Federico II de Prusia el Grande

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Vida y Biografía de Federico II de Prusia el Grande

Rey de Prusia, de la Casa de Hohenzollern (Berlín, 1712 - Sans-Souci, Postdam, 1786). Era hijo de Federico Guillermo I de Prusia, a quien sucedió en 1740. Durante su juventud se sintió inclinado hacia la literatura francesa y sostuvo correo con ciertos pensadores de la Ilustración; sin embargo, su rechazo a la especialidad de la corte y a las tradiciones militares prusianas acabaron una vez que fracasase su búsqueda de huír a Inglaterra, de resultas del que fue ejecutado un íntimo amigo del príncipe y él mismo fue culpado a prisión (1730-32). Poco antes de entrar al trono defendió públicamente sus ideas ilustradas en su obra Anti-Maquiavelo (1739), donde condenaba el realismo político inspirado por Maquiavelo representando a una mayor exigencia ética para los mandatarios.

Ciertamente, a lo largo de su largo reinado (1740-86), Federico el Grande se transformó en entre los exponentes del «despotismo ilustrado», ingresando desde su situación de monarca absoluto ciertas reformas inspiradas en el pensamiento de las Luces. Impulsó la codificación del derecho prusiano, reformándolo según el principio de que la ley debía ser útil para resguardar a los mucho más enclenques: abolición de la tortura, independencia judicial, igualdad frente a la ley. Fomentó la colonización con inmigrantes de las ubicaciones mucho más despobladas y retrasadas del país. En el marco de la principiante revolución industrial, practicó un proteccionismo aduanero sistemático en acompañamiento de la industria nacional. Y fue un enorme asegurador de la ciencia y de la civilización, a las que empapó de influencias francesas: refundó la Academia de Ciencias prusiana, apoyó materialmente a escritores y artistas y él mismo fue un ensayista bastante prolífico.

No obstante, no llevó su compasión por el género humano hasta el punto de abolir la servidumbre, por miedo a debilitar a la nobleza prusiana, que formaba la casta dominante que hacía marchar de forma eficaz la administración y el ejército que Federico había heredado de su padre. Mantuvo relaciones con pensadores como Voltaire.

La refulgente acción exterior de Federico II el Grande contribuyó a la expansión territorial de Prusia, admitiendo realizar de esta, pese a sus limitados elementos, una enorme capacidad europea, con la capacidad de disputarle la primacía a Austria en el Imperio Germánico. Nada mucho más comenzar su reinado, aprovechó las adversidades de María Teresa I de Austria para aseverarse en el trono austriaco y se anexionó Silesia a costa de aquel país, provocando la Guerra de Sucesión de Austria (1740-48). La rivalidad austro-prusiana decayó en un nuevo combate en la Guerra de los Siete Años (1756-63), donde Federico, aliado con Gran Bretaña, logró frente de manera exitosa a la vigorosa coalición continental constituida por Austria, Rusia, Francia y Sajonia.

La mayor organización, movilidad y especialidad del ejército prusiano, le dejaron soportar contra contrincantes muy superiores; pero habría perdido la guerra en 1762, con Berlín ocupado por los rusos y las arcas reales al filo de la bancarrota, si no fuera por la llegada al trono de un nuevo zar, Pedro III, cuya admiración por Federico le llevó a sacar a Rusia de la guerra (Paz de Hubertsburgo, 1763).

En lo sucesivo, Federico el Grande prosiguió una política exterior mucho más sensato, limitada a la defensa del equilibrio europeo y del status de enorme capacidad recién alcanzado por Prusia. En 1772 participó con Austria y Rusia en el primer reparto de Polonia, en lugar de no obstaculizar las ambiciones territoriales de estos 2 países sobre el desgastado Imperio Otomano; Prusia consiguió de este modo un extendido territorio que compactaba sus pertenencias, uniendo la Prusia Oriental con Pomerania y Brandenburgo. En 1784 organizó una Liga de príncipes alemanes para salvaguardar el statu quo en los Países Bajos en frente de las ambiciones expansionistas de Baviera. Federico II el Grande murió sin herederos, puesto que su aversión a las mujeres transformó en una ficción el matrimonio de conveniencia que le preparó su padre. Le sucedió su sobrino Federico Guillermo II.

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