Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. Federico I Barbarroja es una de esas personas cuya vida, en verdad, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Federico I Barbarroja es conocer más sobre periodo preciso de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la relevancia que tuvo Federico I Barbarroja en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para quienes conocieron a Federico I Barbarroja, sino que posiblemente produjo una señal mucho más profunda de lo que podamosfigurar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Federico I Barbarroja de modo personal.Federico I Barbarroja ha sido una de esas personas que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Federico I Barbarroja, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo fundamental para que seamos capaces de apreciar no sólo la vida de Federico I Barbarroja, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Federico I Barbarroja, gentes a quienes de de una forma u otra Federico I Barbarroja influyó, y indudablemente, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Federico I Barbarroja.
Las biografías y las vidas de personas que, como Federico I Barbarroja, cautivan nuestra curiosidad, deben servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Federico I Barbarroja, el motivo por el cual Federico I Barbarroja vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Federico I de Hohenstaufen; Ravensburg, Alemania, 1122 - río Salef, Cilicia, de hoy Turquía, 1190) Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1155-1190), rey de Alemania (1152-1190) y duque de Suabia con el nombre de Federico III de Suabia (1147-1190). Hijo del duque Federico II de Suabia y de Judit de Baviera, sucedió a su padre en el gobierno del ducado suabo en 1147, año en que participó en la Segunda Cruzada al lado de su tío, el emperador Conrado III, quien lo nombró heredero.
A la desaparición de éste, en 1152, Federico Barbarroja fue designado rey de Alemania por aclamación de la Asamblea de príncipes, que vieron en él un monarca enérgico y valeroso, con la capacidad de terminar con los combates que, desde 1125, sostenían en todo el reino los gibelinos, incondicionales de los Hohenstaufen, que proceden de Suabia, y los güelfos, seguidores de los Welf de Baviera. A fin de lograr la paz, Federico I, integrante de la familia Hohenstaufen, cedió el ducado de Sajonia a su primo Enrique el León (duque de Baviera y el mucho más poderoso de los amos güelfos) y le confió la dirección de la expansión alemana hacia el este.
La ambición de Federico I Barbarroja, no obstante, iba bastante alén de las fronteras de Alemania, ya que, considerándose continuador de la obra de Carlomagno y Otón I, el monarca tenía el estable propósito de hacer un imperio universal que restaurase la excelencia del Imperio Romano, para lo que era exacto someter al Papado y a las ciudades italianas.
Con este propósito, a lo largo de la dieta de Constanza (1153) prometió asistir al papa Eugenio III a sofocar la rebelión de los romanos, que, con Arnaldo de Brescia adelante, se habían constituido en ayuntamiento libre tras despedir al pontífice. Federico I Barbarroja entró con su ejército en Italia en 1154, y por año siguiente fue coronado en Roma emperador del Sacro Imperio Romano Germánico por el papa Adriano IV, tras haber derrotado y apresado a Arnaldo de Brescia, quien murió en la hoguera como hereje.
Nuevamente en Alemania, extendió sus dominios hasta los territorios de Polonia y Escandinavia y contrajo matrimonio con Beatriz, hija y heredera de Reinaldo III de Borgoña. Otra vez en suelo italiano, tomó Milán en 1158, y ese año, en la dieta de Roncaglia, aceptó todos y cada uno de los derechos de los viejos emperadores romanos, entre ellos el de designar en lo personal los cónsules de las ciudades italianas, más allá de que varios ayuntamientos declararon su oposición de adelante a la política imperial y el Papado le privó de ejercer estas prerrogativas en los Estados Pontificios.
Un año después, la decisión como papa de Alejandro III, estable defensor de la teocracia pontificia y, por consiguiente, de la sumisión del emperador a la autoridad papal, agudizó el enfrentamiento y también impulsó a Federico I Barbarroja a respaldar el ascenso, consecutivamente, de los antipapas Víctor IV (1159) y Pascual III (1164). En 1167, las ciudades del norte de Italia formaron la vigorosa Liga Lombarda, que tras años de pelea conseguiría una victoria definitiva sobre las tropas imperiales en Legnano (1176).
A raíz de esta derrota, Federico Barbarroja se vio obligado a firmar en 1177 la paz de Venecia, por la que reconoció al papa Alejandro III (a quien debió someterse), y, en 1183, la paz de Constanza, donde aceptó las libertades comunales, si bien preservó sus dominios de Toscana, Spoleto y Ancona. En la dieta de Maguncia (1188), el emperador, resuelto a dejar en libertad Jerusalén, a la sazón en poder del sultán Saladino, se comprometió a encabezar la Tercera Cruzada, y de este modo, en el año 1189 partió con tal propósito hacia Cilicia, donde murió el diez de junio de 1190, mientras que se bañaba en el río Salef (Cydnos).
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Sin duda conocer profundamente a Federico I Barbarroja es algo que se reserva a muy pocas personas, y que pretender reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Federico I Barbarroja es una suerte de puzzleque con bastante probabilidad logremos rehacer si colaboramos todos a la vez.
Por ese motivo, si eres de las personas que confían en que de forma colaborativa se puede hacer algo mejor, y conservas información sobre la existencia de Federico I Barbarroja, o acerca de algún matiz de su figura u creación que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente esenciales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de una persona como Federico I Barbarroja, que poseyó su relevancia en una época concreta, es vital intentar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para contarnos qué conocimientos tienes tú con respecto a Federico I Barbarroja. Estaremos complacidos de poder completar esta biografía con más información.