La historia del mundo la cuentan las personas queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela sociedad, de un modo u otro,progrese.
Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Federico de Onís es uno de esos seres humanos cuya vida, en efecto, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Federico de Onís es conocer más sobre etapa determinada de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que detentó Federico de Onís en la historia. La manera en que vivió y aquello que hizo mientras estuvo en la tierra fue determinante no sólo para las personas que trataron a Federico de Onís, sino que tal vez dejó una huella mucho más insondable de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Federico de Onís de modo personal.Federico de Onís ha sido una persona que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Federico de Onís, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo fundamental para que seamos capaces de valorar no sólo la vida de Federico de Onís, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Federico de Onís, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Federico de Onís influyó, y ciertamente, comprender y entender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Federico de Onís.
Vida y Biografía de Federico de Onís
(Salamanca, 1885 - San Juan de Puerto Rico, 1966) Profesor y crítico español que resaltó por sus estudios sobre lengua y literatura latinoamericana. Federico de Onís cursó estudios en su localidad natal hasta el momento en que consiguió la licenciatura en letras; en la Universidad de Salamanca llegó a ser alumno del insigne escritor Miguel de Unamuno. En 1905 se trasladó a Madrid para efectuar el doctorado en filosofía y letras y tuvo como directivo de proposición a Ramón Menéndez Pidal.
Tras conseguir el nivel de doctor, en 1909 logró un puesto de instructor ayudar en la Facultad de Letras de la Universidad de Oviedo. También formó una parte del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos desde 1907, y en 1915, ahora como catedrático de Lengua y Literatura Española, ejercitó funcionalidades enseñantes en la Universidad de Salamanca. Fue del mismo modo instructor invitado en la Universidad de Columbia (Novedosa York), con el propósito de ordenar en este centro el Departamento de Filología Hispánica.
Federico de Onís aprovechó la posibilidad que le brindó el conjunto de naciones americano para desarrollar los estudios hispánicos y decidió fijar allí su vivienda. Durante su estancia en Columbia creó el Instituto de las Españas (1920), representó a las Juntas de Relaciones Culturales y de Ampliación de Estudios y efectuó usuales viajes a otras universidades, entre ellas la de Oxford y la Universidad de Puerto Rico.
En esta última institución creó en la época de los años veinte el Departamento de Estudios Hispánicos y, tras jubilarse en 1954, se trasladó a la isla antillana para ponerse adelante de este emprendimiento. Fundó además de esto un seminario que contribuyó con eficacia a la investigación lingüística y literaria en Puerto Rico, y en 1957 viajó a Cuba para detallar el Instituto de Estudios Hispánicos en la Universidad Central de Santa Clara.
Fue editor de la Revista Hispánica Moderna y creador de varios estudios, entre aquéllos que resaltan La lengua de Salamanca en la Edad Media (1909), Antología de la poesía de españa y también latinoamericana, 1882-1932 (1934) y España en América (1955), donde recopila sus mejores productos. También publicó ediciones críticas de la Vida de Torres Villares (1912) y de De los nombres de Cristo de Fray Luis de León (1914), tal como el prólogo de la antología poética de Luis Palés Matos (Poesía, 1915-1956). Entre otros premios, recibió el de la Academia Española de la Lengua.
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Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de una persona como Federico de Onís, que tuvo su importancia en un momento concreto de la historia, es esencia procurar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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