La historia universal la narran los hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado quela humanidad, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a más personas o formando parte de la acción. Felipe González Márquez es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Felipe González Márquez es comprender más acerca de etapa determinada de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que atesoró Felipe González Márquez en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo mientras permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para aquellas personas que conocieron a Felipe González Márquez, sino que quizá dejó una señal mucho más profunda de lo que logremosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Felipe González Márquez de forma personal.Felipe González Márquez fue uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Felipe González Márquez, atraen nuestra atención, tienen que ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Felipe González Márquez, el motivo por el cual Felipe González Márquez vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Sevilla, 1942) Político socialista español, presidente del gobierno entre 1982 y 1996. Procedente de una familia modesta, se licenció en derecho por la Universidad de Sevilla (1966), localidad donde trabajó cierto tiempo como letrado laboralista. En 1964 ingresó en el Partido Socialista Obrero Español, con el que participó en la pelea contra la dictadura de Francisco Franco desde la clandestinidad (la persecución policial le logró asumir el sobrenombre de Isidoro). Ascendió de manera rápida en el partido, entrando a su Comisión Ejecutiva en 1970.
Arropado por un achicado conjunto de jóvenes renovadores, hispalenses en su mayor parte, asistió al Congreso festejado por el partido en Suresnes (Francia) en 1974; allí se discutió la substitución de la «vieja guarda» que controlaba el PSOE desde el exilio, con escasa predominación en el país, por un aparato mucho más joven, con la capacidad de arraigar entre la población del interior frente a la eventualidad de la desaparición del dictador y el cambio de régimen. Entre los 2 conjuntos -madrileño y vizcaíno- que se disputaban el liderazgo de esa labor, Felipe González apareció como solución de deber y fue escogido secretario general del partido, cargo que preservó hasta 1997.
Desde ese momento condujo al socialismo español a una profunda renovación: actualizó su mensaje político en un sentido mucho más moderado y próximo a las intranquilidades populares, incrementó su presencia entre los trabajadores de todas y cada una de las zonas de España y también acentuó las relaciones con los partidos socialistas de europa (de manera especial con el Partido Socialdemócrata Alemán). Con todo ello contribuyó a llevar a cabo del PSOE el primer partido de la oposición y la opción alternativa de gobierno a la UCD del presidente Adolfo Suárez, en el momento en que la desaparición de Franco (1975) dejó efectuar la transición política a la democracia (1977).
Legalizado el partido en 1977, Felipe González le representó en la «Comisión de los Diez» que formó la oposición para negociar con el gobierno. Fue escogido diputado en 1977. Como representante del conjunto parlamentario socialista encabezó una oposición edificante, que facilitó el consenso con el que se realizaron los Pactos de la Moncloa y la Constitución de 1978; y fue consiguiendo un liderazgo atractivo que le asentó como líder indiscutido de su partido.
En 1979 dio un paso mucho más en su emprendimiento de modernización del PSOE, forzando el abandono oficial de la ideología marxista a través de la puesta en escena de su dimisión como secretario general; un congreso increíble terminó aceptando sus proposición moderadas y otorgándole un dominio total sobre el partido (que había reforzado un año antes con la absorción del Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván).
Con semejantes bazas consiguió un triunfo arrollador en las selecciones de 1982, que le catapultaron a la Presidencia del Gobierno apoyado por una mayoría absoluta en el Parlamento. Se sostuvo adelante del gobierno hasta 1996, revalidando su triunfo en las urnas por mayoría absoluta en 1986 y 1989 y por mayoría relativa en 1993.
