Federico II de Sicilia

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que detentó Federico II de Sicilia en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Federico II de Sicilia, sino que quizá legó una señal mucho más honda de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Federico II de Sicilia en persona.Federico II de Sicilia fue un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Federico II de Sicilia, cautivan nuestra atención, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Federico II de Sicilia, el motivo por el cual Federico II de Sicilia vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma implacable, la historia.

Vida y Biografía de Federico II de Sicilia

(Federico o Fadrique II de Sicilia o de Trinacria; ?, 1272 - Palermo, 1337) Rey de Sicilia (1296-1337), hijo de Pedro III de Aragón y de Constanza de Sicilia. Su hermano Jaime II de Aragón lo nombró su lugarteniente en el reino de Sicilia, donde Federico se realizó coronar con el acompañamiento de la nobleza siciliana. Resistió en Siracusa el ataque grupo de Jaime II de Aragón y de Carlos II de Anjou, rey de Nápoles (1298). Aunque vencido en el cabo Orlando (1299) por la flota de Jaime II, logró preservar la isla. La Paz de Caltabellota (1302) le reconoció dignidad real, con el título de rey de Trinacria, y designó sustituto a Carlos II de Anjou. Tras veinte años mucho más de luchas, Federico II logró admitir a su hijo primogénito, Pedro, como a su heredero; ello significaba el triunfo y la afirmación de la dinastía de los condes de Barcelona en el trono siciliano.

Tercer hijo de Pedro III el Grande de Aragón (1276-1285) y I de Sicilia (1282-1285) y de Constanza de Sicilia, Federico era hermano de los reyes de Aragón Alfonso III el Liberal (1285-1291) y Jaime II el Justo (1291-1327). En la primavera de 1283 Federico pasó a Sicilia, en compañía de su madre y de su hermano Jaime. Al fallecer sin descendencia Alfonso III, legó sus estados a su hermano Jaime, a condición de que este renunciara al trono de Sicilia a favor del tercero de los hermanos, Federico; Jaime trató de preservar el trono pese a esta predisposición y nombró a Federico lugarteniente general del reino de Sicilia (1291).

Por el Tratado de Anagni (1295), Jaime II de Aragón se comprometía a devolver Sicilia al papa Bonifacio VIII, quien por su parte traspasaría el trono de la isla a Carlos II de Anjou (llamado Carlos II el Cojo), y Bonifacio VIII levantaría la excomunión que pesaba sobre los monarcas aragoneses; no obstante, en el mes de diciembre de 1295 el Parlamento de Sicilia nombró señor de la isla a Federico, y el 25 de mayo de 1296 Federico fue coronado rey de Sicilia, pese a la oposición de Jaime II y de Bonifacio VIII.

A consecuencia de todo ello, Federico II empezó los combates contra Carlos II de Anjou el Cojo y, adelante de las tropas almogávares catalano-aragonesas, luchó en Apulia y Calabria, apoderándose de Cantarazo y Esquilaci (Italia). Bonifacio VIII solicitó la asistencia de Jaime II a fin de que, en función de lo estipulado en el Tratado de Anagni, prestara auxilio al soberano angevino y a la Santa Sede con el objetivo de despedir a Federico II del trono siciliano y de esta forma devolver el reino de Sicilia a los Anjou.

Para hallar estos propósitos, Jaime II de Aragón planeó una expedición contra Sicilia que concluyó con la derrota de Federico II en la Batalla del Cabo Orlando (Italia, 1299), si bien la expulsión del soberano no llegó a ser consumada. Los angevinos procuraron una exclusiva incursión; Roger de Lauria y el duque de Calabria, a cargo de las tropas aragonesas, lograron tomar Catania; el 1 de diciembre de 1299 Federico II fue hecho preso, y la escuadra siciliana dirigida por el almirante Doria fue derrotada por Roger de Lauria; no obstante, merced a la asistencia de Roger de Flor (1301), el duque de Calabria no ha podido apoderarse Messina.

Al año siguiente se firmó la Paz de Caltabellota (31-VIII-1302), donde se reconocía el dominio vitalicio de Federico II sobre Sicilia con el título de rey de Trinacria, a condición de que a la desaparición del monarca la isla revirtiera a la vivienda angevina. Se establecía también el pago de un tributo de forma anual de 15.000 florines de oro al papado y el matrimonio entre Federico II y la hija de Carlos II de Anjou, Leonor.

Del matrimonio de Federico II con Leonor nacieron el rey de Sicilia Pedro II (1337-1342); Manfredo, duque de Atenas; Guillermo, que sucedió a este en el ducado; Juan, marqués de Randace y regente a lo largo de la minoría de edad de Luis I de Sicilia (1342-1355); Constanza, mujer del rey de Chipre Enrique II, y en segundas nupcias del rey de Armenia, Hugo de Lusignan; Isabel, mujer del duque Esteban de Baviera; Catalina, abadesa de Santa Clara de Messina, y Margarita.

La firma de la paz supuso un nuevo inconveniente para el monarca: la licencia de las compañías de almogávares, compuestas por 18.000 hombres; este tema fue arreglado por Roger de Flor, quien, al cargo de entre las compañías, emprendió una expedición a Oriente, y conquistó los ducados de Atenas y Neopatria (Grecia, 1319), en los que rigió el segundo hijo de Federico, Manfredo.

En 1321 Federico II asoció al trono a su hijo Pedro, que en 1337 le sucedería como Pedro II, afirmándose de esta manera la dinastía aragonesa en el reino de Sicilia. Roberto I el Sabio de Nápoles (1309-1343) preparó la invasión de la isla, pero sus tropas fueron rechazadas en Palermo (1325) merced al auxilio de sicilianos y catalanes. Federico II sostuvo relaciones comerciales con Chipre y organizó el Parlamento de Sicilia. Tuvo tres hijos naturales: Alfonso Federico (gobernador de los ducados de Atenas y Neopatria), Rolando y también Isabel (que contrajo matrimonio con el conde de Ampurias, Hugo).

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