar, por estar ajustada al aspecto meticuloso y también inclinada a las amplificaciones oratorias; por este motivo es traje y monótona, y los extraños instantes de efecto vigoroso (por servirnos de un ejemplo la guerra con Almanzor y la liberación del Conde por la parte de doña Sancha) son siempre y en todo momento muy breves, revelando la pasión del monje poeta por todo cuanto es heroico y caballeresco.

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Es cierto que conocer profundamente a Fernán González es algo que se reserva a escasas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Fernán González es una suerte de enigmaque a lo mejor logremos rehacer si cooperamos todos juntos.

Por eso, si eres de aquellos que confían en que de modo colaborativo existen posibilidades de hacer algo mejor, y conservas información acerca de la vida de Fernán González, o en relación con algún característica de su personalidad u obra que no se observe en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.

Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Fernán González, que detentó su importancia en un momento concreto de la historia, es vital intentar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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