A lo largo de mucho más de trece años de orden, Felipe González prosiguió una línea política moderada y pragmática, mucho más próxima a situaciones de centro-izquierda que a las tradiciones propiamente socialistas. Ciertamente, fue leal a su electorado de izquierdas en puntos como la profundización de la democracia y las libertades, la construcción de infraestructuras o la financiación de costos sociales a través de el incremento de la presión fiscal sobre las rentas mucho más altas. Pero, generalmente, acreditó una política económica ortodoxa, centrada en la modernización del aparato productivo y la pelea contra la inflación, lo que le forzó a resoluciones impopulares, como la reconversión industrial, el recorte de las pensiones o la flexibilización del mercado de trabajo; ello provocó el combate con los sindicatos (incluyendo la Unión General de Trabajadores, central socialista que lideraba su viejo colaborador Nicolás Redondo), que se saldó con 2 huelgas en general contra el gobierno (1988 y 1994).
En política exterior, impulsó un alineamiento con los países occidentales socios de Estados Unidos, mudando su posición respecto al ingreso de España en la OTAN (al que se había contrario en 1981); ahora en el gobierno, González defendió la permanencia en la Alianza Atlántica, convocando al efecto un referéndum en 1986, que le fue conveniente. Entre sus éxitos hay que anotar el ingreso de España en la Comunidad Europea (1985), en cuyo seno adquirió un importancia señalado, merced al entusiasmo europeísta del país y de su gobierno. En relación con este logro están los 2 puntos mucho más refulgentes del gobierno socialista, como son la modernización económica, que llevó a sobrepasar la crisis de los años setenta, y la adquisición por España de un mayor importancia en todo el mundo (tanto en Europa como en Iberoamérica).
La celebración simultánea en 1992 del quinto centenario del hallazgo de América, la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona marcaron el punto mucho más prominente del prestigio en todo el mundo de Felipe González y de la imagen exterior de la novedosa España como un país moderno y democrático. El deseo de reforzar en la integración europea llevó a González a asumir el tratado de Maastricht de 1991; para esto debió acentuar los sacrificios demandados a la población, a través de una política de austeridad orientada al cumplimiento de los criterios de confluencia económica con el resto de la Unión Europea, previstos en aquel tratado.
Esta política económica restrictiva, unida a una exclusiva coyuntura de recesión, hicieron que en las selecciones de 1993 perdiese la mayor parte absoluta, más allá de que el PSOE prosiguió siendo el partido mucho más votado merced a su defensa del Estado de Confort; González ha podido de esta manera comenzar un último orden, apuntalando su mayoría relativa a través de acuerdos con los nacionalistas catalanes.
No obstante, este último intérvalo de tiempo de gobierno estuvo marcado por 2 inconvenientes: la desunión en las filas socialistas, entre el aparato del partido (leal al vicesecretario general Alfonso Guerra, defenestrado del gobierno en 1991) y los incondicionales de una renovación que diese a éste un nuevo impulso político (animados por nuestro González); por otra parte, la imagen del presidente salió estropeando conforme los medios iban sacando a la luz consecutivos escándalos cerca de los múltiples casos de corrupción que se habían producido bajo la Administración socialista y a las supones de cooperación del aparato del Estado en la guerra sucia contra el terrorismo de ETA. Procesados esenciales políticos socialistas por los dos géneros de acusación, el PSOE perdió las selecciones de europa, municipales y autonómicas de 1994 y las en general de 1996, que brindaron la presidencia a José María Aznar. Felipe González se retiró de la jefatura del partido en 1997.
¿Qué juicio te merece la existencia de Felipe González Márquez? ¿Has hallado la información que pensabas que ibas a hallar?
Sin duda llegar a comprender a Felipe González Márquez es algo que se reserva a muy pocas personas, y que tratar de recomponer quién fue y cómo fue la vida de Felipe González Márquez es una suerte de puzzleque con bastante probabilidad consigamos rehacer si colaboramos conjuntamente.
Por eso, si eres del tipo de personas que creen en que de modo colaborativo es posible hacer algo mejor, y posees información acerca de la vida de Felipe González Márquez, o sobre algún aspecto de su figura u obra que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de un ser como Felipe González Márquez, que tuvo su relevancia en un momento histórico concreto, es fundamental intentar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
contacta con nosotros para relatarnos qué conocimientos posees en relación con Felipe González Márquez. Estaremos muy contentos de poder completar esta biografía con más información.